Mossos d'Esquadra

Estela encara el final del mandato al frente de los Mossos

Interior estudia una dirección de transición hasta diciembre sin el actual comisario jefe, que ha recibido el apoyo de los sindicatos de mandos

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Josep Maria Estela, comisario en ninguno de los Mossos.

BarcelonaA estas alturas, la principal incógnita a resolver en cuanto a la dirección de los Mossos d'Esquadra es si el comisario jefe, Josep Maria Estela, dimitirá o si antes de hacerlo lo harán cesar. La situación, después de meses de tensiones en la cúpula del cuerpo, parece ya irreconducible. De hecho, tal como explicó este sábado el ARA, Estela puso el cargo a disposición del conseller de Interior, Joan Ignasi Elena, antes del verano por los desacuerdos en "la preservación de la gobernanza interna del cuerpo". Elena lo convenció para que no dimitiera, pero la relación, lejos de reconducirse, no ha hecho más que empeorar. Hasta hace poco la intención del Govern era aguantar a Estela al menos unos meses, a pesar de que ya había muchas dudas sobre su liderazgo, y después reestructurar la cúpula. Los últimos acontecimientos y el último choque con Elena por la elección de las nuevas comisarias alejan este escenario y acercan otro más precipitado: Estela puede dejar de ser jefe del cuerpo en cuestión de días e Interior configuraría un gobierno de transición en los Mossos hasta que pudiera establecer una nueva dirección definitiva, probablemente en diciembre.

Este mismo domingo al atardecer, el sindicato de mandos de los Mossos, SICME, ha mostrado su apoyo a Estela. En un comunicado, la organización ha advertido de que hace falta "estabilidad, continuidad y respeto a la jefatura del cuerpo" y que no tolerará que se ponga en entredicho la profesionalidad del comisario jefe. Por eso, ha anunciado que ha pedido una reunión "urgente" con el conseller de Interior, Joan Ignasi Elena, y con el director general de la Policía, Pere Ferrer, y está valorando celebrar un congreso extraordinario para "analizar la situación actual y escuchar a la mayoría de los mandos". También el sindicato de mandos de la escala intermedia de los Mossos, SEIME, ha apoyado la "labor" de Estrella y ha afirmado que la nueva jefatura "necesita tiempo y estabilidad".

La decisión sobre si tumbar ya a Estela o mantenerlo al frente del cuerpo se tendría que tomar los próximos días, según fuentes con acceso a la situación de la cúpula. De hecho, fuentes del departamento apuntan que Interior ya está pensando en su sustituto. Estela también se ha dado hasta principios de semana para pensar si dimite. La relación entre Elena y Estrella ya se tensó mucho por el pulso que el jefe del cuerpo mantuvo con su segundo, Eduard Sellent. El motivo, según fuentes internas del cuerpo, es que desde el comienzo Sellent estableció una línea directa con el poder político que "sobrepasaba sus funciones". Además, las mismas fuentes apuntan a una línea de transmisión de órdenes políticas excesiva que en "muchas ocasiones contradice decisiones técnicas". Sea como sea, el primer choque con Sellent ya provocó una pérdida importante de la confianza de la dirección política en Estela. El jefe del cuerpo planteó un pulso que perdió: o él o Sellent. Y fuentes de Interior reafirman que Sellent continuará. Estela, después de los últimos episodios, incluso empieza a estar apartado de algunas decisiones operativas, que toman Sellent y la intendente Rosa Bosch.

Este viernes el jefe del cuerpo y el conseller se reunieron para elegir a seis nuevos comisarios entre los 12 que habían obtenido la máxima nota en el proceso de selección. Estela, que formaba parte del tribunal, apostó por seleccionar a cuatro hombres y dos mujeres. Elena, en cambio, a cuatro mujeres y dos hombres. La elección del comisario jefe dejó "perpleja" a la cúpula de Interior, que consideraba lógico elegir a cuatro mujeres para seguir con el objetivo de feminizar el cuerpo. Este último choque podría haber sido el definitivo. Con todo, no hay ninguna reunión programada para hablar.

Dirección de transición

La conselleria de Elena ve en la nueva hornada de comisarios –escogida este viernes– personas con potencial para liderar el cuerpo, pero no lo podrán hacer hasta diciembre, cuando acaben un curso de formación. Interior piensa sobre todo en situar a una mujer al frente de los Mossos. Para llegar aquí la conselleria de Elena contaba con aguantar a Estela, pero si todo se rompe, serán necesarios unos meses de dirección de transición. Actualmente, la jefatura está formada por Estela, Sellent, la intendente Rosa Bosch –que es una de las seleccionadas para ser comisaria– y la inspectora Montserrat Escudé. Uno de los mejor posicionados para ejercer de líder de esta transición es precisamente Sellent, tal como ha avanzado La Vanguardia, pero fuentes de Interior aseguran que la decisión no está tomada.

Sellent tiene una larga trayectoria en el cuerpo. Ya fue jefe de los Mossos durante el mandato de Miquel Buch como conseller y es un comisario que cuenta con la confianza de Elena. Entre los varios destinos que ha ocupado, destaca el liderazgo de la Comisaría General de Información. Además, se tiene que tener en cuenta que, si Estela cae, Sellent será el único comisario de la jefatura –el rango más alto del cuerpo a excepción del mayor–. Bosch todavía no es comisaria formalmente y Escudé es inspectora. Por lo tanto, también por cuestión de rango, Sellent está por encima de Bosch y Escudé.

En buena parte, Sellent también es protagonista de las desavenencias que han provocado que el liderazgo de Estela esté en un callejón sin salida. Desde un principio, Estela notó que si bien por cargo él era el primero, a ojos de la dirección política lo era Sellent. También hay más discrepancias de fondo con el cuerpo: mientras fuentes de Interior centran las diferencias en la "feminización del cuerpo" que quiere aplicar Elena, algunas fuentes internas del cuerpo hablan de injerencias políticas que no entran dentro de la "razonable sujeción a las políticas públicas como policía democrática". Las mismas voces consideran, además, que detrás de la intención explícita del departamento de "rejuvenecer" y "feminizar" el cuerpo se esconden otros objetivos, como situar mandos que acepten intromisiones políticas.

Este malestar se remonta a la época de Josep Lluís Trapero, que todavía es mayor, como jefe del cuerpo. Trapero fue apartado, igual que el entonces el jefe de la Comisaría General de Investigación Criminal, Toni Rodríguez. A mediados de año, Rodríguez llevó su cese a los tribunales y ya apuntó a una "desviación de poder". Concretamente, señaló a Sellent, acusándolo de intentar obtener información sobre causas judiciales que afectaban a políticos catalanes como Miquel Buch, entonces conseller de Interior, o Laura Borràs, presidenta del Parlament suspendida. Ahora, para que Estela quiera continuar en el cargo, según apuntan fuentes de su entorno, tienen que existir los condicionantes para que pueda tener "capacidad de liderar" y tomar decisiones en "los ámbitos de su responsabilidad". La situación está en un punto de no retorno.

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