Madres mayores, en solitario y parejas lesbianas: la nueva normalidad de la reproducción asistida
Se cumplen 40 años de la primera fecundación 'in vitro' en España
BarcelonaHace 40 años nació el primer bebé por fecundación in vitro en el Estado. Fue en Barcelona, el 12 de julio de 1984, de la mano de los profesionales del Hospital Dexeus. Desde entonces, las técnicas de laboratorio y clínicas han evolucionado mucho, una de las "grandes revoluciones de la medicina", que ha favorecido el nacimiento por reproducción asistida de unos 12 millones de personas en todo el mundo. También ha propiciado un cambio de paradigma, una nueva normalidad de maternidades a edades más tardías, en solitario y en parejas de lesbianas. "Me siento privilegiada por ser el punto de inicio", ha explicado este jueves Victoria Anna Perea, la primera persona que nació por fecundación in vitro en España y que está a punto de celebrar su 40 aniversario. En 2021, por ejemplo, el 11% de los nacimientos en el Estado fueron gracias a esta técnica, hasta 40.000 bebés.
Hace cuatro décadas la media de edad de las pacientes era de 35 años, y ahora las mujeres acuden a la clínica a los 39. De hecho, en los últimos diez años las madres por encima de los 40 años han crecido un 27% en el Estado, y en el Hospital Dexeus la mitad de las mujeres que atienden superan la cuarentena. Desde el centro explican que antes el principal motivo para someterse a reproducción asistida era la salud, sobre todo por el llamado factor tubárico, una problemática que afecta a las trompas de Falopio, mientras que actualmente el principal problema es la edad avanzada de la mujer que quiere ser madre. Además, las mujeres que se plantean un embarazo en solitario y las parejas de mujeres que quieren a un hijo por reproducción asistida se han doblado.
"A mi generación, con todas las dificultades para conseguir un trabajo estable o una pareja, llegamos más tarde en muchos casos a buscar el embarazo. Todos conocemos a personas que están en este punto, con el desgaste que implica", ha afirmado Perea, que ha añadido que "hace falta mucha información que, sin ser invasiva, ayude a las mujeres a planificar mejor si es que quieren ser madres". Además, el presidente de la Fundación Dexeus Mujer y responsable de la primera fecundación in vitro del Estado, Pedro N. Barri, cree que debería haber más colaboración entre la sanidad pública y la privada para democratizar estas técnicas.
"Los humanos somos los que nos reproducimos peor"
El experto ha hablado de la baja natalidad del Estado. A su juicio, en España se dan "pocas ayudas a la familia" para revertir la falta de nacimientos y el envejecimiento poblacional: la media de hijos por mujer es de 1,1, y el primer hijo se tiene alrededor de los 32 años . "Los seres humanos somos los animales que nos reproducimos peor", ha asegurado Barri. Desde Dexeus recuerdan que por todo ello la Sociedad Española de Fertilidad ha presentado en el Senado un documento consensuado con otras siete asociaciones médicas y otros agentes del ámbito de la reproducción con el objetivo de abrir un debate social y promover medidas políticas que contribuyan a frenar el descenso de la natalidad en España.
Barri también ha lamentado que, mientras que en España el 80% de los tratamientos se realizan en la sanidad privada, en otros países de Europa la sanidad pública asume la mayoría. Según el experto, en la sanidad pública existen problemas de acceso que hacen que se retrasen las intervenciones, lo que disminuye el éxito de la fecundación artificial. En Catalunya, la tendencia a la baja se mantiene desde 2009, y el pasado año nacieron 54.182 bebés, un 3,9% menos que en 2022, según los datos provisionales del Instituto de Estadística de Cataluña (Idescat). Es la cifra más baja de los últimos 28 años: en 1995 se registró el mínimo histórico desde que existen datos.
Una mirada al futuro
Anna Veiga, que fue directora del laboratorio de fecundación in vitro del antiguo Instituto Dexeus y miembro del equipo médico que realizó la primera reproducción asistida, ha explicado cómo se ha pasado de herramientas muy limitadas a la sofisticación de la tecnología que ha propiciado esta "revolución médica". De hecho, la bióloga afirma que hay pocas especialidades en las que se haya avanzado tanto en los últimos 40 años. La extracción de los óvulos, por ejemplo, se hacía por laparoscopia, una técnica que obligaba a ingresar a la madre más de un día y que le dejaba una cicatriz en el abdomen. Ahora, en cambio, se realiza una punción ecográfica vaginal, mucho más simple y breve.
Antes la transferencia de los óvulos se hacía, sin congelarlos, a los dos días de la extracción y fecundación, puesto que no se podían mantener en cultivo durante más tiempo, mientras que ahora se transfieren a los cinco días para ver' n la evolución y división celular y esperar el momento propicio de la madre para implantarlos. Hace 40 años además la media de embriones transferidos era de tres, mientras que ahora es de uno, pero la tasa de éxito ha aumentado hasta el 65% en muchos tratamientos.
Con la mirada puesta en el futuro, el jefe del servicio de medicina de la reproducción de Dexeus Fertility, Nikolaos Polyzos, prevé que las técnicas de fecundación in vitro que aún están por llegar permitan, por un lado, congelar el reloj biológico para preservar la fertilidad de las mujeres y los hombres y, por otro, "hackearlo" con nuevas tecnologías como la inteligencia artificial y elementos farmacogenómicos .