Utilizar el móvil en el inodoro puede aumentar el riesgo de sufrir hemorroides

BarcelonaHace unos años eran las revistas, periódicos o libros los principales aliados para ir al baño, pero en los últimos tiempos el móvil se ha convertido en un acompañante indispensable para muchas personas. Y esto tiene sus consecuencias: una investigación publicada en la revista científica PLOS One advierte que utilizar el móvil mientras se está en el inodoro puede estar asociado con un mayor riesgo de desarrollar hemorroides. La clave de estudio, realizado por un equipo de investigadores de la Harvard Medical School y el Beth Israel Deaconess Medical Center, se encuentra en que los usuarios que se llevan el móvil al lavabo acaban pasando más tiempo que los que no lo cogen, y que esto puede contribuir a sufrir esta afección gastrointestinal.

El estudio se ha realizado con 125 pacientes adultos con características diversas que se han sometido a una colonoscopia de cribado para detectar hemorroides. Asimismo, han respondido a varias preguntas sobre sus hábitos cuando acuden al lavabo, como si se llevan el móvil, pero también si comen mucha fibra o si hacen mucho deporte. La gran mayoría de los pacientes, hasta el 66%, se lleva el móvil al lavabo. Y son más jóvenes (una media de edad de 55,4 años) que quienes no lo hacen (62,1 años de media). Esto acaba traduciéndose en un aumento del tiempo sentado la taza: el 37% de los usuarios de los móviles pasaron más de cinco minutos, mientras que sólo el 7,1% de los pacientes que no cogen el teléfono permanecen allí este rato. ¿Qué hacían los usuarios de los móviles durante ese tiempo? Leer noticias, un 54,3% y consultar las redes sociales, un 44,4%.

Tras descartar el efecto de varios factores como la edad, el sexo, el índice de masa corporal, el ejercicio físico y la ingesta de fibra, el uso del teléfono en el inodoro se ha asociado con un aumento del 46% del riesgo de tener hemorroides. Por otra parte, debe tenerse en cuenta que los usuarios de móviles también hacían menos ejercicio a la semana que el otro colectivo. Este hecho podría indicar un mayor nivel de adición a la tecnología que puede acabar llevando a un estilo de vida más sedentario en general, que podría ser un factor de riesgo adicional para las hemorroides.

Sentarse prolongadamente

Con todo, los autores del estudio apuntan a que el hecho de sentarse de forma prolongada en un asiento de inodoro estándar, sin soporte al suelo pélvico, aumenta la presión en las almohadas hemorroidales. El estudio hace una distinción entre sentarse en el inodoro y otras formas de sentarse prolongadamente (por ejemplo, en una silla de oficina o en el sofá de casa). Estas otras situaciones suelen implicar algún tipo de soporte al suelo pélvico, algo que un asiento de inodoro estándar no ofrece. A diferencia de las creencias históricas que asociaban las hemorroides con el esfuerzo durante la defecación, este estudio no halló que fuera un elemento de riesgo.

La recomendación principal de los autores del estudio es restringir el uso del teléfono en el inodoro a menos de cinco minutos para reducir el riesgo de hemorroides. También sugieren la implementación de intervenciones educativas para promover hábitos más saludables en el baño. En este sentido, los investigadores apuntan a que los sanitarios deberían preguntarse sobre los patrones de uso del teléfono en las conversaciones sobre la salud gastrointestinal.