Se ralentiza el ritmo de nuevos ingresos en la UCI pero crece la mortalidad por covid

Salud confía en que la prórroga de las restricciones descongestione la red sanitaria

Gemma Garrido Granger
5 min
Una sanitaria creuant el pont de la Ronda de Dalt de Barcelona.

Santa Coloma de GramenetLa epidemia del coronavirus pierde fuerza en Catalunya. La circulación del virus se está desacelerando y los indicadores epidemiológicos empiezan a acercarse a los valores marcados por las autoridades sanitarias para controlar la transmisión: bajar la tasa de contagios para que de cada 100 infecciones no se generen más de 80 nuevas; reducir a un millar la cifra de contagios diarios, y disminuir la presión de las unidades de cuidados intensivos (UCI), para que tengan como máximo 300 pacientes. Pero todavía no. De momento el país no ha logrado ni los niveles de propagación ni el ritmo de ingresos en hospitales considerados deseables. "Nos acercamos lentamente", ha afirmado este viernes el coordinador de la unidad de seguimiento de la covid-19 en Catalunya, Jacobo Mendioroz, que ha explicado que la evolución epidemiológica concuerda con la prevista por los modelos matemáticos y las predicciones del Govern.

Ahora bien, mientras que la curva de contagios va cayendo diariamente y en tres semanas se han diagnosticado un 33% de positivos menos (este viernes se han notificado un total de 2.801 infecciones nuevas), Catalunya todavía está transitando el pico asistencial, un hito que se esperaba lograr a finales de esta semana si se acentuaba el parón. "Se están dando más altas que ingresos en el hospital, y el ritmo de entradas en la UCI se ha estabilizado", ha asegurado el secretario general de Salud, Marc Ramentol. En estos momentos, el 58% de las cerca de 1.100 camas de críticos disponibles en Catalunya, tanto de la red pública como de la privada, se destinan a enfermos de coronavirus. En las plantas de hospitalización convencional hay unos 2.600 pacientes covid, ocupando el 24% de la capacidad total de la red pública.

La disminución del ritmo de ingresos que destaca la conselleria de Salud la proporciona la ocupación de las camas. Si se comparan los datos de los últimos 14 días con los datos de principios de noviembre, cuando había 478 enfermos graves, se observa que en solo siete días los datos crecían hasta los 547 pacientes críticos, es decir un aumento del 14% en las entradas en la UCI. Esta semana, catorce días después, y aunque los ingresos continúen subiendo (puesto que son 580 y esto supone un 21% más con respeto a la primera semana del mes), el incremento es solo del 7% más que la semana anterior.

En el Hospital Universitari Arnau de Vilanova de Lleida, por ejemplo, este fin de semana se cerrará la tercera planta dedicada exclusivamente a covid-19 por el descenso de ingresos de pacientes con esta patología. La media de ingresos a finales de la semana pasada era de unos diez diarios, mientras que este viernes han sido cuatro, según el responsable de la unidad del coronavirus en el centro, el doctor José Luis Morales-Rull.

479 defunciones en siete días

Con todo, Mendioroz ha destacado este viernes que los datos de mortalidad todavía son "altos". El departamento de Salud ha contabilizado este viernes 71 defunciones más, 479 si se tienen en cuenta los números del 3 al 9 de noviembre, que son los registros más actualizados y más fiables. El epidemiólogo ha detallado que para lograr el pico de mortalidad, primero es ineludible una bajada de la incidencia (menos contagios), así como llegar al pico de hospitalizaciones y de entradas en las unidades de cuidados intensivos.

Ahora, por ejemplo, la atención primaria ya está notando también que se dirigen menos consultas relacionadas con el covid-19, según el departamento de Salud. Una reducción que se materializa sobre todo en urgencias, donde se han reducido un 15% las visitas con respeto a la semana anterior. Esto puede ser una respuesta del hecho de que la tasa de contagio (R), o velocidad de propagación del virus, continúa por debajo del 1, a pesar de que sigue sin llegar al 0,80 deseado por las autoridades sanitarias. Este viernes ha bajado dos centésimas más (0,85). "Es un descenso homogéneo en todo el territorio, menos en algunas zonas concretas, más pequeñas", ha explicado Mendioroz. La incidencia acumulada en los últimos catorce días también decae: esta semana se están detectando 686 positivos cada 100.000 habitantes.

Entre el 3 y el 9 de noviembre se han hecho un total de 315.321 pruebas de diagnósticos (184.543 PCR y 130.778 tests rápidos), de las cuales un 10% han dado un resultado positivo. De un total de pruebas, 10.753 (el 3,4%) se han hecho en residencias de gente mayor, donde se perciben mejoras incipientes. "[Los datos] Tampoco permiten ser muy optimistas", ha matizado Ramentol. A estas alturas, el 16,5% de los geriátricos catalanes tienen al menos un caso detectado, cuando la semana pasada eran el 19%, pero todavía hay un 2,6% de residentes positivos. Hace una semana el 2,9% de los ancianos en residencias estaban afectados por el virus.

Previsión de 400 camas críticas ocupadas

El departamento de Salud trabaja con la previsión de que la prórroga de las restricciones durante diez días más permitirá iniciar la bajada de la presión asistencial, primero de las camas convencionales y días después de las UCI. Según los modelos elaborados por los técnicos de Salud, el Grup de Biologia Computacional y Sistemes Complexos (BIOCOM-SC) y la Agència de Qualitat i Avaluació Sanitàries de Catalunya (AQuAS), el sistema sanitario catalán podría tener aproximadamente 400 enfermos críticos y 2.000 pacientes hospitalizados por coronavirus a partir del 23 de noviembre, el día que caducan las restricciones. La resolución todavía tiene que publicarse en el Diari Oficial de la Generalitat de Catalunya (DOGC), y se prevé que esto sucederá este sábado.

Para llegar a este punto, Ramentol ha reconocido que "hace falta más tiempo" para aplanar la curva y para amortiguar el impacto del virus. El departamento de Salud espera que la prórroga de las restricciones proporcione un descanso. El número 2 de la consellera de Salud, Alba Vergés, ha defendido que el cierre del sector de la hostelería y la cultura durante diez días más permitirá continuar consolidando la tendencia a la baja de los contagios.

“Queremos llegar a un número que nos permita ganar eficiencia en el rastreo de casos”, ha afirmado. Es decir, bajar la incidencia diaria al millar de casos para poder recuperar las estructuras de seguimiento de cadenas e indicar los aislamientos preventivos, como se estaba haciendo antes de la explosión de la segunda oleada a inicios de octubre. Según Salud, este sobreesfuerzo del sector económico también será clave para conseguir la descongestión y "descompresión" asistencial, tanto en los hospitales como en los centros de atención primaria.

El secretario general de Salud, Marc Ramentol, ha asegurado que los próximos diez días se hará llegar a los sectores de la hostelería y la cultura un plan de desescalada “para trabajar conjuntamente” y poder ir reabriendo progresivamente los negocios. “Mantenerlos abiertos en un contexto de pandemia que no cambiará es responsabilidad del Govern”, ha afirmado Ramentol, pero ha señalado que es necesaria la colaboración del sector que, ha dicho, ya está colaborando con su "sacrificio” y el cese de la actividad.

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