Salud

Investigadores catalanes imprimen por primera vez un pedazo de corazón que late

Crean un tejido cardíaco que sobrevive en modelos animales durante un mes después del implante

Imagen de la bioimpresora que han utilizado los investigadores del Idibell
ARA
25/06/2025
2 min

BarcelonaCientíficos catalanes del Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (IDIBELL) han creado por primera vez un pedazo de tejido del corazón que puede crecer, madurar y sobrevivir a largo plazo dentro de un animal. Hasta ahora este tipo de experimentos fracasaban porque son tejidos muy complejos y, si no reciben sangre suficiente y nutrientes, no maduran correctamente y acaban muriendo. Ahora estos investigadores lo han conseguido con una bioimpresora 3D: han elaborado pequeños vasos sanguíneos con esta herramienta que han permitido que el tejido se integre a la perfección en el sistema circulatorio y sobreviva un mes después del implante. Hasta ahora, la esperanza de vida de estos tejidos no superaban las dos semanas, por lo que los investigadores creen que con esta técnica se podrían fabricar parches de corazón para sustituir a partes afectadas del órgano de un paciente y que éste recupere su funcionalidad.

En concreto, los investigadores han elaborado un pedacito de miocardio, uno de los músculos que se encarga de bombear la sangre, y han comprobado que el tejido latía correctamente y se habían generado nuevos vasos sanguíneos que lo nutrían de sangre y nutrientes. Hoy por hoy lo han conseguido con un animal, pero creen que en un futuro se podrá aplicar en humanos como terapia para las personas que padecen alguna enfermedad cardiovascular. "Para poder llevar esta terapia al primer paciente, estimamos que se necesitarían unos cuatro años más de investigación y la colaboración con otros centros de investigación. Hemos solicitado un proyecto europeo, pero no nos lo han concedido, por tanto, deberemos buscar otras vías para salir adelante", explica Ángel Raya, líder del estudio.

La "receta" para imprimir

La bioimpresión 3D permite elaborar diferentes capas que dan buena estructura y estabilidad al tejido para que éste sobreviva. Esta herramienta utiliza biotinta, es decir, material elaborado con células madre para crear tejidos cardíacos. La "receta" que han encontrado los investigadores para que la fórmula funcione y el tejido se adapte correctamente al corazón es poner tres capas de biotinta muscular entre dos capas de biotinta vascular. Estos materiales están compuestos por gelatina, que proporciona consistencia y plasticidad al tejido, pero también por una proteína llamada fibrinógeno y por ácido hialurónico, que dan estructura, flexibilidad y soporte a las células.

Por último, la biotinta también incluye transglutaminasa microbiana, una enzima que promueve la creación de enlaces entre capas de células, una característica esencial para la estabilidad del tejido una vez implantado. A partir de esa base, se pueden generar las dos tintas por separado. Por un lado, a la biotinta muscular es necesario añadir células musculares llamadas cardiomiocitos, mientras que para conseguir la biotinta vascular, se utilizan microfragmentos vasculares que se extraen del propio paciente.

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