Salud

Diez plantas, 250 consultas y más de un millón de visitas: así será el nuevo edificio ambulatorio del Vall d'Hebron

El proyecto, que estará acabado en 2026, concentrará la atención de adultos que no requieran ingreso hospitalario

27/07/2022
5 min

BarcelonaCada vez más enfermedades, tratamientos o incluso intervenciones quirúrgicas pasan sin que el paciente tenga que quedarse ninguna noche ingresado. La atención médica ambulatoria y las visitas en los hospitales de día crecen y todavía lo harán bastante más los próximos años. Con esta perspectiva, el Hospital de la Vall d'Hebron afronta uno de los grandes proyectos de futuro, el nuevo edificio de atención ambulatoria, que se levantará en el antiguo edificio Teixonera –delante del actual hospital general– y que concentrará el millón de consultas externas que se hacen cada año. "Vamos hacia un nuevo modelo más ambulatorio que de ingreso y esto puede suponer crecer hasta el millón y medio de consultas anuales de aquí a pocos años", vaticina el gerente del Vall d'Hebron, Albert Salazar.

Más allá de las dimensiones que tendrá el nuevo edificio –de diez plantas, con 250 consultas, más de 100 gabinetes de exploración y un centenar de plazas de hospital de día–, el reto es que el espacio está pensado para cambiar la atención tradicional que se da a los pacientes que no ingresan. Por decirlo de forma muy clara, apunta Salazar, si hoy es el paciente ambulatorio quien rota por diferentes unidades (plantas o edificios) del hospital para hacerse pruebas diagnósticas o visitar varios especialistas, el futuro edificio estará organizado y diseñado para que los equipos médicos multidisciplinarios estén concentrados y eviten desplazamientos al enfermo.

"Si tienes una diabetes que deriva en problemas circulatorios en el pie (lo que se conoce como pie diabético), quizás hará falta que te visiten el endocrinólogo, el cirujano vascular, el traumatólogo, el podólogo y la enfermera para hacer controles y supervisión; y el nuevo hospital tiene que permitir que los equipos se aglutinen para resolver cada problema de salud", subraya el gerente del centro, en contraposición a la tradicional estructura actual basada en especialidades y servicios. Según Salazar, este cambio ya se ha empezado a implantar en el ámbito hospitalario, donde ya hay la visión de que la capacidad de resolución es muy alta, y ahora también se tiene que extender esta realidad a las consultas externas ambulatorias.

Recreación del futuro edificio ambulatorio, ubicado delante del Hospital General de la Vall d'Hebron.

El futuro edificio de atención ambulatoria también tiene el reto de mejorar la atención al paciente adecuándose a la demanda. "No puede ser que la atención ambulatoria sea de 8 a 13 horas; el futuro tiene que pasar por atender de 8 a 20 horas", añade el gerente, consciente que de puertas para adentro el centro hospitalario –el más grande en Catalunya– tiene por delante también el reto de cambiar la planificación de los equipos y de los tiempos de trabajo de los profesionales. "Tenemos que conseguir un modelo que aumente la accesibilidad del ciudadano y velar porque el cambio sea bueno también para el personal sanitario, que es esencial para el buen funcionamiento del sistema", subraya el directivo.

La arquitectura con que se ha pensado y diseñado el futuro edificio tiene que facilitar la transformación hacia una manera de trabajar "mucho más flexible" en que los especialistas estén mucho más conectados y al alcance del paciente. Esto, apunta Salazar, revertirá en una mayor capacidad de anticiparse a complicaciones que, por ejemplo, pueda tener un enfermo crónico de los que visitan con más frecuencia el hospital de día, por ejemplo.

El vestíbulo del Edificio de Atención Ambulatoria que construirá el Vall d'Hebron
Recreación del interior del futuro Hospital de Día del Vall d'Hebron

La flexibilidad, añade todavía el directivo, y la amplitud de los espacios interiores del edificio –con circuitos separados para el público y para todo el personal sanitario– se han ideado inevitablemente pensando en qué pasaría si en el futuro una enfermedad obligara repentinamente a ampliar algunas unidades como pasó con la primera ola del covid-19 y las UCI. "No tiene que volver a pasar, pero todavía recordamos que pasamos a tener 13 UCI en el Vall d'Hebron, tuvimos que transformar todo el hospital, y en el futuro estaremos mucho más preparados con unos espacios más polivalentes", insiste el gerente.

70 M€ para seguir la transformación

El edificio de atención ambulatoria, diseñado por los despachos de arquitectura Nakamatsu Associats y Moran Arquitectura, costará unos 70 millones de euros y tiene que estar terminado el 2026. Será una pieza clave de la gran transformación en que está inmersa el Vall d'Hebron y que culminará a finales de esta década con más de 276 millones invertidos. Salazar ha repasado los retos de futuro: se está haciendo el nuevo edificio de investigación, hace unos meses se puso en marcha el helipuerto y está prevista la construcción de las nuevas urgencias, que convivirán con el nuevo espacio de farmacia hospitalaria y centro logístico. Además, también se rehabilitarán los tres edificios del complejo que continuarán en marcha: el hospital general, el edificio de traumatología y quemados y el hospital infantil, que continuará concentrando toda la atención pediátrica. Trasladar la atención ambulatoria de adultos permitirá liberar espacio en estos edificios históricos para concentrarse en la atención de los pacientes ingresados, insiste Salazar.

Para los años próximos, queda pactar con el Ayuntamiento de Barcelona un plan especial urbanístico que permita conectar el nuevo edificio que este miércoles se ha presentado con el resto del campus. La propuesta del Vall d'Hebron es una plataforma que cubra la ronda de Dalt y cree una gran plaza, una propuesta urbanística que, según el directivo, conviene no solo a los usuarios del campus sino a todos los vecinos del barrio y a la ciudad. "Es un tema que se tiene que trabajar, pero estoy seguro de que lo compartimos y cuando llegue el momento será un proyecto que hallará complicidad", ha apuntado el directivo del hospital.

Los arquitectos han defendido el proyecto basado en una "nave diáfana" y bastante polivalente para un edificio que tiene que durar hasta finales de este siglo como mínimo. Se han evitado los pilares para poder jugar con el espacio y adaptarlo y también se han incluido patios interiores y verdes para hacer el espacio más amable a los usuarios y para ventilar las salas de espera del hospital.

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