Discriminaciones

Edatismo en el escenario: "Las actrices nos hacemos mayores y desaparecemos"

La Diputación de Barcelona organiza el primer congreso a nivel estatal sobre la discriminación por edad

Vicenta N'dongo y Mercè Comes, en la conversación en el Congreso sobre el edadismo organiza la Diputación de Barcelona.
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Barcelona"¿Qué actrices referentes de más de 60 años tiene en la cabeza?" La pregunta la lanza Vicenta Ndongo, actriz aún en la cincuentena, que previamente había soltado cómo había alucinado con el desconocimiento que existe entre la cantera de actores que copan las series de televisiones y plataformas de nombres como el de Maribel Verdú, que ha dedicado toda su vida al sector. "Te haces mayor y desapareces", proclama, no sin apuntar que en su caso, como mujer racializada, tampoco se ajusta a una "madre estereotipada". De momento no ha hecho aún de abuela, matiza.

En cambio, a Mercè Comes hacer años no le ha supuesto ningún problema: hace más de treinta años dio el cuerpo para una de las míticas Teresinas, el estereotipo por antonomasia de las tías solteras catalanas, y hace 25 que ya le dieron el bastón de la abuela Asunción de Platos sucios cuando quizás, por edad, encajaba más en el de papel de hija de esos personajes. "Yo he tenido la suerte de que siempre he hecho de señora mayor", dice. Una declaración que hace arrancar las carcajadas de la audiencia del primer congreso estatal del edadismo que organiza la Diputación de Barcelona a partir de este martes y hasta el próximo 7 de noviembre.

Si hay profesionales a los que el edadismo, la discriminación por causa de la edad, impacta en medio de la carrera son las actrices, porque la industria o la sociedad en pleno no les perdonan que envejezcan y les cambie la cara a medida que cumplen años. De este modo, la profesión engulle nombres, y pocas, muy pocas, entran en el Olimpo de las leyendas, mientras que, respondiendo a la primera pregunta de Ndongo, entre los hombres referentes se puede elegir y barajar entre un abanico de todas las edades. "No conocen a la maravillosa Ana Torrent [una actriz que empezó a actuar desde muy pequeña], pero sí Alejandro Amenábar", dice para resumir el estado de la cuestión.

La fascinación de la juventud

Pero en una profesión en la que prima "la fascinación por la juventud", en palabras de la periodista Milagros Oliva, que ofició de moderadora entre la charla de las dos actrices en la inauguración del Congreso, Ndongo quiso poner un poco de luz: "Las cosas están cambiando", dijo. El cambio que supone que haya más papeles protagonistas para mujeres de más de 40 o 50 años o más guiones con historias de mujeres lo lideran "otras mujeres", desde directoras o productoras hasta guionistas que sacuden al sector, dominado por "dinosaurios que tienen todo el poder" y que dominan "todos los -ismos", del masismo, del masismo, la actriz. Ndongo admite que tradicionalmente ha sido muy complicado que directivos de cadenas o productoras confiaran en el talento de profesionales mujeres y, en cambio, aceptaban las propuestas firmadas por hombres y protagonizadas por hombres. "Para ellos todo fue más fácil", coincidieron ambas artistas.

Tanto Ndongo como Comes se han puesto a escribir, e incluso esta última está de gira con dos espectáculos propios que ha escrito adaptándolos a sus circunstancias personales. "En uno puedo sentarme o ir con el bastón y en el otro estoy en una consulta médica", apunta.

El edadismo, una discriminación estructural que afecta a todos los ámbitos y clases sociales, es el tema central del dossier especial del ARA de este domingo. Podrá encontrar historias en primera persona y la entrevista en Vânia de la Fuente, referente internacional en la lucha contra el edadismo y autora de la estrategia que quiere desplegar la Diputación de Barcelona. El objetivo es "visibilizar" la discriminación y concienciar a la sociedad de la importancia de "no perder el bagaje de las personas mayores", ha dicho la presidenta de la Diputación de Barcelona, ​​Lluïsa Moret.

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