Seguridad

Llop advierte que los pinchazos son "un hecho grave de violencia contra la mujer"

Se investigan 23 casos en Catalunya, 6 en las Baleares y uno en Andorra

ARA
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Aauest sábado, como cada noche de verano, las calles de Lloret de Mar eran un bullici de jóvenes

BarcelonaEl fenómeno de los pinchazos en las discotecas sigue extendiéndose como una mancha de aceite. En Catalunya ya son 23 los casos denunciados, en las Islas Baleares –donde se presentó la primera denuncia del Estado– se investigan seis casos más y en Andorra también se ha detectado el primer caso. La inquietud de que la práctica ha generado en el ámbito social ha llevado a la Generalitat a reforzar los protocolos y a los Mossos d'Esquadra a incrementar los controles, ante un fenómeno que les "preocupa", explicaba en una entrevista al ARA la portavoz del cuerpo, Montserrat Escudé, y del cual hasta ahora todavía no han resuelto el intríngulis, puesto que no se ha identificado el tipo de sustancia que se inyecta ni por qué. Sea cuál sea el objetivo final, la ministra de Justicia, Pilar Llop, ve "un hecho grave de violencia contra la mujer".

Los cuerpos de seguridad del Estado tampoco han podido todavía identificar la motivación de los pinchazos porque hasta ahora, igual que en Catalunya, en ninguno de los casos denunciados en el Estado las víctimas han denunciado ninguna agresión o abuso sexual después de sufrirlas. A pesar de todo, en declaraciones a TVE, la ministra de Justicia ha recordado que la práctica constituye un delito de lesiones y que se puede añadir el "agravante" de género. En Catalunya todas las víctimas menos una son mujeres. Llop también ha subrayado la importancia de que las víctimas vayan rápidamente a un centro médico y que denuncien lo que les ha pasado.

Restos de éxtasis líquido

Tanto en Catalunya como en el resto del Estado las analíticas que se han hecho a algunas de las denunciantes no han encontrado restos de drogas, a pesar de que la mayoría de las víctimas presentaban mareos, vómitos y otros síntomas después del pinchazo. La única excepción es el caso de una menor de 13 años que supuestamente recibió un pinchazo en Gijón el fin de semana y dio positivo en éxtasis líquido (MDMA). La portavoz del Gobierno asturiano ha explicado que todavía están pendientes de más analíticas para determinar qué sustancia le pincharon.

Mientras tanto, desde el programa Energy Control de la Asociación de Bienestar y Desarrollo (ABD) se plantean "dudas" sobre el hecho de que los pinchazos sean un nuevo tipo de sumisión química para agredir sexualmente a las víctimas o abusar de ellas. Según la entidad, las sustancias inyectables para alterar el comportamiento de una persona son "más difíciles de obtener" y su administración requiere un grado de conocimiento.

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