La rebelión de los rectores y los estudiantes deja la nueva ley de universidades colgando de un hilo
La CRUE expresa "frustración" y critica que el texto propuesto "no es lo bastante innovador"
BarcelonaLa futura ley de universidades que promueve el ministro Manuel Castells cuelga de un hilo. Ha topado con el firme rechazo de los estudiantes, que el jueves salieron a la calle a manifestarse y convocaron parones académicos, y también de la conferencia de rectores españoles, la CRUE, que han plantado al ministro y se han negado a emitir un informe preceptivo para su aprobación. Según los rectores, la LOSU no se puede aprobar porque todavía no tienen el documento definitivo. A pesar del enorme desacuerdo, toda la comunidad universitaria es consciente de que hace falta una nueva normativa adaptada a las necesidades actuales de los centros, dado que la que hay vigente es una reforma del 2007 de una ley aprobada en 2001.
Los rectores escenificaron la oposición total al proyecto de Castells a través de una única intervención del presidente de la conferencia y rector de la Universidad de Córdoba, José Carlos Gómez Villamandos, durante la reunión del consejo de universidades, presidido por Castells, que solo tenía un único punto del día: el debate y el informe del anteproyecto de la LOSU. Villamandos expresó la "frustración" de los rectores ante un texto supuestamente reformador que, dijo, esperaban "con optimismo e ilusión", pero que "no es lo bastante innovador para el nivel de transformación socioeconómica que requiere España". Es por eso que anunciaron que posponían la elaboración del informe a la reunión siguiente, en la que esperan tener un texto concluyente.
El ARA se ha ido haciendo eco en las últimas semanas de la revuelta de los rectores catalanes y del Govern contra la nueva ley, porque consideran que hiperregula el sector y lo encorseta y no respeta la singularidad del sistema catalán. Según dijo Villamandos, hace falta una "buena ley" redactada "desde la confianza", y no una nueva normativa como la que se ha propuesto, que "no aborda con decisión" la necesidad de "más autonomía y más financiación" para internacionalizar, modernizar y hacer más competitivos los centros universitarios. Como ya hicieron los rectores catalanes, el presidente de la CRUE también reprocha a Castells "la excesiva reglamentación" de la LOSU, que obvia la realidad de un sistema universitario heterogéneo y que necesita flexibilidad. Finalmente, también le piden un plan de financiación concreta que incremente el gasto público en universidades e investigación. "Hacer lo contrario sería injusto y absurdo", según Villamandos.
Las palabras contundentes del presidente de la CRUE, que tiene que representar intereses muy variados –universidades de todas las comunidades autónomas, tanto públicas como privadas– son importantes porque normalmente son discretas y porque la relación del ministro con los rectores ha sido bastante buena durante los dos años de legislatura.
A su vez, los estudiantes también rechazan la LOSU porque entienden que reduce su representación en los órganos de decisión de los campus. De hecho, durante las manifestaciones de esta semana en unas cuantas ciudades españolas, las primeras que se convocan contra el ministro Castells, los universitarios han exhibido grandes pancartas en las que se podía leer: "En defensa de la universidad que nos merecemos", "Por una universidad pública, democrática y de calidad", "Por la universidad que queremos" y "No a la LOSU, no a la LCU", según Efe. El Sindicat d'Estudiants dels Països Catalanes ha convocado una nueva huelga el 16 de diciembre contra las reformas universitarias.