"Vamos tarde": el mundo sanitario reclama medidas más contundentes para frenar la quinta oleada

Los ayuntamientos piden "claridad" al Govern y critican que los dejen solos en el control del "toque de queda informal"

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Una enfermera atendiendo un enfermo a la UCI del Hospital Clínico de Barcelona esta quinta oleada.

BarcelonaLas nuevas restricciones que quiere imponer el Govern, entre las cuales está el cierre generalizado de las actividades a las 00.30 h y la limitación en los encuentros de hasta diez personas, si así lo avala la justicia, no convencen al mundo sanitario. Varios profesionales han usado Twitter como un altavoz para criticar unas medidas que, dicen, llegan tarde y no permitirán frenar el adelanto de la quinta oleada. "Vamos camino de los 80 pacientes de covid, todos graves, con neumonía bilateral y mayoritariamente jóvenes. Esto se parece mucho a la tercera oleada pero con 30 años menos de media. Es terrible, ¡vamos tardísimo!", ha lamentado el jefe del servicio de enfermedades infecciosas y coordinador de las hospitalizaciones covid del Hospital del Mar, Robert Güerri.

El presidente del Colegio de Médicos de Barcelona (COMB), Jaume Padrós, también ha defendido que son restricciones que acabarán resultando "insuficientes" considerando la explosión de contagios en el país. A pesar de que ha apelado a la responsabilidad individual y de las administraciones para contener este rebrote de magnitud inédita durante los diecisiete meses de pandemia, ha afirmado que hay "muchos actos de fiesta mayor que ahora no se pueden hacer" porque implican aglomeraciones y menos vigilancia, y que las medidas prácticamente no entran a limitar.

Las medidas de contención llegan después de semanas con un crecimiento exponencial de los casos. La atención primaria fue la primera en recibir el golpe con el diagnóstico de miles de contagios a la semana y el seguimiento de entre 6 y 9 contactos estrechos por cada positivo. Ahora, sin embargo, la presión asistencial ya no se concentra únicamente en el primer nivel asistencial, sino que está salpicando a los hospitales, concretamente a las urgencias y las áreas de semicríticos.

El propio jefe de epidemiología y medicina preventiva del Hospital Clínic, Antoni Trilla, admitía este miércoles en una entrevista con el ARA que la evolución epidemiológica empieza a desestabilizar los centros sanitarios -solo en el Clínic, las consultas se han duplicado en cuestión de días-, si bien calificaba de "valiente" la actuación del Govern a la hora de "intentar equilibrar vida social y económica con el repunte de casos".

En los hospitales catalanes hay 1.058 pacientes de covid ingresados y 209 en la UCI, muchos de los cuales son jóvenes que no están vacunados o que solo han recibido una dosis. El conseller de Salud, Josep Maria Argimon, alertaba ayer de que un tercio de los hospitalizados en planta y uno de cada cuatro enfermos en estado grave o crítico en Catalunya tienen menos de 40 años. "Seguimos abriendo nuevas plantas covid casi cada día y ya van cinco sin contar las UCI", alerta Carol Garcia-Vidal, médico especialista en enfermedades infecciosas del Hospital Clínic, que lamenta que con la situación epidemiológica y asistencial que empiezan a vivir los grandes centros sanitarios "no haya medidas más contundentes" que permitan parar la quinta oleada. A la vez, sin embargo, Padrós ha criticado que la capacidad en las UCI sea "el único criterio" para tomar decisiones políticas y ha pedido "máxima comprensión" con la atención primaria, que "en algunos casos roza el colapso".

Colau: "Si tenemos que cerrar las playas, queremos saber cómo lo hacemos"

La lluvia de críticas al paquete de nuevas restricciones -todavía sin entrar en vigor porque falta el visto bueno del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya- no solo proviene del sector sanitario. El mundo municipal, sobre todo las grandes ciudades del área metropolitana de Barcelona que el lunes manifestaron que el Govern no era lo suficientemente claro con sus intenciones, también acusa al ejecutivo de dejar el control epidemiológico exclusivamente en sus manos.

Así lo ha expresado la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, que ha criticado que se apruebe una especie de "toque de queda informal" y se traspase a los ayuntamientos la responsabilidad de controlarlo, cuando "no tienen suficientes medios" para hacerlo. "El terreno de la recomendación, con una ciudadanía cansada e hipersensible, es un terreno para la ambigüedad", ha afirmado Colau a Catalunya Ràdio, y ha añadido: "Si tenemos que cerrar las playas, queremos saber cómo lo hacemos. Si no pedimos el toque de queda, que la Generalitat deje claro qué se puede hacer y qué no". Colau también ha avisado de que pedirá más presencia de los Mossos para hacer cumplir las restricciones que se aprueben.

Su homólogo en Badalona, Xavier García Albiol, ha calificado de "irresponsable" la petición del Govern a los municipios para que restrinjan los accesos a los espacios públicos por la noche y ha dicho que, sin toque de queda, esta medida es "imposible" de cumplir. Por este motivo, el popular ha exigido "valentía" a la Generalitat y la ha instado a decretar el toque de queda. "En caso contrario la medida [cerrar playas y parques después de las 00.30 h] es literalmente imposible", ha señalado en un tuit.

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