El IRTA niega que las obras en sus instalaciones puedan haber afectado a la bioseguridad de los laboratorios
El centro asegura que "no se está actuando ni en el edificio de biocontención ni en ninguna de las instalaciones operativas"
BarcelonaEl Centro de Investigación en Sanidad Animal (IRTA-CReSA) niega que las obras que se están realizando en sus instalaciones puedan haber afectado a la bioseguridad de sus laboratorios. Es el primer comunicado que hace el IRTA, al que ha podido acceder el ARA, desde que el viernes el ministerio de Agricultura anunció que está investigando si el brote de peste porcina africana (PPA) había salido de un laboratorio.
Después de que este miércoles se hubiera especulado si los trabajos que está haciendo el IRTA para ampliar sus instalaciones podrían ser la causa de una posible fuga del virus de la PPA, el centro ha hecho un comunicado defendiendo que "la dirección de obra –especializada en biocontención y con una amplia trayectoria acreditada- susceptible de haber afectado a la bioseguridad, dado que hasta ahora sólo se han realizado trabajos preparatorios externos". Además, desde el centro insisten en que con las obras "no se está actuando ni en el edificio de biocontención ni en ninguna de las instalaciones operativas del IRTA-CReSA".
Las obras que se han puesto en el punto de mira son las que desde hace unas semanas se están llevando a cabo en el IRTA-CReSA para disponer de una nueva infraestructura para investigar enfermedades de origen animal que afectan a los humanos y apostará por el estudio de alimentos basados en insectos. La ampliación se hará mediante la construcción de un nuevo edificio adyacente al actual, y los dos bloques estarán conectados mediante dos puntos de conexión, que están "previstos exclusivamente para la fase final de las obras", que tendrá lugar en el año 2028.
de urbanización del entorno. También explican que desde el inicio de las obras la única incidencia registrada fue "un corte puntual en el suministro de gas", que, explican, tuvo "como única consecuencia una afectación temporal del confort térmico del personal del centro". De nuevo, el documento asegura que esta única incidencia "en ningún caso ha tenido impacto alguno sobre la seguridad ni la actividad de investigación".
La cepa del virus
El principal motivo por el que el ministerio de Agricultura y la Generalitat han pedido al IRTA que realice una auditoría para comprobar que el virus no haya salido del laboratorio es que la cepa detectada en los jabalíes muertos en Catalunya no se asemeja a la que corre por los países europeos que han detectado casos de PPA. En cambio, sí que es muy similar a la que circuló en Georgia en 2007 y coincide con la que se utiliza habitualmente en infecciones experimentales en los centros de investigación para evaluar, por ejemplo, la eficacia de las vacunas que actualmente se están desarrollando para prevenir la infección. En este sentido, fuentes del IRTA explican al ARA que "mientras se aclara el origen del brote" no pueden contar a los medios con qué cepa están trabajando en sus laboratorios. Sin embargo, insisten en que están facilitando esta información a las instituciones y comités que lo piden y aseguran que son "los principales interesados" en que se aclare el origen del brote.