Tribunales

Absuelto sin juicio el guardia urbano que disparó a un sinhogar en el abdomen en Barcelona

El tribunal expulsa en el último momento la acusación de la Fundación Arrels, que recurrirá la decisión

El Palacio de Justicia de Barcelona, que acoge la sede del Tribunal Superior de Justicia y de la Audiencia de Barcelona, en una imagen de archivo
ARA
22/10/2025
3 min

BarcelonaElagente de la Guardia Urbana de Barcelona que en el 2020 disparó un disparo en el abdomen a un hombre sin hogar que caminaba por el paseo de Sant Joan con un cuchillo en la mano ha quedado absuelto sin llegar a ser juzgado. Los magistrados de la sección segunda de la Audiencia de Barcelona han expulsado de la causa, en el último minuto, a la Fundación Arrels. Esto ha derribado la única acusación que quedaba en pie contra el agente, ya que la Fiscalía no le atribuía ningún delito y la abogada del afectado también fue expulsada de la causa porque el hombre que vivía en la calle, Marjan, está ilocalizable desde hace años.

Los magistrados han justificado que, al no constar en ningún escrito que Marjan autorizara a Arrels a ejercer la acusación en su nombre, la entidad no podía intervenir en el juicio que debía hacerse este miércoles. Esto contradice la decisión de otra sala de la Audiencia de Barcelona, ​​la sección séptima, que en el 2022 autorizó a Arrels a comparecer como acusación popular. La entidad justificaba su presencia basando la acusación en que el agente habría disparado por aporofobia, la fobia a la pobreza, y ha mostrado la "decepción" para que el agente haya sido absuelto sin siquiera ser juzgado, por lo que apunta que los jueces vuelve a "excluir" al acusado del derecho fundamental a la justicia.

Antes de ser apartada del procedimiento, Arrels pedía una condena de 10 años de cárcel por intento de homicidio con el agravante de aporofobia. La abogada de Arrels, Eva Hobeich, ha anunciado que recurrirán contra la decisión del tribunal. Según defiende, el tribunal ha optado por aplicar "un formalismo judicial", "una interpretación tan estricta que hace que no se pueda hacer un juicio para garantizar los derechos" de Marjan. "Las personas sin hogar no tienen teléfono, no tienen casa en la que se les pueda localizar. Entendemos que es una interpretación muy restrictiva y muy contraria a los derechos fundamentales y al derecho de acceso a la justicia", ha añadido Hobeich.

De hecho, Marjan está en rebeldía para la justicia. En paralelo a la acusación que pesaba sobre el policía, tanto el agente como la Fiscalía acusan al indigente de un delito de atentado contra la autoridad. La fiscal pidió que la pena de prisión se sustituya por cuatro años de internamiento en un centro psiquiátrico, ya que el hombre sufre un trastorno mental que en el momento de los hechos le impedía ser consciente de lo que hacía. El juicio a Marjan también debía hacerse hoy, pero el delito que se le atribuye impide que se le juzgue si no está presente en la sala. En este punto, Arrels reprochó a los tribunales que no se adapten a las circunstancias personales de las personas sin hogar y, aprovecha para reclamar formaciones en aporofobia a los funcionarios públicos.

Acusaciones cruzadas

Las acusaciones cruzadas a juzgar este miércoles se remontan por la tarde del día 21 de noviembre del 2020, cuando Marjan estaba en la entrada de un edificio del paseo de Sant Joan con sus pertenencias acumuladas, que impedían el acceso de los vecinos de la finca. Un vecino llamó a la Guardia Urbana para que actuara. Cuando llegaron los agentes en el coche policial, Marjan empezó a andar rápidamente por el paseo arriba y abajo con un cuchillo en la mano, mientras los agentes le requirieron que se detuviera y recogiera sus pertenencias. Según las acusaciones, el acusado no obedeció a los agentes y siguió caminando desde la calle Caspe hasta la plaza Tetuán, en la Gran Via.

Una furgoneta policial intentó cerrarle el paso, pero entonces, según las acusaciones, "se lanzó hacia el agente con el cuchillo en la mano derecha", hasta el punto de que el agente "temió por su integridad física". Cuando Marjan ya estaba a poca distancia, el agente disparó el arma reglamentaria: "primero un disparo hacia el suelo, que no detuvo al acusado, y un segundo disparo que le derribó", herido gravemente, añade el escrito de la Fiscalía. Tras ello, Marjan estuvo cuatro meses ingresado en el Hospital de Sant Pau hasta que le dieron el alta.

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