Hasta 1.231 personas viven en la calle en Barcelona, un 15,7% más que hace un año
Cerca de un tercio de los sintecho duermen en Ciutat Vella
BarcelonaPor lo menos 1.231 personas viven en la calle en Barcelona. Este es el recuento que hizo la Fundación Arrels el 15 de junio, peinando calle por calle la ciudad con 522 voluntarios que encuestaron a 354 sinhogar. La entidad dice que es una "cifra de mínimos", porque no los pueden haber detectado a todos, a pesar de que supone un incremento del 15,7% de las personas que detectó hace un año. Pero con una mirada más retrospectiva, el dato todavía es más aterrador: en 2008 vivían 658 personas en la calle, según Arrels, es decir, que la cifra de personas sin hogar en Barcelona ha crecido un 87% en 14 años, prácticamente se ha doblado. "Cada vez son más las personas que se ven abocadas a hacer vida al raso", constata Arrels, que reclama más atención social y más políticas públicas para hacer frente al sinhogarismo.
El fenómeno del sinhogarismo está especialmente enquistado en Ciutat Vella: allí duermen 344 personas en la calle, el 28% de los sintecho de Barcelona. Los distritos del Eixample, con 297 personas (24%), y Sants-Montjuic, con 183 (15%), son las otras zonas de la ciudad donde más sintecho hay. También hay 159 personas durmiendo en la calle en Sant Martí (13%), 67 a Horta-Guinardó (5%), 54 en Nou Barris (4%), 43 en Les Corts (3%), 34 en Sarrià-Sant Gervasi (3%), 32 en Gràcia (3%) y 18 en Sant Andreu (1%). Es importante destacar, sin embargo, que así como se recorrieron todas las calles de Ciutat Vella, Sant Martí y Les Corts y casi todo el Eixample, Sants-Montjuic y Gràcia, los voluntarios de Arrels solo pudieron revisar "una parte" de Sarrià-Sant Gervasi, Horta-Guinardó, Nou Barris y Sant Andreu.
"Vivir en la calle no es un hecho normal: dormir, descansar siempre atento a lo que pueda pasar, comer, ocupar el tiempo libre, ir al lavabo o ducharse son acciones que hacemos de manera rutinaria las personas que disfrutamos de un alojamiento, pero para las que viven en la calle se pueden transformar en dinámicas difíciles de sostener, tanto en invierno como el verano", destaca la entidad, que reclama a las administraciones que destinen más recursos para atenderlas. "Es un problema que afecta cada vez a una parte mayor de la población y que tiene que ver con el acceso a derechos tan básicos como el de la vivienda, entre otros", afirma Ferran Busquets, director de Arrels.
Las propuestas
Arrels reclama más facilidades para que las personas sin casa accedan a la vivienda pública y a promociones específicas. La Fundación critica que la vivienda pública en la ciudad no supere el 2% del total y lamenta que el plan de lucha contra el sinhogarismo no ha logrado el objetivo que se proponía de habilitar 150 viviendas siguiendo el modelo nórdico del housing first, que incide en la prioridad de tener un techo decente para construir una "vida digna y autónoma". Además, también propone modificar la mesa de emergencias sociales de Barcelona, que tiene una normativa propia y no prevé que las personas que viven en la calle puedan acceder a una vivienda social, mientras que la mesa de emergencia catalana sí que lo hace. "El acceso a la vivienda tampoco tiene que estar condicionado por la falta de recursos económicos, el estado de salud de la persona o el consumo de tóxicos", apunta Arrels.
Para acabar, la Fundación plantea abrir espacios pequeños en los barrios para ofrecer lugares seguros donde pasar la noche y adaptarse a las necesidades de ciertos colectivos, como las mujeres o las personas LGTBI, los que tienen animales de compañía o bien problemas de salud. El objetivo es superar el modelo actual "de albergues masificados y con lista de espera" y avanzar hacia una alternativa territorializada que, además, es más económica.