Andrés Cervantes: "El cáncer de pulmón también aumenta entre los no fumadores porque se menosprecia la contaminación"
Presidente de la Sociedad Europea de Oncología Médica
BarcelonaLa Sociedad Europea de Oncología Médica (ESMO, por su nombre en inglés) celebrará su quincuagésimo aniversario el próximo año. Sus impulsores la fundaron con el objetivo de hacer cobijo a todos los profesionales que tratan el cáncer y tiene tres pilares fundamentales: difundir los nuevos conocimientos en el campo de la oncología, cuidar a sus miembros y acompañar a las autoridades sanitarias en el despliegue de políticas que reduzcan la incidencia de la enfermedad. Barcelona acoge hasta el martes su congreso anual, una de las citas más destacadas por los oncólogos de todo el mundo, y la edición de este año prevé batir todos los récords de asistencia y estudios presentados. El ARA entrevista a su presidente, Andrés Cervantes, que encara su segundo y último año al frente de la sociedad.
Es su último congreso como presidente. ¿Qué balance hace?
— El ESMO no es una sociedad presidencialista; todos tenemos la voluntad de continuar con lo que han hecho los presidentes anteriores. De todas formas, estamos muy contentos. Hemos llegado por primera vez a los 40.000 miembros, de los cuales un 49% son de fuera de Europa, demostrando que nos estamos convirtiendo en una sociedad oncológica global. El crecimiento ha sido brutal. Piensa que hace 10 años sólo éramos 9.000.
¿Se ha consolidado como el congreso sobre cáncer más importante fuera de Estados Unidos?
— Estamos al nivel de los congresos de EE.UU., como el de la Sociedad Americana de Oncología Médica (ASCO, en inglés), que es el más relevante de todos. Este año hemos batido marcas muy importantes, con el mayor número de estudios presentados hasta ahora, con más de 5.000 publicaciones y 33.000 asistentes. Habrá más de 600 expertos que expondrán los resultados de sus investigaciones oncológicas, muchas de las cuales se publican en las revistas más prestigiosas, como Nature, The New England Journal of Medicine y The Lancet.
¿Qué novedades presenta este año?
— Hablaremos de tratamientos muy prometedores para mejorar la supervivencia de pacientes con cáncer anal, próstata y vejiga. El aterrizaje de nuevas inmunoterapias, terapias que estimulan el sistema inmunitario de los enfermos para que ataquen el tumor, tiene un gran impacto en patologías que hasta ahora carecían de alternativas terapéuticas más allá de la radioterapia y la inmunoterapia.
¿Puede destacarnos alguno?
— Sí, los tratamientos ADC, que son medicamentos que entran en el torrente sanguíneo de las personas, pero que no se activan hasta que detectan la célula tumoral. De esta forma se consigue preservar los tejidos sanos, ya que sólo atacan a las células tumorales. Es una especie de quimioterapia inteligente.
Más allá de los fármacos, ¿qué otros elementos tenemos para combatir el cáncer?
— La prevención es importantísima. Dos de cada tres casos de cáncer podrían evitarse con políticas públicas y hábitos de vida saludable. La vacunación contra el virus del papiloma humano (VPH), por ejemplo, una infección que se asocia al cáncer anal y al de cuello de útero o cérvix, puede reducir entre un 85% y un 90% los casos de este tipo de tumor en la próxima década. Y las estrategias antitabaco y la lucha contra la obesidad también hacen que se reduzca la incidencia del cáncer.
Prevé que los tumores relacionados con VPH sean muy poco frecuentes. ¿Se puede conseguir lo mismo con cáncer de pulmón si disminuimos la incidencia de fumadores?
— Es más complicado. El cáncer de pulmón está aumentando entre los no fumadores porque hemos menospreciado la contaminación atmosférica y probablemente no la estamos abordando bien. En los años ochenta en Europa fumaba el 80% de la gente de más de catorce años, y ahora fuma el 23%. Nosotros hemos impulsado acciones contra el tabaco, pero también contra los contaminantes del aire, que son muy importantes entre las causas del cáncer. Es necesario desplegar más políticas en esta dirección.
¿Qué otras acciones cree que es necesario impulsar en materia de salud pública?
— El rápido acceso a las nuevas terapias es otro de los retos. Es esencial que sea equitativo, que todos los pacientes puedan disponer de los mejores medicamentos, pero también de las herramientas para realizar un diagnóstico precoz. Como organización científica es algo que nos preocupa y estamos dispuestos a colaborar con reguladores y autoridades. El diálogo entre todas las partes es crucial en este aspecto, porque todavía tenemos mucho margen de mejora.
¿A qué se refiere?
— En los últimos veinte años, la supervivencia del cáncer global ha pasado de ser del 40% a ser de más del 65%. Esto es un paso brutal, pero es insuficiente. ¿Por qué? Porque globalmente hay un 35% de personas que no sobrevive al cáncer o que sus enfermedades son resistentes a los tratamientos, es decir, que el tratamiento funciona durante un período de tiempo y después deja de funcionar. Por eso es tan importante crear espacios como este congreso, en los que reunimos la innovación y el talento para mejorar la atención de los pacientes.
En la edición de este año, además, habrá también una parte muy importante de mirada hacia el futuro.
— Correcto. Abordamos aspectos como la inteligencia artificial y la medicina digital porque creemos que serán una fuerza transformadora para la oncología. Su llegada cambiará la forma en que recibimos la información y nuestra manera de adoptar decisiones sobre el tratamiento de los pacientes.
¿La voluntad es apostar por este campo?
— Sí. De hecho, a partir del próximo año, haremos un congreso sólo de inteligencia artificial y de medicina digital y oncología aparte de la reunión anual. Creo firmemente que todo esto formará parte de los tratamientos del cáncer en el futuro.