Alerta por el calor: se avanza la temporada de incendios

Los Bomberos hacen el doble de servicios de lo que es habitual e Interior pide prudencia

Un hidroavión de los Bomberos trabajando en la extinción del incendio de febrero en Roses.
20/05/2022
3 min

Barcelona“Un mensaje de prudencia. Este fin de semana algunas zonas del país bordearán los 40 grados. Esto implica más riesgo de incendios”. Es lo que ha dicho el conseller de Interior, Joan Ignasi Elena, un mes antes de que empiece el verano. Cuando todavía no ha acabado el mayo, Elena ha advertido que la temporada de incendios forestales “no es cuestión del verano” porque lo peligro se mantiene “todo el año” por el cambio climático y otros factores.

El calor desbocado ya se ha notado en las actuaciones de los Bomberos de la Generalitat: han hecho el doble de servicios por fuegos de vegetación y agrícolas de lo que es habitual en esta época. Según Elena, este año los Bomberos también han sumado más de 2.200 intervenciones por incendios de vegetación, un 30% más que el mismo periodo del año pasado.

La subinspectora de los Bomberos Marta Miralles, que trabaja en el Grupo de Actuaciones Forestales (GRAFO), explica al ARA que los últimos días han atendido entre una treintena y una cuarentena de incendios forestales diarios por el calor: en una única jornada han tenido un pico de 47 fuegos que sobresale de los datos de la última década en Catalunya. “Cada vez es más habitual que la campaña de verano se avance con unos incendios rápidos. Es un cambio gradual que está llegando y que es palpable”, dice Miralles. El calor de mayo hace que el verano se presente antes de tiempo porque la hierba y el matorral se secan a un ritmo acelerado.

Sin embargo, el jefe de los Agentes Rurales, el inspector jefe Antoni Mur, puntualiza al ARA que, a pesar de la excepcionalidad de los últimos días por el calor, la media de incendios de este año se había mantenido en la media. Hasta el 15 de mayo, antes de que se acentuara el episodio de calor, se habían producido 190 incendios forestales que han quemado 535 hectáreas. Son unos datos que no difieren mucho de la media acumulada desde el 2005 en el mismo periodo de tiempo, que es de 188 fuegos y 595 hectáreas quemadas.

Falta de lluvia desde hace dos años

A pesar de que, visto en conjunto, de momento el 2022 no parece excepcional, Mur admite que el arranque del año también fue complicado porque en febrero se produjeron una ochentena de incendios forestales. El más importante fue el de Roses, que afectó unas 400 hectáreas. La lluvia de marzo ayudó a frenar el riesgo de fuegos, pero no fue suficiente para cambiar el déficit de precipitación en algunas zonas de Catalunya. Según Mur, la Catalunya Central, las Terres de Ponent y los Prepirineos arrastran unos dos años de sequía, con un 50% menos de lluvia de lo que es habitual.

El jefe los Agentes Rurales avisa que con la precipitación que ha dejado hasta ahora esta primavera no se ha recuperado la falta de lluvia. Por eso, Mur muestra “preocupación” por el escenario que quedará después del actual episodio de calor, que provocará que la hierba y el matorral se sequen. Habla de un “riesgo estructural” por el estado de la vegetación que puede propiciar incendios que se propagan rápido. La subinspectora de los Bomberos apunta que la sequía también puede repercutir en la intensidad de los fuegos, que entonces “son capaces de cambiar la atmósfera”.

Imagen del incendio forestal del verano del año pasado en la Conca de Barberà y la Anoia.

Miralles define como “extremadamente altas” y “anómalas” las temperaturas de mayo, que pueden llegar a situarse más de 10 grados por encima de la media. Dice que este fin de semana es “particularmente complicado”. Este viernes los Bomberos han tenido que movilizar ocho dotaciones terrestres, un helicóptero y dos hidroaviones para extinguir un incendio de vegetación en Cervelló, en el Baix Llobregat, así como cinco dotaciones terrestres en otro fuego en Rubí que ha obligado a cortar la circulación a la línea de trenes de FGC.

Restricciones en algunas zonas

Elena ha aprovechado para recordar que el origen de nueve de cada diez incendios es por la intervención de personas: “Tenemos que ser conscientes de que la preservación de la natura depende del comportamiento de cada uno de nosotros”. Ante el episodio de calor, el conseller de Interior ha explicado que “se han reordenado” los efectivos de los Bomberos, los Agentes Rurales y Protección Civil para priorizar y reforzar las zonas de más riesgo.

También se han restringido las autorizaciones de cremas a siete comarcas de la Catalunya Central y las Terres de Ponent: el Solsonès, el Alt Urgell, Les Garrigues, la Noguera, la Segarra, el Segrià y el Urgell. Unas restricciones que se plantean ampliar en dos comarcas más, el Bages y la Anoia. Hasta ahora se han suspendido más de 3.000 quemas que generaban peligro. Se pide evitar los bosques de ribera por la acumulación de pelusa, que es muy inflamable.

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