Mitjà pide que se acelere la venta de tests de antígenos en las farmacias por Navidad

Dice que Salud pidió contención a las residencias a la hora de derivar pacientes a hospitales

Ara
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ORIOLMITJÀ: “Hem descobert  que amb una pastilla  de 20 cèntims podem erradicar el pian  a tot el planeta”

BarcelonaTests de antígenos como medida de seguridad "adicional" por Navidad y, también, como medida de control después de las fiestas, que se da por hecho que serán un periodo de bastante interacción social, para volver a trabajar o a clase. Esta es la receta del investigador del Hospital Germans Trias i Pujol Oriol Mitjà, que acusa al Govern de estar "atemorizado" a la hora de probar nuevas estrategias de control de la epidemia como los tests. En una entrevista a Radio 4, ha defendido que se tienen que ofrecer recomendaciones a la gente que decida celebrar la Navidad para "salir sin muchas nuevas transmisiones": pocos encuentros, pocas personas –si pueden ser seis u ocho mejor que diez–, ventilación y, si es posible, un test de antígenos como "medida adicional".

Mitjà ha admitido que ahora hay un "obstáculo" en la distribución de tests porque hace falta la luz verde del Congreso y que Salud promueva su venta en las farmacias. Ha dicho que desconoce por qué Salud no lo está haciendo y ha remarcado que, en cualquier caso, esta es una decisión "de los gobernantes", porque los tests ya tienen el sí de la Agencia Española del Medicamento: "No encuentro razón científica".

Sobre los tests masivos entre los profesores y trabajadores de centros educativos que estudia Educación, ha considerado que son una "cosa buena" y ha dicho que Salud dará recomendaciones para que las empresas puedan hacer tests masivos a los trabajadores a la vuelta de las fiestas de Navidad. Ha recomendado, también, tener muy en cuenta la situación epidemiológica antes de decidir qué hacer con el Mobile o cómo celebrar las elecciones a la Generalitat.

Mitjà ha explicado que no ha participado directamente en la toma de decisiones, pero que sí ha intercambiado opiniones con personas como el secretario de Salud Pública, Josep Maria Argimon, o el epidemiólogo Jacobo Mendioroz. Ha considerado que su trayectoria lo avala para poder opinar sobre qué se tendría que hacer, pero que, en cambio, cree que no se lo ha tenido lo suficientemente en cuenta. "No tengáis miedo de que las estrategias que yo comento no puedan ser eficaces", ha dicho. "Yo considero que soy de izquierdas, y una izquierda menos dogmática que la suya, y mis acciones hablan por sí mismas", ha añadido.

"Falta de humildad"

El investigador ha acusado al Govern y particularmente a la conselleria de Salud y la de Asuntos Sociales, ambas en manos de ERC, de actuar "con falta de humildad". Ha elogiado, en cambio, el papel de la consellera de Presidencia, Meritxell Budó. Mitjà ha asegurado que se encuentra con actitudes que están "lejos del conocimiento científico y motivadas por otros aspectos". Ante un "resultado malo", como el que se dio con la primera oleada, ha considerado que haría falta un análisis de lo que se ha hecho mal y que ve que "falta humildad".

Ha asegurado que no tiene nada en contra de ERC pero que cree que la gestión en áreas como Salud o las residencias "se podría haber hecho mucho mejor". "En las residencias hemos identificado dos problemáticas: la prevención para evitar la entrada del virus y el tratamiento de los enfermos. El primer aspecto fue un fracaso estrepitoso y se tardó hasta mayo en hacer PCRs. Hubo un retraso muy grande. El retraso provocó que el virus entrara en las residencias", ha asegurado. Ha defendido que ahora habría que testar a todos los sanitarios de las residencias de manera rutinaria y también hacer tests a los visitantes, y que si esto se hubiera hecho así se habrían podido evitar brotes como el de la residencia de Tremp.

El investigador ha expuesto que hay evidencias de que el Govern envió circulares durante la primera oleada pidiendo a las residencias que se "contuvieran" a la hora de enviar enfermos a centros hospitalarios: "Murieron personas que en una situación de normalidad y más recursos no habrían muerto".

El infectólogo ha defendido que, para controlar la epidemia, o se cierra todo o se busca el virus en la comunidad con medidas proactivas, y que la segunda opción cuesta dinero. "Nuestro umbral para activar medidas restrictivas ha sido más elevado que el de Alemania", ha dicho, y lo ha atribuido a motivos económicos. "No estamos como en mayo. Estamos en una situación que prolonga la agonía pero de cierto equilibrio", ha diagnosticado.

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