La presión de vehículos en el Trabucador del delta del Ebro decrece con la nueva regulación de acceso

El Parque Natural despliega una campaña informativa en todas las playas para asegurar la convivencia entre turistas y medio ambiente

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Trabucador

Sant Carles de la Ràpita"Por mucho que aplaudáis al sol, no acabaréis con los problemas del Delta", dicen unos carteles anónimos que un artista local ha instalado en la playa del Trabucador de Sant Carles de la Ràpita. El mensaje utiliza la ironía para poner de relieve las problemáticas de una de las zonas más frágiles de la costa del Ebro, pero también para denunciar el esnobismo –propulsado por las redes sociales– de los que muchos anocheceres de verano se congregan en el pantalán de madera de la entrada para aplaudir al sol. Y es que mirando hacia el oeste, y con el puerto natural de los Alfacs delante, esta es la única playa de todo el litoral catalán desde donde se puede disfrutar de la puesta de cara al mar.

Los atractivos de este rincón del delta del Ebre, sin embargo, van mucho más allá: es una playa espaciosa, ubicada en un espacio natural rico –con un ecosistema de dunas singular– que permite disfrutar a la vez de las aguas bravas de mar abierto y de la vertiente interior de la bahía, sin oleaje y de muy poca profundidad, lo que atrae a muchas familias con niños pequeños. Pero los últimos meses buena parte del eco mediático que ha adquirido el Trabucador le ha llegado por culpa de tormentas como el Gloria, que durante el invierno - y a menudo - han tragado temporalmente muchos tramos de la playa, una de las más amenazadas por el cambio climático y por la carencia de aportaciones de agua y sedimentos del Ebro.

Sea por una cosa o por la otra, el Trabucador hace meses que atrae la atención de los turistas, especialmente aquellos que con la pandemia han decidido descubrir con autocaravana espacios naturales de proximidad. "La Semana Santa pasada se acumularon colas de coches y caravanas, con un millar de vehículos diarios en los días de máxima afluencia. No queríamos repetir aquella imagen y por eso teníamos muy claro que había que regular el acceso", explica Josep Caparrós, alcalde de Sant Carles de la Ràpita. Así, hace un mes se instaló un punto de control y pago para estacionar: 5 € los coches, 8 € las caravanas y 3 € las motos, con acceso gratuito a los vehículos que paguen el impuesto de matriculación en la Ràpita. Se han habilitado tres áreas de aparcamiento con más de setecientas plazas y solo se puede acceder a los primeros dos kilómetros de la playa (tiene casi siete en total). "Después del primer mes de dispositivo hemos conseguido el objetivo: disminuir la presión de tránsito y personas. Ahora habrá que esperar a los resultados de toda la temporada para, en septiembre, poder valorar y ajustar las medidas", comenta el alcalde.

Recaudación para conservar el espacio

El dinero obtenido de las tasas se revertirá en el mantenimiento del Trabucador, para asumir los gastos que supone su regulación y la conservación del espacio natural. En general los usuarios lo han entendido, pero no todos. "Íbamos a menudo con nuestros nietos, que son pequeños y podían disfrutar de una playa poco profunda. Pero lo hemos dejado de hacer. No entendemos que los de Sant Carles tengan acceso gratuito y nosotros que también somos del delta del Ebro (Deltebre) tengamos que pagar", decía, quejándose desde la playa adyacente, la del l'Eucaliptus, Tomàs Casanova. De hecho, parece que la regulación del Trabucador ha dispersado a los bañistas por otros puntos del Delta.

"Al acabar la temporada tendremos datos más concretos para evaluarlo, pero más allá de la implantación para acceder al Trabucador, que es competencia del Ayuntamiento, desde el Parque Natural del Delta del Ebro trabajamos para preservar los valores naturales del entorno e impulsar una campaña coordinada en los varios municipios del delta e instituciones superiores, para informar y concienciar a la gente que utiliza las playas. El Delta está acreditado con la Carta Europea del Turismo Sostenible y es una tarea que no podemos eludir", comenta Imma Juan, técnica del área de uso público y educación ambiental del Parque Natural del Delta. Desde el inicio de temporada, el Parque ha coordinado dispositivos informativos de Mossos d'Esquadra y policías locales (de Amposta, Sant Carles de la Ràpita, Deltebre, l'Ampolla, Sant Jaume d'Enveja), Guardia Civil y el Cuerpo de Agentes Rurales, para informar a los visitantes de las restricciones en espacios naturales y dar a conocer a las autocaravanas las zonas aptas para poder pasar la noche.

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