Sucesos

El actor que se presentaba como una estrella: ¿quién es el asesino de Pontons?

La Guardia Civil registra un segundo domicilio del detenido, donde se sospecha que vivía con la víctima

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El punto donde el asesino de Pontons habría enterrado el cuerpo de la víctima, descuartizado, en una imagen cedida al ARA

BarcelonaLlegaba siempre a Pontons con un coche de alquiler. Quería pasar desapercibido, pero sus acciones lo delataban. El verano de 2021 compró un terreno, uno de los más baratos que encontró, solo por 2.000 euros. Era la última parcela de una urbanización no muy lejana de esta población de 450 habitantes. Después de su solar ya empezaba el bosque. En un pueblo tan pequeño todo el mundo se tiene que conocer y se quiere conocer, y no pudo evitar las primeras preguntas de los vecinos. Decía que era originario del País Valenciano y que vivía en Barcelona. Para esa parcela, decía, tenía grandes planes: un pequeño refugio para desconectar. Explicaba que se lo podía permitir, que había sido un actor de éxito y había ganado tanto dinero que se había podido retirar a los 40 años y ahora vivía la vida. A los vecinos no les sonaba de nada su cara. Decía que estaba separado pero que todavía vivía con la mujer.

Pero no siempre decía lo mismo. A otros residentes les explicó otras películas que hicieron desconfiar al vecindario. Ninguna de las identidades con las que se presentó era real. Solo una se acercaba –vagamente– a su verdadera vida: J.F.R., el asesino confeso de Pontons, era un actor de origen valenciano que residía cerca del Hospital de Sant Pau de Barcelona con su pareja, a la que hace una semana encontraron muerta, cortada en trozos, a un metro y medio de profundidad en aquel solar de Pontons. Era normal que a los vecinos no les sonara su cara: interpretó el papel de un actor exitoso a pesar de que su carrera había sido corta y no había acabado de arrancar. Empezó en 2004 y duró tres años. Una decena de obras teatrales, la mayoría de ellas de la academia de Barcelona donde había estudiado, la Casona, y algunos cortometrajes de estudiantes. Miembro de la Asociación de Actores y Directores Profesionales de Catalunya, en su currículum hace casi 20 años que no consta ningún trabajo de intérprete.

Durante los tres primeros años de actividad, participó en la tragedia sangrienta Ricardo III de Shakespeare, se puso en la piel del conflictivo matrimonio de ¿Quién teme a Virginia Woolf? de Edward Albee e interpretó las dos caras de El oso de Chéjov. Sus especialidades eran la esgrima, los malabares, la lucha escénica y la conducción deportiva. El papel más cruel, sin embargo, lo reservó para su vida privada. El verano del 2021 asesinó a su pareja, una mujer de 42 años, la descuartizó y, según avanzó La Sexta, la guardó casi un año en un congelador. Después, encontró el terreno en Pontons y pensó que la mejor opción era enterrarlo. Primero preguntó si podía edificar, pero le denegaron la petición. Les dijo a los vecinos que se quedaba igualmente el terreno, que pondría una hamaca para tomar el sol. Una mañana, sin embargo, los residentes de la zona lo vieron con un pico y una pala. Empezó a excavar un agujero de grandes dimensiones. Le preguntaron qué quería hacer, y respondió que quería poner un depósito de agua para una caravana. Por la noche, cuando los vecinos volvieron a casa, el agujero ya estaba tapado. Había puesto vallas alrededor y había plantado lavanda.

El cercado que hizo el asesino de Pontons alrededor del lugar donde enterró el cuerpo de la víctima, en una imagen cedida a esta redacción.

Una tumba rodeada por piedras

Aquel agujero a simple vista parecía una tumba. Tal como se puede ver en las imágenes, varias piedras delimitaban un rectángulo de las medidas de un cuerpo humano. Esto hizo levantar sospechas a los vecinos. Un hombre con varias identidades de quien las redes sociales no arrojaban más luz. LinkedIn, desactualizado. Facebook, con unas pocas fotos de un viaje a Machu Picchu en 2009. Los vecinos avisaron al Ayuntamiento. El consistorio tampoco sabía mucho de J.F.R. Solo que había pedido edificar y que también se había quejado de que pagaba un IBI demasiado alto. Finalmente, el Ayuntamiento lo dejó en manos de la Guardia Civil, que comprobó los datos del propietario del terreno y vio que, sobre el papel, convivía con una mujer, pero hacía mucho tiempo que no se sabía nada de ella. El pasado martes, autorización judicial en mano, excavaron el agujero y descubrieron el cuerpo de la mujer. El mismo día detuvieron a J.F.R. por su asesinato. Ahora ya está en prisión preventiva.

El asesino había delimitado con piedras el lugar donde estaba enterrada la víctima, en una imagen cedida al ARA.

El cadáver estaba repartido en varias bolsas de plástico. La primera estaba a 135 centímetros de profundidad. En algunas bolsas, sin embargo, también había objetos personales de la víctima. Los investigadores encontraron más el pasado martes en el piso de J.F.R. Además, encontraron el pico y la pala. Este miércoles la Guardia Civil ha llevado a cabo un registro con presencia del acusado en otro domicilio que tenía cerca del Hospital de Sant Pau de Barcelona, donde se sospecha que habría vivido con su pareja. Que en el otro piso, en el barrio de Gràcia, no encontraran trazas del crimen, hace pensar a la policía que el asesinato se habría cometido en este segundo domicilio. Ella estuvo meses y meses desaparecida y nadie lo denunció. Ahora la Guardia Civil está comparando su ADN con el de un familiar para confirmar del todo que la víctima es ella. Sería el decimocuarto feminicidio del 2021.

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