Salud afloja las restricciones en las residencias y permite las visitas en centros con brotes activos
Los familiares valoran el cambio de protocolo pero denuncian una "tortura emocional" que dura 22 meses
MartorellLas residencias de gente mayor tendrán que ser más flexibles a la hora de permitir las salidas y las visitas. El nuevo protocolo que han hecho público el departamento de Salud y el de Derechos Sociales permitirá que en los centros donde haya brotes activos de covid-19 (los de color rojo en la clasificación creada en esta pandemia) los residentes sanos y correctamente vacunados puedan tener contacto con sus familias si a su alrededor todo el mundo está inmunizado.
El cambio de protocolo se justifica para atender las necesidades emocionales tanto de los usuarios como de sus parientes, que durante los casi dos años de pandemia han denunciado reiteradamente la vulneración de los derechos de los residentes, siempre sometidos a medidas mucho más estrictas que el resto de la población, a pesar de que son, de largo, el colectivo más vacunado, con tasas de más del 98% con segunda dosis y del 91% con la tercera.
A pesar de que el nuevo protocolo busca esta proximidad, todavía mantiene una sobreprotección con los residentes, una población vulnerable por la edad y por las enfermedades que la mayoría arrastran. Así, cuando se detecte un positivo asintomático o con un cuadro leve, se trasladará durante diez días a la zona roja (aislada del resto de la residencia), hasta que no presente síntomas en los tres días previos. La novedad es que los enfermos sí podrán recibir visitas con cita previa, en espacios controlados y con dos familiares como máximo que tendrán que llevar mascarilla FFP2, presentar el certificado covid o un antígenos negativo. Los que sí que estén vacunados y sean contacto estrecho se mantendrán con su grupo burbuja, mientras que los que no lo están (un 10%) tendrán que estar en cuarentena y no se los autorizará a tener visitas hasta que las PCR den negativo.
Profesionales en cuarentena
En cambio, los profesionales positivos podrán reincorporarse al trabajo el séptimo día si como mínimo han estado los tres últimos sin síntomas. En estos casos, como precaución, Salud recomienda que estén tres días trabajando en el cuidado de residentes enfermos y eviten el contacto con los de la zona libre de covid. Para los trabajadores que son contacto estrecho no hay ninguna medida de aislamiento, excepto el seguimiento periódico con PCR.
A los familiares organizados les gusta la música del nuevo protocolo porque, en parte, recoge la demanda de acabar con lo que Lola Muñoz, de la plataforma Els Estels Silenciats, califica de "tortura emocional" de aislar a personas sanas y con vacunación completa, pero tienen "miedo" de que finalmente sean las direcciones de cada centro las que adapten la letra en función de su personal y de la disponibilidad de espacios para separar a los positivos del resto. "Cada residencia tiene su protocolo y en estos 22 meses de pandemia ha habido muy pocas que hayan cumplido los protocolos oficiales", se queja la activista, que subraya cómo se ha llegado a un "agotamiento emocional" por todo el drama vivido.
Además, señala Muñoz, los residentes han pagado la falta de una buena gestión y prevención de los centros, en parte por la falta de personal que pueda hacer la atención a los usuarios y a la vez dedicarse a hacer el testeo cuando se dan las salidas y las visitas, así que en muchas ocasiones se opta por reducir unilateralmente el régimen de visitas.