La viruela del mono: qué sabemos, qué no y por qué ha disparado las alarmas
Madrid señala una sauna como uno de los orígenes del brote y los expertos dicen que el virus no tiene un potencial pandémico como el covid
BarcelonaLas autoridades sanitarias españolas ya asumen que el goteo de infecciones por la viruela del mono va para largo. Cada vez son más las comunidades autónomas que avisan al ministerio de Sanidad del hallazgo de casos con síntomas compatibles. La Comunidad de Madrid, donde se ha declarado el principal foco del Estado, suma 30 afectados y 15 sospechosos más pendientes de la prueba de confirmación de esta viruela no humana, según ha informado este viernes la consejería de Sanidad madrileña. También las Islas Canarias han notificado casos sospechosos (2), así como Castilla-La Mancha (1) y Andalucía (1). En Catalunya no se ha detectado ningún caso, pero la secretaria de Salud Pública, Carmen Cabezas, no descarta que se puedan encontrar alguno pronto. "Siempre hay alguna posibilidad", ha dicho en una entrevista a RAC1.
La situación en España no es inédita: en otros países europeos –como el Reino Unido, Portugal, Italia o Bélgica– y en los Estados Unidos y Canadá ya hay brotes. Y dos años después de la irrupción del covid-19, que cambió la normalidad a medio mundo, los expertos consultados por el ARA entienden la preocupación y sensibilización de la población ante nuevos brotes infecciosos, pero aclaran que no es un virus nuevo y que no tiene la capacidad de propagación de los coronavirus.
¿Qué es la viruela del mono?
Es una zoonosis viral (enfermedad provocada por un virus que se transmite de los animales a las personas) poco frecuente en los países europeos y que produce síntomas parecidos a los que se observaban en enfermos de la viruela en el pasado, a pesar de que menos graves. Con la erradicación de la viruela el 1980, se ha convertido en el ortopoxvirus más importante. "Es una enfermedad conocida y documentada en cualquier servicio de salud internacional, porque de vez en cuando hay brotes", explica la investigadora de ISGlobal, centro impulsado por la Fundación La Caixa, y médico del Servicio de Salud Internacional y Medicina Tropical del Hospital Clínic, Natalia Rodríguez-Valero.
¿De dónde procede?
Los casos se dan sobre todo en las zonas de los bosques tropicales del centro y el oeste del África, y los brotes son habituales en países como el Congo o Nigeria, donde el 2017 se sufrió el mayor brote documentado, con más de medio millar de afectados. En el resto del mundo, su propagación es esporádica y limitada: los focos acostumbran a darse por importación (a partir de viajeros a estas zonas endémicas) y la transmisión nunca llega a ser comunitaria, según explica el investigador del Centre de Recerca en Salut Animal (CReSA) del IRTA Joaquim Segalés.
¿Ya ha habido brotes fuera de las zonas endémicas?
Sí. En la primavera del 2003 se confirmaron casos de viruela del mono en los Estados Unidos y fue la primera vez que se detectó la enfermedad fuera del continente africano. Según explica Rodríguez-Valero, el origen del brote fue la importación de roedores desde Ghana que estuvieron en contacto con perritos de la pradera. Uno de estos animales (que en los EE.UU. son mascotas) mordió a un niño y lo infectó. "En total hubo 89 casos", dice la médico. Segalés, sin embargo, matiza que la transmisión de animales a personas tampoco es tan sencilla: "También necesitas un contacto estrecho, con el animal o con superficies o alimentos contaminados". El veterinario también toma como referencia el caso norteamericano del 2003 y recuerda que "hicieron falta dos especies animales para que llegara a las personas".
¿Sabemos el origen del brote que afecta a España?
Todavía no está claro. El gobierno madrileño ha hecho el rastreo de los casos activos y sospechosos y ha determinado que al menos uno de los focos se habría producido en una sauna que funciona en la comunidad. Identificar el origen del brote es esencial para poderlo controlar, afirma Rodríguez-Valero, pero matiza que la prioridad es encontrar la causa que explica el aumento de infecciones en diferentes países. "Por alguna razón que desconocemos y que se tiene que estudiar, de golpe hay una transmisión puntual y elevada en diferentes países", puntualiza. De hecho, solo uno de los casos detectados en Europa (un hombre en el Reino Unido) había viajado a una zona endémica. Segalés coincide con la doctora: "Si sabemos el origen podremos cortar la cadena de contagios. Ahora el alcance todavía es limitado y dudo que se den grandes brotes, pero seguramente irán saliendo más casos".
¿Nos tenemos que alarmar por este brote?
