Justicia

La juez deniega la libertad al 'pistolero de Tarragona' el día antes de que reciba la eutanasia

La magistrada de Tarragona ve riesgo de que alguien lo ayude a huir si lo trasladan a un hospital convencional

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Marin Eugen Sabau, el pistolero de Tarragona que ha pedido la eutanasia, en una foto de archivo cuando era vigilante de seguridad.

BarcelonaEl juzgado de instrucción 5 de Tarragona ha denegado la libertad al pistolero de Tarragona, Eugen Sabau, el día antes de que reciba la eutanasia. El abogado de Sabau había pedido la libertad para su cliente para que se pudiera despedir de su familia desde un hospital convencional. El pistolero, que hirió a tres excompañeros de trabajo y dos agentes de los Mossos d'Esquadra, se encuentra ingresado en el hospital penitenciario de Terrassa. En un auto firmado este lunes, la magistrada argumenta que recibirá la misma atención y tendrá las mismas garantías en un hospital penitenciario que en uno convencional. Pero añade que, en caso de llevarlo a otro centro, no tendría vigilancia policial y "cualquier tercero, familiar o amigo, podría acceder fácilmente y facilitarle la fuga".

Las víctimas habían pedido a la justicia que paralizara el procedimiento de eutanasia porque consideraban que el sistema les tenía que garantizar una reparación por las lesiones sufridas, pero tanto la juez del caso como la Audiencia de Tarragona argumentaron que el preso tenía derecho a pedir el procedimiento. Las dos resoluciones explicaban que el hecho de estar privado de libertad no podía ser un obstáculo para acceder a una muerte digna y llegaban a la conclusión de que el derecho a morir dignamente tenía que estar por encima del derecho a reparación de las víctimas.

Tampoco hubo discusión cuando el caso llegó al Tribunal Constitucional, que se pronunció en el mismo sentido. Ahora bien, una cosa es el qué y la otra el cómo. Y en este sentido, la juez de Tarragona considera que el derecho que ha pedido Sabau se puede ejercer con las mismas garantías desde el hospital penitenciario que desde cualquiera otro centro, donde, en cambio, no habría la vigilancia policial. La juez admite que la situación médica del preso, que sufre una lesión medular grave que afecta a su movilidad y le provoca sufrimiento, ha "mitigado enormemente" las posibilidades del hombre de huir, de destruir pruebas o de volver a delinquir, los tres requisitos que se valoran a la hora de acordar la libertad provisional de un recluso.

Ningún arrepentimiento

A pesar de todo, la juez tiene en cuenta que Sabau tiene programada la eutanasia para mañana mismo y argumenta que, sin vigilancia, habría la posibilidad de que recibiera la ayuda de alguien para "huir", y más sabiendo que en caso de echarse para atrás lo espera un camino judicial "oscuro", que puede acabar en una condena de "diversos años de prisión". En este sentido, la magistrada cree que la posibilidad de una fuga se ve "augmentada" por el hecho de que el preso no ha demostrado nunca ningún tipo de "arrepentimiento" por lo que hizo, lo que demostraría que no tiene ninguna intención de asumir una responsabilidad.

"D. M. E. S. no ha manifestado en ningún momento su arrepentimiento por los hechos ni ha pedido perdón a las víctimas, de donde se desprende una escasa voluntad por su parte de asumir responsabilidades por sus actos, al menos en el procedimiento judicial en el cual está inmerso".

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