Drogas

Encuentran cinco toneladas de marihuana y búnkeres contra narcoasaltos en el Maresme

La plantación más grande de España escondía cuatro más en naves industriales

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Agentes en una de las naves del Maresme intervenidas.

BarcelonaHace pocas semanas se anunciaba que se había desmantelado la plantación de marihuana más grande de España en Vilassar de Mar. Fue una operación de junio de la Policía Nacional y la Guardia Civil en una parcela de 32 hectáreas del Maresme que simulaba que se dedicaba al cáñamo industrial, pero no tenía los permisos para hacerlo y camuflaba su actividad delictiva con dos empresas legales. Después de identificar a los responsables, los dos cuerpos y los Mossos d'Esquadra, que habían formado parte de una primera investigación en marzo del año pasado, hicieron una petición al juzgado para pedir la entrada en cuatro naves industriales de la misma comarca. La sospecha es que se escondían cuatro plantaciones más.

Cuando en julio los agentes entraron en las naves –tres están en Mataró y una en Pineda de Mar– encontraron cinco toneladas y media de marihuana que producían en cultivos interiores –indoor–. También tenían a punto 850 kilos de cogollos envasados al vacío para distribuirlos, más de 120 kilos de marihuana picada, 39.000 plantas, 33 kilos de hachís y 300 gramos de polen de marihuana. En la operación hicieron seis detenciones por delitos contra la salud pública y defraudación de la corriente eléctrica. Los técnicos de la compañía vieron que tenían la luz pinchada. Según los cuerpos de seguridad, las plantaciones estaban diseñadas “con un elevadísimo grado de especialización” en cultivos indoor, con “una gran inversión”.

Las naves tenían unos búnkeres con las paredes reforzadas de acero para evitar que les robaran la droga en caso de narcoasaltos. La organización también había invertido en 2.000 luces de crecimiento, 253 ventiladores, 97 transformadores, una treintena de humidificadores, una quincena de equipos de aire acondicionado y máquinas recolectoras, de empaquetar cogollos, depósitos, generadores, termostatos y extractores. Los Mossos, la Policía Nacional y la Guardia Civil definen las naves como unas “macrofactorías dedicadas a la producción y al cultivo ilegal”.

Las diferencias con el cáñamo

Los agentes han justificado que el negocio de la organización no se basaba en las plantaciones legales de cáñamo por el hecho de que localizaron 33 kilos de hachís en mesitas, polen de hachís, marihuana picada y que defraudaban la electricidad. Otro elemento para diferenciar el cáñamo industrial de la marihuana es la presencia del tetrahidrocannabinol (THC), el principio activo del cannabis más psicoactivo y que puede generar más paranoia.

Los Mossos explicaron esta semana al ARA que las mafias de la marihuana son cada vez todavía más violentas, porque en la mitad de las plantaciones ya encuentran armas, que pueden ser pistolas o fusiles. Solo el año pasado la policía catalana detuvo a unas 2.000 personas, desmanteló 662 plantaciones e intervino unas nueve toneladas de esta droga. Esta operación en el Maresme, pues, representa más de la mitad –en peso– de la marihuana requisada en todo el año anterior.

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