Candela Calle: "Los pacientes de cáncer no tienen que tener miedo, tenemos un sistema sanitario seguro"

BarcelonaEl Instituto Catalán de Oncología (ICO), el único centro público monográfico en cáncer en Catalunya y con presencia en todo el país, celebra 25 años. Centro de referencia para el 60% de la población adulta catalana, trabaja con un modelo en red que permite que un ciudadano de Tortosa y otro de Badalona tengan acceso a la misma cartera de servicios y tratamientos. Desde el principio optó por un modelo organizado en unidades funcionales el en que el enfermo es atendido por todas las especialidades que tienen que ver con su enfermedad. Este jueves, Día Mundial contra el Cáncer, el ICO da el pistoletazo de salida a los actos de celebración del 25º aniversario. Hablamos con su directora general, Candela Calle, que ha ocupado el cargo once de estos veinticinco años.

¿Cómo ha cambiado la atención al cáncer en estos 25 años que hace que funciona el ICO?

Durante estos 25 años hemos incorporado la más alta tecnología y hemos avanzado en la incorporación de nuevos fármacos. Somos pioneros en el desarrollo de fármacos orientados a la diana específica del tumor. Antes se trataba la enfermedad y ahora tratamos a la persona y al tumor individualmente, y esto es gracias a la evolución de la secuenciación, de la medicina personalizada y de la medicina molecular.

Hasta hace poco el cáncer era sinónimo de muerte, pero ahora ya no. ¿Cuáles son las cifras de mejora de la supervivencia?

La supervivencia ha crecido de manera muy importante, el 70% de los cánceres en mujeres se curan y el 50% de los hombres. Si hablamos de cáncer de mama los resultados de supervivencia a cinco años son alrededor del 90% y los de próstata también. Ha sido un gran adelanto y un punto de esperanza.

Pero también aumenta la incidencia.

Sí, año tras año hay un incremento del 6% de la incidencia de cáncer.

¿Nos tenemos que acostumbrar a convivir con el cáncer porque está relacionado con el envejecimiento de la población?

Sí. Y, además, muchas veces el cáncer se cronifica y la gente puede convivir con él mucho tiempo. Aparte del envejecimiento, también están los hábitos. Para nosotros es muy importante la prevención. En estos 25 años también hemos visto cómo la población está más formada y empieza a incorporar hábitos de vida saludable, como por ejemplo no consumir alcohol y tabaco, o participa en los programas de cribaje de cáncer de colon y mama. Y estamos viendo que incorporar la prevención está dando frutos.

El aumento de la supervivencia también va de la mano de la investigación. ¿Se está investigando lo suficiente para lograr nuevos medicamentos?

Actualmente tenemos más de mil ensayos clínicos abiertos en los que participan 1.300 personas, y durante la pandemia hemos continuado reclutando a enfermos para ensayos porque son pacientes que, si no, no tendrían alternativa terapéutica. La investigación clínica es muy importante porque la investigación de hoy será el tratamiento de mañana.

¿Cómo está afectando la pandemia a la atención de los pacientes de cáncer? Algunos estudios ya constatan una atraso en los diagnósticos.

La pandemia nos ha afectado a todos y, como no puede ser de otra manera, también al enfermo de cáncer. Pero hay diferencia entre la primera oleada y ahora, hemos aprendido mucho y ahora podemos continuar manteniendo la cartera de servicios. Se paró el cribaje un tiempo y la cirugía oncológica, y esto tuvo sus efectos. Nosotros paramos muy poco la actividad. Hicimos tratamientos alternativos a la cirugía, como la oncología radioterápica, para proteger a nuestros enfermos. Sí hemos visto algunos cánceres que nos han llegado de manera más evolucionada y ahora tenemos que evaluar si ha habido o no un incremento de la mortalidad. Pero en estos momentos estamos haciendo el mismo volumen de actividad que el año pasado. Durante la segunda y tercera oleada, hoy por hoy, hemos preservado toda la actividad, tanto el cribaje como la cirugía, la quimioterapia y la radioterapia. Hay que decir a la población que tenemos un sistema de salud seguro y si alguien se encuentra mal tiene que ir al médico de confianza porque tenemos circuitos covid y no covid. Los pacientes no tienen que tener miedo, es importante que el paciente sea atendido cuando tiene la necesidad de ser atendido.

¿Los pacientes de cáncer pueden estar tranquilos, pues?

Tienen que estar tranquilos y seguros, no nos olvidamos. Tenemos un modelo asistencial con la última tecnología y atención humana. El mensaje tiene que ser de tranquilidad y esperanza.

Es la primera mujer al frente del ICO. ¿Cree que hay una manera de dirigir femenina?

Sí, pero es un liderazgo femenino, que no significa liderazgo de las mujeres. Hay hombres que lo ejercen y mujeres que no. Pero sí hay un liderazgo femenino que intenta transformar las organizaciones y practica una escucha activa para alinear a todo el mundo. Y las mujeres tienen más capacidad de escucha activa, de tener en cuenta al otro y de poner al enfermo y al profesional en el centro del sistema.

Usted también dirigió el ICS dos años. ¿Por qué no hay más mujeres dirigiendo grandes instituciones?

Hay mujeres que tienen más dificultades porque no pueden acceder al mismo nivel de formación que los hombres. Y en las instituciones se tiene que apostar por políticas de conciliación que tengan en cuenta al hombre y a la mujer, porque cada vez hay más hombres que quieren conciliar. Si desde las instituciones ya tenemos estas estrategias, estamos poniéndolo muy fácil para que puedan acceder. En el sector salud el 75% de las personas que trabajan y estudian son mujeres, las mujeres ya son mayoría y tenemos que tener esta posibilidad de acceder a lugares de responsabilidad, pero no es la realidad. Actualmente en Catalunya hay muchas mujeres en lugares de dirección asistencial, pero tenemos que apostar para incrementarlo. Y también nos tenemos que empoderar nosotros mismas, porque pensamos que no somos capaces. Si no nos empoderan, ¡empoderémonos ! Tenemos la misma capacidad y tenemos que luchar para tener las mismas posibilidades. Las instituciones tienen que tener políticas internas que potencien la igualdad de oportunidades.