La NASA consigue extraer oxígeno del CO2 de Marte
Se eleva la segunda tripulación de astronautas enviada a la Estación Espacial Internacional con cohetes y naves de Space X
La actividad en la NASA no se para ni un momento. La misión Mars 2020, la joya de la corona del programa espacial norteamericano actual, va logrando uno detrás de otro todos los hitos que se había marcado, y esta semana ha sumado un nuevo éxito: ha conseguido extraer con éxito oxígeno del CO2 que forma la atmósfera de Marte. La nave de la NASA Perseverance, que está en la superficie del Planeta Rojo desde el pasado febrero, llevaba incorporado un aparato, del tamaño de una tostadora, que tenía que experimentar con esta tecnología: el MOXIE (Mars Oxygen In-Situ Resource Utilization Experiment).
El MOXIE ha hecho la primera prueba y ha conseguido el objetivo para el que había sido enviado: diseccionar el CO2 y extraer oxígeno. "Esta tecnología serviría para ahorrar carga a la misión tripulada, puesto que no tendrían que traer todo el oxígeno que necesitan los astronautas para el tiempo que estén ahí, y también serviría para obtener combustible para el cohete de vuelta”, explica al ARA José Antonio Rodríguez Manfredi, del Centro de Astrobiología del CSIC, vinculado a la NASA.
Extraer oxígeno de la atmósfera para facilitar el camino a la futura exploración humana de Marte era uno de los objetivos de la NASA con el Perseverance, y el 20 de abril se pudo hacer por primera vez. A pesar de que queda todavía mucho camino por delante para seguir haciendo pruebas con esta tecnología, se puede dar por conseguido. El hito llega una semana después de que el Ingenuity, el helicóptero que viajaba con el Perseverance, efectuara su primer vuelo sobre la superficie de Marte. Otro objetivo de la misión, probar si era posible volar sobre otro planeta, también conseguido. Queda todavía, sin embargo, el principal y más importante de todos: encontrar restos de vida pasada en Marte.
Nuevo lanzamiento de astronautas con la tecnología de Space X
La actividad frenética de la NASA no se limita a Marte. Su programa para enviar astronautas al espacio de forma autónoma (sin depender de las naves rusas Soyuz que hasta ahora tenían el monopolio de esta tecnología) también trabaja a pleno rendimiento y este viernes ha lanzado al espacio una nueva misión tripulada.
Un cohete Falcon 9, de la empresa Space X, se ha elevado este mediodía, hora catalana, de la base espacial de Cabo Canaveral, en Florida, con una nave Crew Dragon, de la misma compañía, con cuatro astronautas a bordo. Los norteamericanos Shane Kimbrough y Megan McArthur, el francés de la Agencia Espacial Europea (ESA) Thomas Pesquet y el japonés Akihiko Hoshide han puesto rumbo a la Estación Espacial Internacional (EEI), donde pasarán seis meses. Los cuatro astronautas que están ahí desde noviembre volverán a la Tierra el próximo miércoles, 28 de abril.
Es el segundo viaje al espacio fruto de la colaboración público-privada que está impulsando de nuevo el programa norteamericano, después del mencionado viaje de noviembre también con una nave de Space X, la empresa de Elon Musk. Precisamente esta semana Rusia advertía de que se está planteando abandonar la EEI en 2025 para construir y poner en órbita su propia estación espacial en 2030.