La NASA regresa a la Luna

¿Qué ha fallado? ¿Por qué el cohete hacia la Luna tendrá que esperar?

Problemas técnicos e imprevistos obligan a aplazar la misión espacial Artemis I con destino a la Luna

EL SLS, el cohete de la misión Artemis, ha hace días que está situado a la plataforma de lanzamiento que la NASA tiene en Florida.
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BarcelonaEl primer intento ha resultado fallido. Artemis I, la misión espacial que tiene que evaluar todos los sistemas e innovaciones de la SLS, la nave espacial que pretende orbitar la Luna y volver a la Tierra en un plazo de cuatro a seis semanas, de momento no ha resultado exitoso. Las explicaciones oficiales que ha dado la NASA, la agencia espacial norteamericana, son “problemas técnicos imposibles de predecir con antelación”, a pesar de que presumiblemente también podría haber algún error de diseño y fallo tecnológico que ahora habrá que resolver casi a contrarreloj. El segundo intento se ha fijado para el 2 de septiembre.

El día ya no ha empezado bien en la estación espacial Kennedy, en Florida, cuando los primeros informes meteorológicos apuntaban altas probabilidades de lluvia y viento y una notable reducción de la visibilidad. Pero el día ha amanecido claro y ha vuelto el optimismo. Sin embargo, ya se había acumulado un primer retraso sobre el horario previsto que hacía pensar que a las 14.33, hora catalana, no sería posible que el cohete se elevara. El hecho de haber predefinido una ventana temporal de dos horas hacía pensar, sin embargo, que la misión salía adelante.

Poca rato después se han detectado dos problemas que el equipo de 91 ingenieros que trabajan en la misión no han sido capaces de resolver. En primer lugar, fallaban las comunicaciones con el centro de control. Sorprendentemente, los sistemas de comunicación y control no iban a la hora, cosa inaudita si se tiene en cuenta que la nave no es tripulada y que todas las operaciones de vuelo se gobiernan desde tierra.

La segunda dificultad, que finalmente es la que ha obligado a cancelar la misión, se ha detectado cuando se completaban las operaciones de carga de combustible, oxígeno e hidrógeno líquidos. Hacia las 11.45 horas se daba la carga por terminada, pero lo que parecía un problema menor, un pequeño escape, se había hecho grande. El tanque de hidrógeno líquido tenía un escape que no se podía contener de ninguna forma. Los primeros análisis mostraban que se había formado una capa de hielo que alteraba el funcionamiento normal del tanque. Una cuestión, por otro lado, previsible si se tiene en cuenta que el hidrógeno líquido tiene que viajar a una temperatura de 253 grados negativos.

Cuando la NASA ha comunicado la cancelación del lanzamiento, se ha limitado a informar de estos problemas técnicos y que el equipo de ingenieros había empezado a compilar datos para averiguar con precisión dónde y cuál había sido el error. El cohete no se ha elevado por el evidente riesgo de pérdida de control y el temor de un accidente. Detrás se esconde el miedo de Estados Unidos y de Europa a que la carrera espacial ahora retomada –y en la que compiten nuevos actores como China– se tenga que posponer.

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