Uno de cada cuatro pacientes en la UCI tiene menos de 40 años
Catalunya supera el millar de hospitalizados por covid y el Govern alerta de que la situación es "pésima"
BarcelonaAumentan los pacientes jóvenes en las unidades de cuidados intensivos (UCI). El conseller de Salud, Josep Maria Argimon, ha alertado de que uno de cada cuatro enfermos de covid en estado grave o crítico en Catalunya tiene menos de 40 años –representaban el 4% de los ingresados en las oleadas anteriores– y que la edad media ha bajado de los 63 a los 50 años. La tendencia es calcada a las plantas convencionales: las personas jóvenes, muy expuestas al virus porque la gran mayoría todavía no han iniciado o completado la vacunación, representan el 35% de los hospitalizados. A pesar de que Argimon ha explicado que la quinta oleada es "diferente" de las otras por el efecto de la vacunación y que solo el 1% de los positivos acaban ingresados –en parte porque los contagios se concentran en los más jóvenes, que no enferman tanto–, también ha advertido que el volumen de casos diarios hace disparar la presión asistencial. "Si continuamos teniendo 8.000 casos diarios, habrá 80 personas que ingresarán cada día", ha alertado.
Catalunya ha superado este lunes el millar de hospitalizados por covid (1.091) –una cifra que no se veía desde el mes de mayo– y los 200 enfermos en la UCI, concretamente 209. Así pues, la explosión de contagios ya no solo monopoliza los centros de atención primaria (CAP) con el diagnóstico y seguimiento de los casos, sino que impacta de pleno en los hospitales, una afectación que obliga al Govern a dar marcha atrás y plantear nuevas restricciones. A diferencia del alud repentino de positivos en la primaria, el goteo de hospitalizaciones por covid ha ido acelerándose desde Sant Joan.
La llegada de los pacientes con covid siempre afecta primero a las áreas de camas convencionales, y unos quince días después esta presión se traslada a las UCI. Esto no ha cambiado en esta quinta oleada: desde la verbena el número de casos que llegan a las urgencias hospitalarias y que tienen que ingresar unos días en la planta covid ha pasado a ser más del doble, de los 461 enfermos a los 980 actuales. En las UCI también ha crecido la ocupación desde el festivo, concretamente un tercio más, puesto que si ahora se atienden 182 pacientes, hace algo más de dos semanas eran 135. "La situación es muy difícil porque se ha producido explosión de casos en muy pocos días", ha admitido Argimon, que ha pedido a la ciudadanía respetar las nuevas medidas restrictivas para tratar de salvar los centros sanitarios de una saturación que repercute en el resto de atenciones.
De momento, la subida más pronunciada en críticos coincide con los territorios más densamente poblados: el área metropolitana norte, que en dos semanas y media ha duplicado las camas ocupadas (de los 24 a los 55 enfermos), y Barcelona ciudad (un 20% más), con un total de 66 pacientes. En el Hospital de la Vall d'Hebron, el más grande de Catalunya, ya hay unos ochenta enfermos covid, 16 de ellos en la UCI. La mayoría tienen entre 30 y 50 años y no están vacunados o bien solo han recibido una dosis y, por lo tanto, no han desarrollado la respuesta inmunitaria completa.
Diversidad de edades en los hospitales
También en el Hospital Germans Trias, un centro al que están asignadas 1,4 millones de personas, el aumento empezó la semana pasada en urgencias, y ahora el volumen de ingresos “se ha incrementado mucho”, con 23 enfermos solo el fin de semana. “De momento el ritmo de llegadas es asumible, pero ya nos empieza a generar algunos problemas. Hemos tenido que habilitar 16 camas en el módulo polivalente”, explica el adjunto a la dirección médica del Germans Trias, Javier Santesmases. La mayoría de los ingresos se dan en camas convencionales y los enfermos reciben el alta al cabo de pocos días, en parte porque son más jóvenes o porque la vacunación evita las grandes complicaciones.