Los expertos piden calma y prudencia. "No es un virus nuevo, a pesar de que para nosotros lo parezca. Ahora bien, lo que sorprende es que hay varios casos a la vez en varios países", afirma Segalés. También Rodríguez-Valero defiende que ahora el protocolo español obliga a revisar casos que podrían ser compatibles con la viruela del mono y que seguramente se observará un aumento de los positivos. Dice que hay motivos para alertarse pero no para alarmarse después de la experiencia del coronavirus. "Debemos estar atentos a sospechosos en todos los servicios de salud si han viajado al África, si tienen mascotas exóticas y sobre todo si son contactos estrechos de contagiados. Pero si se comporta como lo ha hecho siempre, la viruela del mono no tiene el potencial pandémico que tiene el covid ", asegura.
¿Cómo se contagia?
La infección se produce por el contacto directo con la sangre, los líquidos corporales y las lesiones en la piel o las mucosas de animales salvajes infectados. Con todo, se considera que los roedores son el principal reservorio del virus. Ahora bien, Rodríguez-Valero asegura que la transmisión de persona a persona es poco eficaz: puede producirse por contacto estrecho con secreciones infectadas de las vías respiratorias o lesiones cutáneas de una persona infectada o con objetos contaminados recientemente con los fluidos del paciente.
En general, la transmisión se produce principalmente por gotas respiratorias grandes después de contactos frente a frente prolongados con el contagiado. La transmisión humana es limitada si se compara con el covid, porque las gotas respiratorias no se mantienen en el aire y el infectado no lo transmite si es asintomático.
¿Es una infección de transmisión sexual?
No. Todo contacto cercano y íntimo favorece el contagio, pero el sexo no es imprescindible.
¿Qué síntomas provoca?
El periodo de incubación (el tiempo que pasa entre la infección y la aparición de los síntomas) es de 6 a 16 días y la enfermedad se divide en dos fases que se solapan. La primera acostumbra a producirse los primeros cinco días y el afectado experimenta un abanico de síntomas similares a la gripe o la varicela: fiebre, dolor de cabeza intenso, inflamación de los ganglios linfáticos, dolor lumbar y muscular y cansancio extremo.
A la vez, los primeros tres días desde que empieza la fiebre empieza la segunda fase: la erupción cutánea. Acostumbra a afectar primero la cara y después se extiende al resto del cuerpo, especialmente a las manos y las plantas de los pies, pero también a las mucosas de la boca, la zona genital y la córnea. Las lesiones cutáneas pasan a ser vesículas (botellas llenas de líquido) al cabo de unos diez días, hasta que se generan las costras. La eliminación completa de estas costras puede tardar hasta tres semanas. "Es una enfermedad molesta, pero habitualmente es leve", indica Rodríguez-Valero.
¿Cómo se diagnostica?
Se tienen que tener en cuenta los elementos que la diferencian otras enfermedades como la viruela, la varicela, el sarampión, las infecciones bacterianas de la piel, la sarna, la sífilis y las alergias medicamentosas. Una de las señales claras es la linfadenopatia (inflamación de los ganglios linfáticos), que afecta al 90% de los infectados, pero sobre todo destacan las lesiones cutáneas. Sin embargo, el diagnóstico definitivo solo puede obtenerse con pruebas de laboratorio, preferiblemente mediante muestras de un frotis en las lesiones vesiculares o de las costras, más que una extracción sanguínea, por la corta duración de la viremia en sangre.
¿Cuánto tiempo dura?
La viruela del mono suele ser una enfermedad limitada con síntomas que duran de 14 a 21 días. Se mantiene en el organismo entre 2 y 4 semanas.
¿Puede causar una enfermedad grave?
La mayoría de personas se recuperan en unas cuantas semanas, pero en algunos casos se puede producir una enfermedad grave y requerir hospitalización por neumonías víricas, secuelas oculares e infecciones cutáneas graves. En zonas endémicas se pueden dar casos severos, sobretodo entre los niños y las personas inmunodeprimidas y su evolución depende del grado de exposición al virus, el estado de salud del paciente y la gravedad de las complicaciones.
La tasa de letalidad ha variado mucho a lo largo de los años, pero siempre ha sido inferior al 10% y la mayoría de las defunciones se producen en niños pequeños. "Hay que tener en cuenta que en el África hay una población afectada que también sufre desnutrición y parasitosis, y estas condiciones que pueden ser graves o mortales no se dan en Europa", añade Segalés.
¿Existen tratamientos?
Actualmente, no hay vacuna ni ningún tratamiento específico disponible, pero se pueden controlar los brotes. Los síntomas se pueden tratar y se dan fármacos de apoyo, incluida la prevención y el tratamiento de infecciones bacterianas secundarias. La vacuna antivariólica ha demostrado una eficacia del 85% para prevenir la viruela del mono, si bien ya no es accesible porque se suspendió la producción después de la erradicación mundial de la viruela. "La vacuna ofrecería una protección elevada, y actualmente tenemos el segmento adulto, las personas de más de 40 años, protegido", apunta el veterinario.