Además de la contaminación del aire, los investigadores han identificado otro riesgo ambiental presente en ciertas prácticas con medicinas tradicionales presentes en Asia oriental, derivado de la inhalación. Sin embargo, señalan que necesitan más datos para apoyar esta hipótesis. "Esto plantea nuevas preocupaciones sobre cómo los remedios tradicionales podrían aumentar voluntariamente el riesgo de cáncer", ha señalado Maria Teresa Landi, coautora senior del estudio y epidemióloga de la División de Epidemiología y Genética del Cáncer del NCI. La investigadora también indica que esto "representa una oportunidad de salud pública para la prevención del cáncer y particularmente en Asia".
Descubren el vínculo entre la contaminación y el cáncer de pulmón en personas que nunca han fumado
Vivir en zonas con alta polución aumenta el riesgo de tener mutaciones similares a las del tabaquismo
BarcelonaUna cuarta parte de los casos de cáncer de pulmón se dan en personas que nunca han fumado, y un estudio publicado este miércoles en Nature sugiere que el aumento global de estos tumores en este colectivo está estrechamente vinculado con la contaminación del aire y otras exposiciones ambientales. La investigación, liderada por investigadores de la Universidad de California en San Diego y el Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos (NCI, por sus siglas en inglés), ha analizado los tumores de más de 870 personas no fumadoras de diferentes regiones del mundo.
"Nuestra investigación muestra que la contaminación del aire está fuertemente asociada con los mismos tipos de mutaciones en el ADN que típicamente se asocian al tabaquismo", expone Ludmil Alexandrov, coautor del estudio, profesor en la Universidad de California y miembro del Centro de Cáncer Moores de la propia universidad de San Diego. De hecho, es la primera vez que se relaciona el cáncer de pulmón con el daño que provoca en el ADN respirar aire contaminado.
Secuenciando el genoma completo de 870 personas, los investigadores identificaron distintos patrones de mutaciones del ADN ofirmas mutacionales, que son huellas moleculares de exposiciones ambientales pasadas. Combinándolo con estimaciones de contaminación atmosférica, el estudio concluye que aquellos que nunca han fumado pero viven en zonas con alta contaminación presentan mayor número de mutaciones en los tumores de pulmón, especialmente aquellas que favorecen el desarrollo del cáncer y otros que reflejan exposiciones previas a agentes cancerígenos.
En otras palabras: a mayor contaminación a la que estaba expuesta una persona, más mutaciones se encontraron en sus tumores pulmonares. Sin embargo, esto no significa que la contaminación provoque una señal únicaper se, sino que aumenta el número total de mutaciones, aclara el nuevo jefe del Grupo de Genómica Digital del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), Marcos Díaz-Gay, ex investigador postdoctoral en el laboratorio de Alexandrov, en un comunicado del CNIO.
Mutaciones propias en no fumadores
Joaquim Bosch Barrera, referente clínico de cáncer de pulmón del ICO Girona, ha declarado para SMC España que "este estudio destaca la importancia de controlar la contaminación del aire para prevenir enfermedades respiratorias". Pero también ha subrayado que "fumar sigue siendo el factor de riesgo más importante para el desarrollo de un cáncer de pulmón".
Sin embargo, los investigadores no han encontrado una relación fuerte entre tener cáncer de pulmón y ser fumador pasivo. En las personas no fumadoras expuestas al humo ajeno, los tumores sólo mostraron un leve aumento de las mutaciones y signos de envejecimiento celular, pero no las alteraciones genéticas típicas del desarrollo del cáncer. Aunque ser fumador pasivo sigue siendo un factor de riesgo, la investigación señala que su impacto es mucho menor que el de la contaminación del aire.
Por último, el equipo ha identificado un patrón de mutaciones que aparecen en la mayoría de los cánceres de no fumadores, pero que no se han detectado en fumadores. Se desconoce su motivo, ya que no tiene correlación con la contaminación del aire ni con ninguna exposición ambiental conocida. "La vemos en la mayoría de los casos en este estudio, pero todavía no sabemos qué la causa", declaró Alexandrov. Este nuevo interrogante abre una nueva área de investigación para el futuro.
Recientemente Díaz-Gay y Alexandrov publicaron también enNatureotro análisis de la huella que dejan en el ADN ciertos agentes ambientales, y relacionaron así el aumento de cáncer colorrectal en jóvenes con la exposición a una toxina bacteriana en la infancia.