Emergencia social

Las entidades necesitan 1.400 pisos urgentemente para poder atender a los colectivos vulnerables

Actualmente tienen 4.000 viviendas en las que viven 10.000 personas, un 40% más que hace seis años

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Un piso de alquiler social a la calle Borrell

Barcelona"No damos abasto para atender todas las peticiones que recibimos", admite la presidenta de la Mesa del Tercer Sector Social de Catalunya, Francina Alsina. La desigualdad social que ha provocado la crisis sanitaria ha hecho que las peticiones de ayuda "se multipliquen", también en uno de los ámbitos más básicos y sensibles, el de la vivienda. Las entidades sociales han explicado esta mañana que necesitan 1.400 pisos de forma urgente, en un periodo máximo de tres años, para poder dar respuesta a todas las demandas de familias vulnerables. De estos, más del 80% son viviendas que se requerirán, incluso, antes de dos años.

Esta es la conclusión del último censo de pisos que ha hecho la Mesa –junto con Cohabitac y Habitat3–. El informe se ha hecho mediante una encuesta a todas las entidades sociales que dan alojamiento a sus usuarios, es decir, que de una manera u otra gestionan o facilitan pisos sociales. "Necesitamos estos pisos sociales para dar una salida a los más vulnerables y evitar que acaben escogiendo otras alternativas, como la ocupación o la infravivienda", ha explicado Alsina. "Todavía tenemos muy presente el incendio de la Plaça Tetuan, donde murió una familia entera, el incendio en una nave de Badalona hace apenas un año o los desalojos de Sant Roc, y el problema siempre es el mismo: pobreza, pobreza y pobreza", ha lamentado la presidenta de la Mesa.

Actualmente, las entidades catalanas gestionan más de 4.000 pisos, donde viven 10.000 personas. Es un 40% más de personas atendidas que en 2015, cuando se hizo el último censo. "La realidad es cada vez más dura, por eso necesitamos cada vez más pisos para atender a más gente", ha explicado la presidenta de Habitat3 y coordinadora del informe, Carme Trilla. El perfil de los beneficiarios actuales también es muy claro. Hay un 74% de adultos y un 26% de niños y adolescentes viviendo en estos pisos. El 15% de los casos son familias o personas en riesgo de exclusión social, seguidas muy cerca de las personas que tienen algún tipo de problema de salud mental (14%). También hay un 11% de jóvenes beneficiarios y un 10% de personas con algún tipo de discapacidad. Según el censo presentado este martes por la Mesa, un 18% de los usuarios accede al piso de manera gratuita, mientras que la mayoría (un 70%) pagan entre 150 y 300 euros de alquiler. "Todos estos colectivos tienen dificultades añadidas para acceder al mercado de la vivienda; estamos hablando de personas que necesitan un acompañamiento, que viven en la desigualdad", ha subrayado Trilla.

"Hay un cuello de botella evidente"

La demanda de pisos sociales para entidades crece sin cesar porque las desigualdades aumentan, pero también porque los pisos no tienen rotación de usuarios. Este es uno de los aspectos que más preocupa a las entidades, según el informe. "Hay familias que están seis o siete años en el piso, porque hay un cuello de botella: como falta alquiler asequible, aunque las entidades intervengan y la situación de estas familias mejore, no tienen dónde ir después; porque ir al mercado de alquiler, con los precios actuales, es impensable", ha dicho Trilla.

Por este motivo el presidente de Cohabitac, Pere Esteve, también ha insistido en la necesidad de incluir esta cuestión en los presupuestos de 2022. "Estamos intentando que en los planes de vivienda del año que viene se tenga en cuenta que parte de los fondos europeos Next Generation se podrían utilizar para hacer pisos en régimen especial, a 5 euros el metro cuadrado, que daría unos alquileres de alrededor de unos 300 euros", ha argumentado. "Esto nos daría un colchón de pisos muy necesario", ha coincidido Trilla.

¿Qué tipo de piso hace falta y dónde?

Las entidades no son escrupulosas: "Necesitamos pisos de todo tipo, grandes y pequeños, y en varios lugares de Catalunya". Las organizaciones adheridas a la Mesa han detectado un aumento de peticiones de ayuda sobre todo en Barcelona y al área metropolitana, pero también en Lleida, en las Terres de l'Ebre y al sur de Girona. Con todo, la Mesa ha querido aclarar que el informe no es una radiografía de las necesidades del país, sino de la demanda detectada ahí donde las entidades tienen su ámbito de actuación. "Las necesidades en Catalunya son infinitamente superiores a lo que han detectado nuestras entidades –explica Trilla–, nosotros solo pedimos 1.400 pisos, cuando en Catalunya probablemente hacen falta más de 350.000. Lo que piden las entidades prácticamente se tendría que poder resolver de hoy para mañana, y si no, nos tendría que caer la cara de vergüenza como sociedad", ha evidenciado la presidenta de Habitat3.

Para conseguir todas estas viviendas las entidades han hecho un llamamiento triple: a las entidades financieras, para que les faciliten la financiación; y también a las administraciones y a los particulares, para que les cedan pisos que no utilizan. "Es incomprensible que, en la situación actual, todavía haya pisos vacíos", ha espetado Alsina. De hecho, en los últimos años las entidades sociales aseguran que han hecho "un gran esfuerzo" para comprar vivienda con el derecho de tanteo y retracto, pidiendo créditos al ICF, haciendo promociones sociales en suelo público y pagando un canon para los pisos cedidos temporalmente, ya sean públicos o de particulares. "Hacemos todo lo posible, pero nuestros recursos son limitados; necesitamos más pisos", ha concluido la presidenta de la Mesa, Francina Alsina.

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