Salud

Un tercio de las muertes por calor en las ciudades se evitarían si los árboles cubrieran un 30% del espacio

Un estudio del ISGlobal atribuye más del 4% de la mortalidad durante los meses de verano a las islas de calor urbanas

Oleada de calor en Barcelona, el verano 2019.
M.O.
01/02/2023
3 min

BarcelonaMás del 4% de las muertes que se producen en las ciudades durante los meses de verano se pueden atribuir a las islas de calor urbanas, según un estudio liderado por el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), que se ha publicado en la revista The Lancet . El informe añade que un tercio de estas muertes se podrían evitar si las ciudades tuvieran un 30% de su superficie cubierta con árboles. Los resultados se han obtenido a partir de analizar lo que ocurre en 93 ciudades europeas, y concluyen en que las ciudades son territorios especialmente vulnerables cuando los termómetros marcan temperaturas muy altas. ¿Por qué? Porque suelen tener poca vegetación, concentran a muchos vecinos en pocos metros cuadrados y, en la mayoría de casos, el asfalto, que es un material que no filtra el agua y que se calienta mucho, es el rey de las calles. Todo esto hace que haya diferencia de temperatura entre las ciudades y las zonas circundantes. Un fenómeno que se conoce como isla de calor urbano. Y teniendo en cuenta el ritmo del calentamiento global y el crecimiento urbano, la previsión es que la cosa vaya a peor.

Los resultados muestran que, de junio a agosto del 2015, que es cuando se hicieron los análisis, las ciudades fueron de media 1,5 grados más calientes que las áreas circundantes. Se estudiaron 93 con un total de 57 millones de habitantes. Y una de las grandes conclusiones es que hasta 6.700 muertes prematuras se pueden atribuir al aumento de las temperaturas urbanas y que esto representa el 4,3% del total de las defunciones durante los meses de verano y el 1,8% de la mortalidad durante todo el año. Los investigadores también apuntan que un tercio de estas muertes (hasta 2.644 en las ciudades estudiadas) se habrían evitado con una mayor cobertura arbórea. De, como mínimo, el 30% del total de la superficie. En general, las ciudades con tasas más altas de exceso de mortalidad por calor se encontraban en el sur y el este de Europa. Barcelona, por ejemplo, no sale nada bien parada de los análisis. De hecho, es la que tiene el porcentaje más alto de muertes atribuibles a las temperaturas de todas las analizadas.

El caso de Barcelona

Se calcula que la capital catalana está, de media, 1,09 grados más caliente que las zonas de su entorno y que, durante los meses de verano, hay 363 fallecimientos atribuibles al calor. Es decir, el 14,8% del total, un porcentaje diez puntos por encima de la media de las ciudades analizadas, porque las nórdicas arrastran las cifras hacia abajo. Barcelona es la ciudad estudiada donde este porcentaje es más alto, seguida de Málaga (12,3%) y Madrid (12,2%).

En 2015, cuando se recogieron los datos, Barcelona tenía el 8,4% de la superficie cubierta de verde. La parte más optimista del informe, como remarca Tamara Iungman, investigadora de ISGlobal y primera autora del estudio, es que el margen de mejora aquí es muy alto si se suma verde. Si se llegara al 30%, se podrían evitar 215 defunciones cada verano. La cifra de muertes evitables con más verde llega a 233 en el caso de Madrid. La ciudad que sale peor parada en cuanto a cobertura de verde es Alicante (2,1% de la superficie); seguida de Atenas y Salónica (3,26%).

"Las predicciones basadas en las emisiones actuales revelan que las enfermedades y muertes relacionadas con el calor se convertirán en una carga mayor para nuestros servicios de salud en las próximas décadas", pronostica Iungman. La investigación defiende que hace falta una multiplicación de la cobertura vegetal de las ciudades para hacer frente a esta amenaza. "Nuestro objetivo es informar a los responsables de las administraciones locales de las ventajas de integrar zonas verdes en todos los barrios para promover entornos urbanos más sostenibles, resilientes y saludables", asegura Mark Nieuwenhuijsen, que es quien ha liderado el equipo que ha analizado la mortalidad asociada al calor en diferentes ciudades.

Los autores reconocen que en algunas ciudades, debido a su diseño, puede ser más complicado plantar árboles. Esto puede ser difícil en algunas ciudades debido a su diseño, y que plantar árboles tiene que combinarse con otras intervenciones como por ejemplo tejados verdes u otras alternativas para reducir la temperatura. Y que, en estos casos, la ganancia de verde se tendría que hacer, también, a partir de fórmulas como la vegetación en cubiertas de edificios.

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