De antidisturbios de "orden público" a antidisturbios de “intervención”: el nuevo modelo de la Brimo de los Mossos

Los mandos de la policía debaten una nueva propuesta de estructura interna

3 min
Agentes antidisturbioses  de los Mossos d'Esquadra en una imagen de archivo

BarcelonaCuando hace medio año el conseller de Interior, Joan Ignasi Elena, destituyó al mayor Josep Lluís Trapero como jefe de los Mossos d'Esquadra, uno de los encargos que recibió la cúpula entrante fue diseñar una nueva organización interna. En verano de 2020 se había presentado una modificación de la estructura, pero quedó en un cajón después de la salida de Miquel Buch como conseller y con el regreso de Trapero liderando el cuerpo. El nuevo comisario jefe de los Mossos, Josep Maria Estela, ha reunido este jueves en Riner, en el Solsonès, a los mandos de la policía para debatir una nueva propuesta de organización. Uno de los cambios será el modelo de los antidisturbios, que quieren pasar de denominarlos de "orden público" a “intervención”.

Los Mossos pretenden mantener por separado las dos unidades de antidisturbios: la Brimo y la ARRO, con “la voluntad de orientarlas a la prevención y el apoyo especializado”. En cuanto al cambio de orden público a “intervención”, la policía argumenta que la intención es que “integre las capacidades” de seguridad ciudadana y apoye al territorio. Precisamente, una de las novedades de la estructura es que se “disuelve la dicotomía” entre servicios centrales y servicios territoriales. Dicho de manera más clara, el foco de poder de los Mossos ya no pivotará solo en el Complejo Central Egara, sino que quedará más repartido: “sitúa como pilar organizativo” el territorio, que es el que “presta el servicio directo a la ciudadanía”.

El día que Estela fue presentado como nuevo jefe, aseguró: “Queremos desterrar la primera persona del singular y la convertiremos en la primera persona del plural”. La alusión de evitar los personalismos también se ha mencionado en el comunicado del nuevo decreto de organización, que se define como “una estructura más plana que permite ordenar mejor la naturaleza matriarcal de la policía”. Un organigrama que “fortalece la orientación comunitaria y de proximidad, y refuerza la atención a las víctimas y a la ciudadanía”. De hecho, los Mossos explican que “se asume un enfoque de la actividad policial victimocéntrico”; es decir, centrado en las víctimas, y “orientado a la prevención y la resolución de problemas”, en el que evidentemente “se apuesta inequívocamente por la mediación y la gestión alternativa de conflictos”.

Una previsión de presencia virtual

La policía catalana habla de la "modernización” en dos sentidos: el tecnológico, para la transformación digital, y el intelectual, para mejorar la generación de conocimiento, la comprensión de los fenómenos criminales y dar una respuesta más eficaz. En cuanto al liderazgo, la Jefatura –la dirección de los Mossos– se define “como unidad orgánica” en la que el máximo mando “se convierte en un órgano plural que tiene las responsabilidades definidas”. Sobre las unidades de investigación, la policía apuesta “por no centralizar más”. También opta “por racionalizar la estructura existente” de apoyo a la dirección. Para acabar, la nueva organización incorpora el despliegue de los Mossos en el mar, en el espacio –drones– y en internet, donde prevén la presencia de una policía virtual.

La estructura actual del cuerpo es de hace una década, de 2011: según la policía, “ha quedado ampliamente rebasada”. El encuentro de mandos de los Mossos para terminar el nuevo decreto de organigrama se ha hecho con la asistencia de los jefes de las regiones y las comisarías generales después de una veintena de reuniones previas “con las partes afectadas”.

stats