Salud

La ventana única de servicios sociales y sanitarios llegará a uno de cada cuatro dependientes a final de año

Una prueba piloto en Santa Coloma calcula que la integración reduce en cerca de un 40% las visitas a urgencias y hospitalizaciones

Varias personas son atendidas en el mostrador en el CAP de Santa Coloma de Gramenet
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Santa Coloma de GramanetEntre la residencia o el domicilio, la abrumadora mayoría de los catalanes (93%) querría recibir los cuidados en su domicilio, según la última encuesta Òmnibus. Más enfermedades crónicas, neurodegenerativas, oncológicas o de movilidad que se asocian con el envejecimiento, más soledad y más precariedad económica –sumadas a unas predicciones demográficas que apuntan a que en menos de una década uno de cada cuatro habitantes en el país tendrá más de 65 años– ponen sobre la mesa la obligación. de recursos sanitarios y sociales.

El centro de atención primaria (CAP) de Santa Coloma implementa desde 2018 un plan de atención integrado que compatibiliza la asistencia sanitaria y social, con ayudas para la tramitación de servicios y prestaciones y el apoyo temporal a domicilio. Según el estudio presentado este jueves en los departamentos de Salut y Drets Socials, este modelo ha reducido significativamente la hospitalización y el tiempo de estancia en entornos residenciales de urgencia de las personas con dependencia. En concreto, ha logrado una disminución del 37,2% en las visitas a urgencias, y un 38,3% en las hospitalizaciones. En definitiva, estas personas se descompensaban menos y pasaban más tiempo en casa.

Los datos incluyen las actuaciones realizadas a 264 personas entre mayo de 2018 y diciembre de 2021. El 91% vivían en su casa en el momento de la intervención y el 9%, en residencias. Tenían una edad media de 83 años y cuatro de cada cinco tenían pluripatología: más de la mitad (55%) tenían condiciones crónicas graves y alto riesgo de reingreso hospitalario, un 20% tenían una movilidad muy limitada y un 19%, enfermedades muy avanzadas.

A todos ellos se les hizo un seguimiento de seis meses y, aunque uno de cada cuatro murió en este periodo, se pudo constatar que la utilización de recursos sanitarios fue inferior: si inicialmente todos los participantes sumaban 182 visitas a urgencias y 130 ingresos hospitalarios, medio año después fueron 144 y 89. Asimismo, se redujo a la mitad (-46%) el coste medio total destinado a los servicios.

"Para nosotros, situar a las personas en el centro de todas las atenciones para poder hacer que su proyecto de vida sea digno es una práctica natural, habitual y justa", ha valorado la alcaldesa de Santa Coloma, Mireia González, quien ha subrayado que el gobierno municipal ha incrementado en más del 50 por ciento el presupuesto para continuar dando este servicio profesionales.

Primeros indicadores

Los datos de Santa Coloma son relevantes por ser el primer indicador del impacto de la coordinación de servicios que debería garantizar la futura Agencia de Atención Integrada Social y Sanitaria, una petición histórica de trabajadores y personas con dependencia para evitar duplicidades y coordinar mejor los servicios. Su necesidad se constató durante y después de la covid. Simplificándolo, será una especie de ventana única entre los CAP, las residencias y servicios sociales.

"El paciente debe estar en el centro de las decisiones, no detrás de los expedientes. La experiencia de Santa Coloma nos muestra que trabajar de forma integrada reduce las estancias y los ingresos hospitalarios, y aumenta el tiempo en casa. Es el modelo que debemos perseguir", ha afirmado la consellera de Salut, Olga Pané. En una intervención conjunta con la consejera de Derechos Sociales, Mònica Martínez Bravo, ha anunciado que el nuevo modelo sociosanitario llegará al 25% de la población catalana a finales de año, pasando de las 400.000 personas atendidas a más de 1,5 millones. Ahora bien, habrá que esperar para que el servicio coordinado cubra a todo el mundo con tarjeta sanitaria, al menos, hasta 2026 o 2027.

140.000 visitas menos a los CAP

Las consejeras han anunciado la incorporación de la práctica en Santa Coloma en la red, así como otras cinco nuevas pruebas piloto de atención domiciliaria. Todos ellos son proyectos que deben permitir preparar el sistema antes del despliegue de la Agencia y, según ha anticipado Pané, a finales de año se espera que haya un total de dieciocho. Las seis que ahora se incorporan se desplegarán en la comarca del Alt Empordà y en los municipios de Hospitalet de Llobregat, Mataró, San Andrés de la Barca, San Boi y Santa Coloma de Gramanet, y se suman a las ocho que ya estaban operativas (Amposta, El Prat, Osona, Manresa, Garro).

La particularidad de este modelo es que cada uno de los beneficiarios tiene un plan de atención único y compartido entre salud y servicios sociales, así como un profesional de referencia que coordinará su atención teniendo en cuenta las necesidades que tenga de estos recursos públicos.

El cambio de modelo supondrá también un impulso tecnológico, con herramientas digitales que permitan el acceso cruzado a la información clínica y social. Este modelo dio un salto importante, en agosto de 2024, cuando se puso en funcionamiento los microvisores que permiten a los profesionales de servicios sociales y de salud compartir información clínica y social de forma segura y directa. Esta herramienta evita que las personas tengan que desplazarse a los CAP para obtener informes médicos para la valoración de la dependencia, ya que los equipos responsables pueden acceder directamente a ellos. Esto supone un ahorro de unas 140.000 visitas anuales a los CAP.

Pendientes de la Agencia integrada

El proyecto de ley para la Agencia de Atención Integrada Social y Sanitaria de Catalunya encara su última fase de tramitación parlamentaria y debería llegar al Pleno en los próximos meses. "La ley debe permitir que esto no sean experiencias, sino una cobertura total de la población dependiente", ha afirmado la consejera de Derechos Sociales, Mònica Martínez-Bravo.

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