Los Mossos abren una investigación por la pérdida de un ojo de una chica en las protestas por Hasél

El segundo día de disturbios se salda con 33 detenciones y 14 personas atendidas por los servicios de emergencia

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Limpieza de las pintadas durante las manifestaciones por la libertad de Hasél

BarcelonaLos Mossos d'Esquadra han abierto una investigación para esclarecer qué pasó en el caso de la chica que perdió un ojo previsiblemente por el impacto de un proyectil de foam durante la primera noche de disturbios en Barcelona después de las manifestaciones por la libertad de Pablo Hasél. El director del cuerpo, Pere Ferrer, ha dicho que ya se han puesto en contacto con la familia de la afectada, a quien ha asegurado que agentes de la unidad de mediación visitaron en el hospital, y también con el Centro de Defensa de los Derechos Humanos Irídia, que son quienes alertaron del caso, y ha prometido "máxima transparencia". El comisario Joan Carles Molinero ha explicado en rueda de prensa después de la segunda noche de disturbios que están analizando la trazabilidad de los proyectiles que se dispararon y que determinarán si se utilizaron siguiendo todos los protocolos internos. Según el cuerpo, durante la primera noche de disturbios se dispararon 300 proyectiles de foam en diferentes ciudades catalanas y la segunda, 120. La chica herida tiene 19 años y hoy será operada en el Hospital Clínic de Barcelona.

En los disturbios de esta última noche, que se han saldado con 33 detenciones, hubo 135 contenedores quemados en ciudades como Barcelona, Girona y Lleida y, también nueve vehículos calcinados. En total, los servicios de emergencia atendieron a 14 personas heridas, ocho de las cuales son agentes de los Mossos d'Esquadra, según el balance que ha presentado el cuerpo.

El director general de la policía ha insistido hoy que en los disturbios se detecta una violencia "extrema y gratuita". "Coinciden en la calle personas que lícitamente se quieren manifestar y grupos de personas violentas que usan las manifestaciones para producir daños al mobiliario urbano y atacar a los efectivos policiales". Este segundo grupo, ha apuntado, ya sale a la calle "con el objetivo de destrozar la ciudad". El cuerpo, de hecho, asegura que hay un perfil considerado "oportunista", que es ajeno a los motivos de la protesta, y que aprovecha que hay mucha gente en la calle para saquear comercios, provocar daños al mobiliario y atacar efectivos policiales y atribuye en parte al contexto de "fatiga" por la pandemia la situación de violencia "extrema" que se está viviendo estas noches.

Ataques a comercios

En Barcelona la marcha arrancó en los Jardinets de Gràcia –la Guardia Urbana calculó que se habían concentrado 2.200 personas– y bajó por el Passeig de Gràcia sin incidentes. La tensión empezó cuando la manifestación llegó a la PlaçaUrquinaona y algunos participantes empezaron a mover contenedores y vallas. Según la policía, se quemaron ocho motos y 84 contenedores, y también se atacaron establecimientos como el Hotel Mandarín Oriental o un concesionario de coches del Eixample. Los Mossos detuvieron a 12 personas en la ciudad, hubo diez heridos atendidos por el Sistema de Emergencias Médicas (SEM) -cuatro de los cuales son agentes de policía- y se registraron daños en 11 locales. La policía impidió el acceso de los manifestantes al edificio de la Bolsa. Según el cuerpo, los manifestantes respondieron con "mucha violencia" a la intervención preventiva de la policía.

En Lleida, donde en la primera noche de disturbios ya se quemaron motos de la policía, ayer se calcinaron 40 contenedores y un vehículo y un agente resultó herido. La policía hizo 14 detenciones en el municipio y requirió de la colaboración de efectivos de antidisturbios de la Policía Nacional para proteger la Subdelegación del gobierno español. En este caso, la marcha llegó a la prisión de Ponent, donde Hasél está entre rejas desde martes. En Girona, donde también se quemaron contenedores y se lanzaron objetos contra la línea policial una vez desconvocada la manifestación por la libertad de expresión, hubo cinco detenidos. Y en Tarragona se arrestaron dos personas más, después de que los manifestantes intentaran acceder a la A-7, que quedó cortada.

Los Mossos han negado que estén usado la técnica del carrusel, que consiste en hacer circular las furgonetas de manera rápida para dispersar a los concentrados, a pesar de que esto es lo que pareció que hacían en puntos como en la Plaça Urquinaona de Barcelona cuando empezaron las tensiones.

De cara a posibles nuevas movilizaciones que acaben con disturbios, los responsables de Mossos aseguran que volverán a situar efectivos en lugares considerados "estratégicos".

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