El gobierno italiano también tiene encima de la mesa la posibilidad de reducir la cuarentena de los vacunados con la tercera dosis por miedo a que la rápida difusión de la variante ómicron paralice algunas actividades. El Comité Técnico Científico, que hace seguimiento de la pandemia en Italia, se reunirá este miércoles para estudiar la propuesta. La idea sería reducir el aislamiento a partir de enero para quien haya recibido la dosis de refuerzo, y pasar de la actual cuarentena de entre siete y diez días -depende del nivel de vacunación- a entre tres y cinco. En total, se calcula que entre dos y tres millones de personas están en aislamiento en Italia.
Sanidad y las comunidades autónomas debatirán el acortamiento de las cuarentenas
Los Estados Unidos las reducen a cinco días para los asintomáticos e Italia también lo debatirá
BarcelonaEl debate sobre si hay que reducir la cuarentena de diez días que tiene que hacer una persona contagiada por covid-19 se pondrá encima de la mesa este miércoles en el Consejo Interterritorial de Salud, que reúne al ministerio de Sanidad y las consejerías de Salud de las comunidades autónomas. Algunos territorios, como Madrid y Andalucía, ya se han mostrado partidarios de abrir este melón para hacer más cortas las cuarentenas mientras la nueva oleada de covid-19 crece desenfrenada. La propuesta llega después de que las autoridades sanitarias de los Estados Unidos ya hayan decidido rebajar a la mitad el tiempo recomendado de aislamiento para personas contagiadas pero que no tengan síntomas.
En Andalucía, el consejero de Salud, Jesús Aguirre, ha dicho este martes que proponen acortarlas para los contactos estrechos de positivos que no tengan ningún síntoma, una iniciativa que también ha puesto encima de la mesa el viceconsejero madrileño de Asistencia Sanitaria y Salud Pública, Antonio Zapatero. Aguirre ha defendido el cambio por el hecho de que la variante ómicron provoca más contagiados, pero con menos incidencia clínica, por lo que considera que esta sexta oleada se tiene que abordar "de manera diferente".
Lo que está analizando la consejería de Salud andaluza es si es necesario, por ejemplo, que un contacto estrecho sin síntomas guarde una cuarentena de diez días, si a todos los contactos se les tiene que hacer una PCR o un test de antígenos o si la trazabilidad de los casos se tendría que quedar solo en los no vacunados o que tengan síntomas. Por su parte, el viceconsejero madrileño ha puesto de ejemplo el modelo que ya ha planteado Estados Unidos: reducir de diez a cinco días el aislamiento de los pacientes asintomáticos.
El precedente de los EE.UU.
Las autoridades sanitarias de los Estados Unidos han tomado la decisión de obligar a solo cinco días de confinamiento a los contagiados con covid que no tengan síntomas. Este lunes al atardecer, el Centro de Control de Enfermedades (CDC en las siglas en inglés) confirmaron el cambio, que habían sugerido previamente tanto el presidente del país, Joe Biden, como el principal epidemiólogo del gobierno, Anthony Fauci.
A pesar de que inicialmente el ejecutivo de Biden era reticente a cambiar estas directrices, el cambio se justifica por el hecho de que la variante ómicron del coronavirus es más contagiosa que otras mutaciones pero también menos grave. Las autoridades sanitarias estadounidenses han argumentado que la mayoría de contagios se producen en el periodo que va de los dos días anteriores al desarrollo de los síntomas a los dos o tres días posteriores. "Así pues, las personas que tengan un resultado positivo tendrán que aislarse durante cinco días y, si son asintomáticos, podrán dejar la cuarentena", señala el CDC en un comunicado, en el que añade que tendrán que llevar mascarilla durante cinco días más para minimizar el riesgo de contagiar la enfermedad.
Esta directriz se aplica también a las personas no vacunadas o que hace más de medio año que recibieron la segunda dosis. En cambio, quien haya recibido la dosis de refuerzo no tendrá que hacer cuarentena (siempre que no tengan síntomas), a pesar de que sí tendrán que llevar mascarilla durante diez días después de haber sido expuestos al virus, y se les recomienda que se hagan un test al cabo de cinco días.
Falta de personal
La alta transmisibilidad de la variante ómicron, que es la dominante en los EE.UU., ha provocado problemas en algunos sectores debido a la falta de personal, como es el caso de las aerolíneas, y ahora amenaza a otras áreas como la sanidad, los restaurantes y el comercio minorista.
Este lunes hubo 3.259 vuelos cancelados en todo el mundo, de los cuales casi la mitad tenían como origen o destino los Estados Unidos, según el portal FlightAware. Este martes, hasta las 14 h, se han quedado en tierra más de 2.300 vuelos programados, una tercera parte en los EE.UU. Las grandes líneas aéreas estadounidenses, como Delta, United y American, habían pedido reducir los tiempos de aislamiento para los casos de contagios asintomáticos y los contactos de positivos.
El CDC ha subrayado que el cambio está avalado por "demostraciones científicas", a pesar de que su director, Rochelle Walensky, ha admitido que la variante ómicron se está extendiendo muy rápidamente y que "tiene el potencial de afectar a todos los ámbitos" de la sociedad. "Estas actualizaciones garantizan que la gente pueda seguir con su vida diaria de manera segura", añade el comunicado.
Los sindicatos estadounidenses han alertado de que las empresas pueden utilizar estas directrices como pretexto para presionar a los trabajadores a volver al trabajo aunque tengan síntomas, cosa que se añade a la misma presión derivada del hecho de no tener baja remunerada por enfermedad. "No podemos permitir que la fatiga pandémica conduzca a decisiones que alarguen la duración de la pandemia o que pongan políticas bajo responsabilidad de los trabajadores", ha dicho Sara Nelson, presidenta de un sindicato de asistentes de vuelo, al New York Times.
La decisión de las autoridades sanitarias se ha producido en un momento en el que los Estados Unidos han superado los niveles de infección que se registraron en verano con la variante delta, con cifras como las del invierno pasado cuando la población todavía no estaba vacunada, con unos 200.000 casos diarios durante la semana pasada. Ahora mismo, el 62% de los ciudadanos de los Estados Unidos están vacunados con la pauta completa.