Rocían con gas pimienta a activistas en una manifestación contra los desahucios en el Raval
Los manifestantes han intentado acceder a la sede de los Servicios Sociales para pedir alternativas de vivienda para los afectados
BarcelonaLa tensión vivida en el Raval en el desalojo de una familia el miércoles, que derivó en cargas policiales y lanzamiento de objetos, ha motivado una nueva movilización vecinal esta mañana en el barrio para exigir que se paren los desahucios y se dé alternativas de vivienda a las personas vulnerables. En una concentración ante la sede de los Servicios Sociales de Ciutat Vella, algunos de los asistentes han tratado de entrar en el edificio y un guardia de seguridad ha respondido tirándoles gas pimienta, según ha denunciado el Sindicat de Barri del Poble-sec.
Finalmente, algunos de los portavoces del Sindicat de Barri del Poble-sec y del Sindicat d'Habitatge del Raval han accedido al edificio, en la Plaça del Padró, para negociar soluciones para las personas que se han quedado sin casa en varios desahucios esta semana en el barrio. Los sindicatos denuncian la situación que sufren las dos familias que han perdido la vivienda recientemente y piden "un realojo digno". Además, instan a parar la espiral de desahucios en plena pandemia y también se muestran críticos con "la violencia policial" en el desalojo del miércoles.
Han recordado que la actuación policial desproporcionada se vio también el pasado viernes, cuando la policía irrumpió "sin previo aviso" en tres pisos de la calle del Bisbe Laguarda, 13 y doce personas fueron desahuciadas. Una de ellas, en plena desesperación por los hechos, se autolesionó clavándose un cuchillo. El enfrentamiento policial se repitió en el desahucio de ayer, donde unas cincuenta personas fueron identificadas y cinco quedaron detenidas.
El Ayuntamiento de Barcelona ha subrayado que hace "grandes esfuerzos" para actuar ante la crisis de la vivienda y a pesar de las competencias limitadas que tienen como administración. La regidora de Derechos Sociales, Laura Pérez, se ha mostrado crítica con la acción de esta mañana en la sede de los Servicios Sociales porque considera que "se señala a las trabajadoras" que hacen el trabajo ante la emergencia. "Las demandas legítimas de los movimientos se tienen que dirigir a los responsables y no nos tenemos que equivocar señalando a las trabajadoras, a las que tenemos que agradecer y reconocer el trabajo que hacen en la ciudad", ha insistido.
Pérez ha dicho que el gobierno municipal también está "indignado" ante la situación de vulnerabilidad que viven muchos vecinos que son expulsados de su casa y que también rechaza –como lo hacen los movimientos sociales por la vivienda– las "actuaciones policiales desproporcionadas". Ha recordado que ya ha dirigido a la Generalitat varias veces la petición de dar más herramientas a los municipios para parar estas situaciones. Dentro del margen de maniobra que tiene el Ayuntamiento de Barcelona, ha recordado que el servicio de mediación de desahucios ya ha podido evitar 10.000 desde que se creó.