Elena promete una nueva Ley de Policía antes de que acabe el año
El 'conseller' de Interior sorprende a JxCat con el anuncio de una reforma normativa que se arrastra desde hace mucho tiempo
BarcelonaEl conseller de Interior, Joan Ignasi Elena, ha prometido este viernes que el anteproyecto de la nueva Ley de Policía llegará antes de que acabe 2022. En concreto, prevé que este mes de abril arranque el debate con el sector, el mundo local y los grupos parlamentarios y que el nuevo marco normativo para los cuerpos de seguridad se apruebe el último trimestre de este año. La ley está en fase de redacción de bases con la reciente creación de un grupo de trabajo, según ha anunciado Elena a la comisión de estudio sobre el modelo policial, constituida a raíz de una promesa de ERC a la CUP después de que una joven perdiera un ojo por un proyectil de foam en las protestas por el encarcelamiento del rapero Pablo Hasél. "Es urgente aprobarla", ha afirmado, y ha añadido que es una "condición necesaria" que la redacción coincida con la comisión. "Sin ella, la ley no podría ir en la buena dirección", ha añadido.
El titular de Interior ha explicado que el departamento ya trabaja en esta nueva normativa de forma prioritaria porque la Ley de Policía de Catalunya de 1994, la norma vigente, que es anterior a la reforma del Estatuto de 2006, está "obsoleta". Según ha defendido, uno de los grandes objetivos de la nueva ley tiene que ser la feminización del cuerpo –y, por eso, habrá una reserva del 40% para mujeres en las próximas convocatorias de plazas– y la reducción del uso de la fuerza, si bien no ha detallado como qudaría reflejado en la normativa. Además, ha destacado que es una "excelente oportunidad" para evidenciar la vocación de proximidad y el giro "social, democrático, feminista, ambiental y de modernización" en la tarea policial, así como para diseñar un sistema para los Mossos d'Esquadra, los policías locales y los Agents Rurals "manteniendo las singularidades propias y con el absoluto respeto por las competencias del mundo local". También quiere fortalecer la coordinación con Bomberos y Protección Civil.
Ahora bien, el hecho de que Elena (ERC) haya aprovechado la comisión para poner fecha a una normativa que se ha intentado modificar sin éxito desde la época en la que el conseller era Miquel Buch ha sorprendido a los grupos parlamentarios. Y, en este sentido, el diputado de JxCat Jaume Alonso-Cuevillas, su socio de Govern, ha expresado sus dudas sobre si era "oportuno políticamente" que se aborde el cambio legislativo en el Parlament a la vez que se está debatiendo el cambio en el modelo policial. "Cuando el Govern apruebe el anteproyecto de ley, ya llegará al Parlament y la comisión de Interior hará la oportuna ponencia y se discutirá", ha reprochado. Ante las quejas, a las cuales también se ha sumado el PSC, Elena ha defendido que no pueden posponer la redacción de la ley hasta que acabe la comisión porque los trámites legales son muy largos y temen que se agote la legislatura sin haberla aprobado.
Descartado el órgano externo para los abusos policiales
Uno de los elementos más polémicos en las sesiones de la comisión que estudia cómo tendría que ser el modelo policial es la fiscalización de los agentes, especialmente por los posibles abusos policiales. Hace dos semanas la entidad de derechos humanos Irídia reclamó a la propia comisión la creación de un órgano externo en los Mossos d'Esquadra y en su división de asuntos internos que vigile y sancione los posibles excesos policiales. Y, a pesar de que obtuvieron el apoyo de los grupos parlamentarios de la CUP y En Comú Podem, Elena ha descartado esta posibilidad alegando que los Mossos "ya están muy evaluados" por órganos internos y externos –ha citado al Síndic de Greuges–. Además, ha lamentado que a menudo se "mitifique" el término organismo externo.
Lo que Elena sí que ve con buenos ojos es que se añadan nuevos mecanismos o medidas que mejoren el control de la actuación de los agentes, pero ha añadido que no le correspondía en este momento apuntar cuáles se tendrían que implementar. En la misma línea, el comisario en cabeza de los Mossos d'Esquadra, Josep Maria Estela, ha dicho que queda en manos del Parlament la decisión de establecer si hacen falta organismos externos para fiscalizar y supervisar los comportamientos de los policías. Aun así, sí que se ha posicionado a favor de desplegar mecanismos de geolocalización en los agentes y vehículos policiales como mecanismo interno de control de posibles excesos policiales, así como establecer la trazabilidad de los proyectiles de foam. Sobre este último punto, Elena no ha querido entrar a debatir sobre la vigencia de estas armas y se ha limitado a advertir que la policía tiene que estar "técnicamente y tecnológicamente muy preparada" para que el uso de la fuerza sea el último recurso.