Movilidad

La T-Usual y la T-Casual se encarecerán en torno a un euro como mínimo

El precio final de los billetes dependerá de si el Estado mantiene finalmente la bonificación

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La T-16 también se integra en el sistema de la T-Movilidad

BarcelonaDespués de tres años con las tarifas congeladas, el consejo de administración de la Autoridad del Transporte Metropolitano (ATM) ha decidido este martes subir los precios de los billetes al menos un 6,75% en 2024. Así, el billete de una zona de la T-Casual pasará de los 11,35 euros actuales a costar 12,15, mientras que en el caso de la T-Usual costará al menos 21,35 euros en lugar de los 20 actuales. Sin embargo, en este caso el coste podría acabar siendo superior, ya que en la reunión de este martes el Estado no ha confirmado si mantendrá su parte de la bonificación (un 30%) que permite que estos títulos –así como la T-Jove– cuesten la mitad al usuario desde septiembre de 2022.

La indefinición por parte del gobierno español supondrá, de entrada, que el encarecimiento de los billetes no entre en vigor el 1 de enero. Tras una reunión larga, la ATM ha decidido posponer esta subida de precios hasta que el ministerio de Transportes establezca finalmente qué aportación se refiere a la bonificación. De momento, sin embargo, sí se ha ratificado la subida de precios del 6,75% propuesta por la ATM, y se ha acordado que la Generalitat, el Área Metropolitana y el Ayuntamiento de Barcelona sí que continuarán se cargo de su 20% de bonificación.

Ahora, pues, está por ver si se podrá mantener la bonificación del 50% del precio de los títulos más recurrentes, como la T-Usual, la T-Jove o los títulos para familias numerosas. Con el 20% de la rebaja garantizada por la ATM, la duda ahora radica en si finalmente el Estado mantendrá el 30% restante hasta llegar a la mitad del precio del billete o aportará menos, lo que acabaría subiendo más allá de estos 21,35 euros el precio de la T-Usual, por poner un ejemplo.

Según explican varias fuentes al ARA, la posición del Estado en la reunión ha generado tensión y también sorpresa, ya que el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, se comprometió en noviembre a mantener, en caso de volver a ser investido, las bonificaciones del transporte público para 2024. De hecho, así se incluía en el pacto firmado entre el PSOE y Sumar. La propuesta no tocaba ninguna de las rebajas desplegadas desde 2022 –del 100% en los servicios de Renfe, como Cercanías, y del 30% en el caso del transporte autonómico–, pero además añadía la gratuidad de los billetes para menores, jóvenes y parados a partir del 1 de enero.

La bonificación de la mitad de los billetes se está llevando a cabo desde septiembre de 2022, cuando el gobierno español aprobó un real decreto con medidas para hacer frente a la crisis energética que incluía descuentos por promocionar el transporte público. En concreto, el Estado se comprometía a pagar hasta el 30% de estas bonificaciones y las comunidades y ayuntamientos que quisieran podían ampliar su bonificación hasta el 50% –es decir hasta mitad de precio– con recursos propios.

Hace un año la ATM cifró en unos 34 millones de euros el coste que tenía para el ente mantener la congelación de tarifas, una cifra a la que había que sumar la aportación extra de 80 millones que el consorcio había que hacer para hacer frente a su parte de la bonificación de los títulos. En total, todo ello suponía unos 114 millones de euros.

Un encarecimiento para compensar la subida de costes

En un comunicado, la ATM justificó el incremento de las tarifas en un 6,75% para poder "garantizar la sostenibilidad del sistema". En este sentido, recuerdan que los precios de los billetes no subían desde el 2000 y que en los últimos tres años ha habido una política de contención de precios y de mejoras en las prestaciones de los títulos sociales. Además, se desea compensar el incremento de precios generalizado de los últimos años y que ha tenido repercusión principalmente en el precio de la energía.

También se apunta como otro de los motivos para el encarecimiento de los billetes la necesidad de hacer frente al impacto que la pandemia ha tenido sobre el transporte público, ya que supuso "al menos dos años de fuerte descompensación financiera a los operadores". Con todo, la ATM subraya que el coste del servicio cubierto por las administraciones "sigue siendo muy elevado y favorable al usuario", concretamente "del 58,7% en el último año de prepandemia", en 2019, "y del 65,5% este 2023".

Otro extremo que se ha confirmado en el consejo de administración de este martes es que los títulos integrados adquiridos en 2023 tendrán validez hasta el 29 de febrero de 2024. En el caso de la T-Verda y la T-16, mantendrán la fecha de caducidad propia de cada título. En cuanto a los títulos todavía vigentes de 2022 que prolongaron la validez todo este último año, caducarán el 31 de diciembre de 2023.

Manuel Valdés, nuevo director general de la ATM

El consejo de administración de la ATM ha aprobado también este martes el nombramiento de un nuevo director general del consorcio. El ex gerente de Movilidad e Infraestructuras del Ayuntamiento de Barcelona, ​​Manuel Valdés, sustituirá a Pere Torres al frente de la entidad. Torres ha ocupado el cargo durante cerca de ocho años, desde febrero de 2016. El relevo se hará efectivo el 8 de enero de 2024.

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