Interior dice que no podía evitar el mitin de Vox y pide endurecer la persecución de delitos de odio

Sàmper dice que Josep Costa (JxCat) se equivocó no mirando quién iba a la cumbre independentista

Ara
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Abascal punxa en la celebració del Dia de la Constitució a Barcelona

Barcelona"Vimos que se tenía que hacer, que no teníamos escapatoria". Es la justificación del conseller de Interior, Miquel Sàmper, por haber permitido el mitin de Santiago Abascal (Vox) en Barcelona para celebrar el Día de la Constitución, que derivó en una clara exaltación del nazismo con brazos levantados y simbología fascista. El conseller ha explicado en una entrevista a Radio 4 que el real decreto de alarma tiene como excepción de los confinamientos los derechos de manifestación y reunión y que, por eso, se pudo hacer el acto. També ha dicho que quedan fuera de la limitación de movilidad los cargos institucionales en su ejercicio, como el propio Abascal, que podía desplazarse hasta Barcelona. El conseller ha explicado que los Mossos d'Esquadra sí actuaron para evitar que dos bloques antagónicos, la ultraderecha y los CDR, se encontraran: "Es evidente que si permitimos que la extrema derecha y los antifascistas se junten, no acabará bien".

Sàmper ha considerado que "afortunadamente" el derecho a la libertad de expresión y manifestación es "enorme", pero ha apuntado que la excepción son los delitos de odio, que incluyen la negación de los genocidios. Y ha lamentado que en España esto "no está tan bien resuelto como en otros países de Europa". El conseller ha explicado que no habido muchas persecuciones legales de hechos así y que él sería partidario de endurecerlo: "Cualquier conducta fascista tendría que ser penalizada y perseguida judicialmente". Ha apuntado que es una competencia estatal y que él, en cualquier caso, llevará los hechos de este domingo a la Fiscalía. El conseller ha asegurado que se hicieron identificaciones y dos detenciones de personas por haber roto una orden judicial de prohibición de participar en manifestaciones y reuniones.

El conseller de Interior también se ha referido a la otra polémica del fin de semana: las repercusiones por la cumbre independentista con partidos xenófobos. Sàmper ha defendido que Josep Costa, de JxCat, asistió porque no sabía quién participaba. Ha reiterado que Costa llegó tarde y se fue antes de que acabara el encuentro, que era telemático, y ha apuntado que su "error" fue no comprobar antes quién estaría en la reunión. "Conozco a pocas personas que sean menos cuestionables en el ejercicio de derechos y libertades; tiene toda mi confianza", ha defendido, y ha apuntado que ahora todos estarán más alerta de ver quién está en las reuniones: "Ha sido un error".

En cuanto al escenario postelectoral, el actual titular de la conselleria de Interior ha defendido una nueva alianza de gobierno entre JxCat y ERC como la manera de avanzar hacia el proyecto independentista, y ha dicho que un pacto de ERC con comunes y PSC supondría que Pere Aragonès ha "faltado a la verdad" en sus declaraciones.

"Todos los matrimonios tienen dificultades, y a menudo después de las crisis vienen las consolidaciones", ha apuntado en referencia a la difícil situación que viven ahora los socios de gobierno. De hecho, ha lamentado que en la gestión de la crisis sanitaria ha habido cosas que no se han hecho bien y que por eso, ha dicho, él ya pidió disculpas en el Parlament: "Nos hemos equivocado en muchas cosas y pedí perdón". Y ha cuestionado la estrategia de ERC de pactar presupuestos con el gobierno español, a quien ha acusado de no cumplir históricamente con sus compromisos: "Ojalá yo me esté equivocando, pero la historia demuestra que no es así".

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