Madrid ya piensa en prohibir macrofiestas de Fin de Año

Seis comunidades se coordinan para acordar limitaciones en la restauración y el ocio nocturno de cara a la noche del 31 de diciembre

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Membres del cuerpo de la policía nacional vigilan uno de los accesos a la Puerta del Sol ahora hace 1 año

MadridMadrid es una de las comunidades que lideran el ranking de contagios y tiene una de las incidencias acumuladas más elevadas del Estado (1.769 casos por cada 100.000 habitantes, según los últimos datos hechos públicos este lunes por el ministerio de Sanidad). Y también es de las únicas que aplican una política de 0 restricciones. "Lo que estamos buscando son situaciones para que la vida siga con una cierta normalidad, porque los cierres, como hemos visto en ocasiones anteriores, no sirven de nada", se ha reafirmado este lunes la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. Ahora bien, se acerca la nochevieja y parece que el gobierno madrileño sí ha decidido poner algunas limitaciones. De momento, cinco macrofiestas, con aforos de entre 500 y 1.000 personas, previstas en municipios del norte de la Comunidad y también en la capital española, cuelgan de un hilo.

Según explican fuentes del ejecutivo madrileño, están esperando el informe de Salud Pública para decidir si las autorizan o no, a pesar de que ya apuntan que es muy probable que se acaben prohibiendo porque los locales no están del todo condicionados. De hecho, esta mañana, el consejero de Sanidad madrileño, Enrique Ruiz Escudero, lo confirmaba en una entrevista a EsRadio: "Creo que quizás no es el mejor momento para celebrar acontecimientos extraordinarios con muchas personas, y esto es lo que se planteará a la Dirección General de Salud Pública". Desde la Comunidad, sin embargo, insisten en desvincular la posible prohibición de estas cinco macrofiestas con las campanadas en la Puerta del Sol, que aseguran que se mantendrán, pero con un aforo reducido a 7.000 personas. Además, el gobierno madrileño recuerda que no prevé imponer ninguna restricción a la restauración y el ocio nocturno.

Una estrategia que contrasta con la que han adoptado de forma coordinada seis comunidades autónomas ante la explosión de contagios. Se trata de Aragón, Navarra, el País Vasco, la Rioja, Cantabria y Asturias, que han acordado limitar horarios y aforos en la hostelería, la restauración y el ocio nocturno de cara a la noche de Fin de Año. Navarra, la Rioja y el País Vasco son las tres comunidades que lideran la incidencia acumulada de contagios y llegan a los 2.300 casos por cada 100.000 habitantes.

Los centros sanitarios, saturados

De cara las próximas semanas todavía veremos "cifras de contagios altas", ha advertido este lunes el presidente español, Pedro Sánchez, pero que no se replicarán, ha dicho, en un incremento exponencial de hospitalizaciones. Es cierto que los ingresos de momento no están creciendo al mismo ritmo que los contagios, y los expertos recuerdan que esto es fruto de la vacunación. Con todo, sí se ha notado un aumento de la presión asistencial, también en Madrid, donde los hospitales han visto cómo se duplicaban los ingresos en un mes. Si el 3 de diciembre había 546 pacientes hospitalizados por covid, ahora hay 1.369. En las UCI, el incremento ha sido más contenido y se ha pasado de 117 ingresados hace un mes a 201. "Madrid es una de las comunidades que más incidencia ha tenido y, junto con la vacunación, hace que se note un cierto colchón", argumenta el epidemiólogo Álvaro Goñi para explicar que el incremento de contagios vaya de la mano de una menor gravedad de los casos.

"Somos conscientes de que esta sexta oleada es muy explosiva en cuanto a los contagios, pero también en cuanto a la caída. Así que esto es cuestión de días que empiece a remitir", ha augurado Ayuso. La presidenta madrileña, sin embargo, no ha aportado ningún dato para hacer este pronóstico y ha continuado sin retractarse de sus palabras en las que acusaba a los profesionales sanitarios de no coger el teléfono de los centros o de "desaparecer". De hecho, sindicatos y asociaciones sanitarias están más que molestos con la presidenta madrileña por lo que dijo, pero también por no haber reforzado la atención primaria y el sistema de salud pública ante el incremento exponencial de contagios, tal como denuncia Fátima Cortés, miembro de la Asociación Madrileña de Salud Pública: "Estamos mal desde hace mucho tiempo, la gente está agotada".

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