Tribunales

Los Mossos del caso Macedonia señalan a un subinspector como colaborador de un grupo de narcotraficantes

La defensa del agente intenta rebatir en el juicio las conversaciones y regalos que le atribuyen

2 min
El juez que investigó el caso Macedònia durante el cacheo en la sede de los Mossos el 2018

BarcelonaPrimer día de declaraciones de testigos en el juicio del caso Macedonia, la supuesta trama de corrupción policial y narcotráfico que intentó tumbar sin éxito el mayor de los Mossos, Josep Lluís Trapero. El jefe del área de investigación interna de los Mossos que lideró la investigación inicialmente ha señalado a un subinspector del cuerpo como colaborador de una banda de narcotraficantes liderada por un confidente policial que se habría embolsado más de dos millones de euros con el negocio. "Les facilitaba información de la base de datos policial o los ayudaba cuando tenían un problema con alguna detención: ellos le solicitaban favores y el señor R. los cumplía", ha dicho el investigador sobre el subinspector bajo sospecha.

Este mando policial, que es el único agente de los Mossos que ha ido a juicio finalmente por el caso Macedonia –el juzgado acabó exculpando a la antigua cúpula de investigación del cuerpo–, era el segundo responsable de la comisaría de Vilanova i la Geltrú. La Fiscalía lo acusa de haber estado a sueldo de la red y de facilitar información a los narcotraficantes y otorgarles favores a cambio de regalos. Una tesis que la defensa del agente ha intentado rebatir en el juicio. El abogado José María Fuster-Fabra ha intentado demostrar que el subinspector solo tenía relación con dos de los narcotraficantes como confidentes y ha puesto en entredicho la investigación por obviar conversaciones y porque no se rastreó el patrimonio del agente presuntamente corrupto para evidenciar su enriquecimiento.

"El hecho de tener confidentes y llevar información no es reprobable, lo es lo que se hace después con esta información", ha contestado el investigador. Los informes del área de investigación interna aseguran que el subinspector filtró información policial a los narcotraficantes, como por ejemplo la identidad de otro delincuente con el que tenían un asunto pendiente y que acabó apaleado, los habría avisado de varios operativos policiales para que los pudieran burlar y habría mediado para que les retiraran multas, entre otras cosas. A cambio, habría recibido regalos o favores, como por ejemplo una consola PlayStation o medicamentos para adelgazar "que solo se podían comprar con receta".  

La investigación se basa en las conversaciones telefónicas intervenidas al subinspector y a dos de los narcotraficantes juzgados. Según los Mossos las llamadas evidenciarían que el agente "les facilitaba información" a cambio de favores y regalos. "No consta que hagan ningún informe patrimonial del señor R.", ha rebatido Fuster-Fabra al investigador. El abogado también ha reprochado a los Mossos que no registraran el domicilio del subinspector en busca de pruebas de su supuesta corrupción y que se basaran únicamente en las escuchas. El testigo ha explicado que normalmente las intervenciones telefónicas son la base de sus investigaciones, pero ha reconocido que si él hubiera estado al frente del caso cuando se efectuaron las detenciones -había cambiado de destino- "lo habría solicitado".

stats