Del Ebro a la Muga: el plan de los ingenieros para ganar agua en caso de sequía

El Observatorio del Agua dice que el Govern "ya conoce" su propuesta para conectar las redes de Tarragona, Barcelona y Girona

El pantano de Siurana
Catherine Carey
06/11/2025
3 min

BarcelonaDespués de tres años de grave sequía, Catalunya respira cierta tranquilidad. Los embalses han recuperado sus niveles, las restricciones se han relajado y la emergencia ya no es inminente. El Observatorio del Agua de Catalunya –que integra a los colegios profesionales de ingenieros de caminos, canales y puertos; de ingenieros agrónomos; de ingenieros industriales y de economistas– valoran positivamente los avances gubernamentales en la preparación de las infraestructuras hídricas de cara a nuevas emergencias, pero también ha vuelto este jueves a la carga con su propuesta estrella: la interconexión de las redes hídricas a ambos lados del país, desde el Ebro hasta la industria y la de la Muga, por redistribuir. Un plan que, según los impulsores, el Govern "ya conoce".

El proyecto, conocido como corredor del agua, se basa en la creación de una red flexible y bidireccional que permita responder con rapidez a emergencias hídricas. "Se trata de tener una red flexible, aportando agua cuando sea necesario a los territorios que la necesiten", explica el decano del Colegio de Ingenieros de Caminos (CECCP), Pere Calvet. En definitiva, no se trata de un sistema de transferencias fijas de volumen de agua, sino de un mecanismo de soporte puntual y reversible en todos los puntos del territorio.

De hecho, el Observatorio prioriza tres actuaciones que deben servir como eje del futuro corredor hídrico catalán. La conexión entre el Consorcio de Aguas de Tarragona (CAT) y el sistema Aigües Ter-Llobregat (ATLL) se basa en un modelo de corredor hídrico interconectado, con un caudal máximo de la conexión propuesto de 1,5 m³/s. Una unión que pivotaría sobre el desarrollo de la desalinizadora de Cunit –que reforzaría el suministro al sur de la región Metropolitana de Barcelona– y reduciría la dependencia del río Ebro en las comarcas de Tarragona.

La segunda conexión que proponen es la que llaman ramal norte, que debería garantizar el abastecimiento de las comarcas de Girona, el Fluvià y la Muga, más propensas a sufrir los efectos de futuras sequías según las proyecciones del Servei Meteorològic de Catalunya. En episodios de sequía, como el año pasado y anterior, el sistema Sau-Susqueda-Pasteral puede llegar a mínimos críticos y no existe alternativa de agua potable. La apuesta del Observatorio sería conectar estas cuencas con el resto del sistema catalán, asegurando la continuidad del suministro. Estos dos proyectos costarían unos 600 millones de euros.

El ente es optimista y señala que una vez consolidados estos dos ejes, se planteará aprovechar la modernización del canal de Urgell para establecer un enlace con Lérida. Esta tercera conexión, que remarcan que sigue en estudio, permitiría utilizar excedentes hídricos o de riego de las tierras de Lleida como reserva estratégica de emergencia para zonas del país en riesgo de sequía. Como en el resto de interconexiones, insisten en que no implicaría "ninguna transferencia permanente de agua", sino que sería un mecanismo puntual para "reforzar la solidaridad hídrica entre territorios".

Las desalinizadoras, claves

En estas proyecciones, la construcción de desalinizadoras es un factor determinante porque permiten dar la flexibilidad al sistema y que las conexiones sean realmente bidireccionales. La Generalitat ha encargado a la empresa estatal pública Acuamed la ampliación de la Tordera, que no entrará en funcionamiento hasta 2030. Por otra parte, está pendiente de aprobación la desalinizadora del Foix, que podría estar operativa a partir de 2031. En este sentido, el Observatorio advierte que el futuro se refuerce la capacidad ejecutiva propia del país. "Ahora que no tenemos la emergencia encima y que las actuaciones a corto y medio plazo están enfocadas es hora de plantearnos la red en alta con una visión 2050 priorizando los criterios de sostenibilidad. Lo haremos sin prisa, pero sin pausa", afirma Carles Conill, presidente de la Comisión de Agua del CECCP.

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