Sin embargo, el médico alerta de que también ha aumentado la ocupación en el área de semicríticos. "Tenemos personas jóvenes, de entre 30 y 50 años, a pesar de que el más mayor tiene 60", explica Santesmases. En planta hay más diversidad en la edad de los pacientes: tienen sobre todo entre 40 y 60 años, pero también hay de más de 70 años y de menos de 30. En cuanto a la franja que va de los 15 a los 29 años, la gran transmisora de esta oleada, el facultativo subraya que llegan diagnosticados de la primaria y que cuando llegan al hospital presentan cuadros leves que no requieren ingreso.
"La mayoría de los pacientes evolucionan relativamente bien y recibirán el alta pronto. Antes casi todo el mundo que entraba en el hospital se quedaba, y ahora muchos no acaban ni hospitalizados. Ahora bien, algunos inevitablemente acabarán en la UCI", añade Santesmases, que indica que de momento esta área es la menos damnificada por el auge de contagios. Por este motivo, ninguno de los dos centros consultados ha tenido que aplazar intervenciones programadas, si bien el Vall d'Hebron ha suspendido las visitas al centro, a excepción de casos específicos: área pediátrica, partos y postpartos y acompañamiento a personas con situaciones de especial dependencia o discapacidad.
El Govern está ultimando nuevas medidas que tendrían que servir para intentar controlar una explosión de contagios inédita en Europa. Según ha explicado a Catalunya Ràdio el catedrático en farmacoepidemiologia de la Universidad de Oxford Daniel Prieto-Alhambra, en Catalunya la quinta oleada de la pandemia está creciendo a mucha más velocidad que en países como el Reino Unido. "Es un crecimiento que no habíamos visto nunca hasta ahora", ha dicho el experto, que lo ha vinculado a la variante delta, que es más contagiosa, a la caída de la mayoría de las restricciones a finales de junio y a las "ganas de volver a reunirse" que tiene la población, sobre todo la gente joven.
Incertidumbre a corto plazo
En las últimas horas se han registrado 5.503 nuevos casos de covid en Catalunya y, por lo tanto, se han diagnosticado más de 42.000 en la última semana. En cambio, algunos de los indicadores que sirven por monitorizar el comportamiento de la pandemia a corto plazo empiezan a bajar y a insinuar una cierta estabilización. Por ejemplo, la tasa de contagios (Rt), que sirve para medir a qué velocidad se está propagando el virus y cuántos casos nuevos se originan a partir de un solo positivo.
En estos momentos el Rt se sitúa en el 1,93 y, por lo tanto, por cada contagio se producen al menos dos más, pero las proyecciones del grupo Biocomsc es que este valor disminuya hasta el 1,5 en los próximos tres días. “Que el Rt baje quiere decir que estamos frenando la escalada de contagios, pero ahora habrá que ver si este freno nos deja en un crecimiento más lento, si se estabiliza (con una Rt a 1) o si nos encontramos con un descenso (bajando el Rt de 1)”, explica la investigadora Clara Prats.
Salud ha dejado de hacer pruebas a los contactos estrechos de positivos que son asintomáticos y esta decisión sesgará los datos que publica diariamente el departamento: cuantas menos pruebas se hacen, menos positivos se detectan y más bajos son los datos. Ahora bien, esta incipiente bajada de la Rt que ya se puede observar a los indicadores sería ajena al cambio de protocolo: los datos van siempre con tres días de retraso y la modificación se anunció el viernes.
“El aumento de la positividad que estamos viendo ya nos indica que estábamos perdiendo muchos casos antes del cambio de protocolo, pero esto nos ha pasado en todas las oleadas”, dice Prats. El 18% de las pruebas diagnósticas que se hacen revelan una infección por covid , si bien el 24% de los tests en el grupo de los 15 a los 29 años dan positivo. Para la investigadora, ahora es clave fijarse en los tests de antígenos en la primaria, puesto que se hacen a personas que presentan síntomas: “Mientras la curva de pruebas que se hagan y pruebas que den positivo sigan trayectorias parecidas, podremos desconfiar de los datos”. Y, de momento, se comportan de manera similar.