Una deuda económica, tras el ataque con escopeta a Figueres
El asaltante disparó contra su excuñada y la hija menor de ella por un conflicto familiar
BarcelonaHacía mucho tiempo que no se veían las caras. Hacía casi ocho años que aquel hombre de 71 años había dejado de ser la pareja de su hermana y, según fuentes de la investigación, durante ese tiempo prácticamente no se habían visto. Este martes por la noche, sin embargo, el hombre se presentó en casa de su excuñada, en las afueras de Figueres, y abrió fuego con una escopeta contra ella y su hija menor de edad, que se refugiaron en la casa . Al cabo de unos minutos, llegó la Guardia Urbana, a la que el hombre también disparó. Los agentes se pusieron a cubierto y respondieron con disparos. Finalmente, le abatieron.
La gran pregunta es por qué el hombre se presentó en aquella casa y abrió fuego contra su antigua familia política. La investigación de los Mossos d'Esquadra acaba de empezar, pero fuentes policiales prácticamente descartan la hipótesis de la violencia de género y todo apunta a una disputa familiar por dinero. Tal y como explicó este martes el ARA, en las horas posteriores a los hechos ésta también era la principal hipótesis del ataque. Según fuentes de la investigación, en estos momentos todo apunta a que el ataque del hombre habría sido motivado por una deuda económica: unos trabajos que hizo hace ocho años para su familia política y que no le habrían pagado.
Sea como fuere, hacía muchos años que, sobre el papel, no se ponía en contacto con su excuñada y los Mossos intentan aclarar por qué el hombre tuvo esa reacción tan violenta después de tanto tiempo. Según las primeras pesquisas, la mujer habría abierto la puerta reja de acceso a la finca porque el hombre se presentó con un coche que anteriormente también había utilizado a su hermana y pensaba que era ella. El atacante accedió al interior de la parcela y abrió fuego con una escopeta del calibre 12. La mujer y su hija, menor de edad, se refugiaron en la casa y llamaron a una vecina que es agente de la Guardia Urbana. Fue la policía la que avisó a sus compañeros, que llegaron minutos después.
El tiroteo
Los efectivos de la Guardia Urbana de Figueres pidieron al hombre que bajara el arma. Lejos de hacerlo, respondió con disparos contra la policía. Los agentes se vieron obligados a sacar la pistola reglamentaria. De esta forma comenzó un nuevo intercambio de disparos, que acabó con el hombre herido en el suelo. Según las fuentes consultadas, recibió al menos el impacto de cuatro balas en la pierna, el pie, el abdomen y el tórax. Tras ser reducido, se llevó una ambulancia al Hospital de Figueres, donde acabó muriendo una hora más tarde. Nadie más resultó herido.
Durante toda la noche, agentes de los Mossos d'Esquadra han trabajado en el jardín de la casa recogiendo balas y otras evidencias. La vivienda tiene cámaras de seguridad, lo que facilitará mucho el trabajo de los agentes para reconstruir los hechos.