"Tienes un bloqueo sexual": abusos y manipulación en una sala de masajes de Sant Pol
Una quincena de testigos relatan las situaciones que sufrieron: tres de ellas le han denunciado
Sant Pol de MarIban por un dolor en la espalda. O por problemas en las cervicales. O en la rodilla. Y mientras estaban tumbadas, a veces completamente desnudas, sobre la camilla o el futón, acababan oyendo la misma frase: "Tienes un bloqueo sexual". E. se ganaba la confianza de sus pacientes y, aprovechando el momento de máxima vulnerabilidad en el que se encontraban muchas, abusaba sexualmente de ellas. A partir de una quincena de testigos, el diari ARA ha reconstruido la forma en que este osteópata de Sant Pol de Mar ha actuado al menos durante los últimos 12 años. Tres de sus pacientes le han denunciado por delitos continuados de abuso sexual. La Fiscalía pide tres años de cárcel y su inhabilitación El juicio debería celebrarse en febrero del 2024.
"Te quería ayudar"
"Lo hice porque estabas bloqueada, quería ayudarte". Generosidad. El hombre sanador, altruista. No buscaba placer, sino ayudarlas. Esto es lo que intentaba defender el masajista en el 2011 a una de sus pacientes. Ella había llegado en un momento difícil y ya en la primera sesión él desplegó su método: "Tienes un bloqueo digestivo y sexual". A los pocos minutos, E. le confesaba que era una mujer muy guapa y que sentía algo especial por ella. Las hacía sentir bien, intentaba traspasar la coraza. De manual. La muchacha se puso a llorar. Pasaba por un momento muy complicado, estaba deprimida, y esas palabras mientras la toqueteaban con destreza la hicieron sentir especial. Se besaron, pero cuando él le intentó bajar las bragas, ella lo frenó. Ese día no le cobró la sesión, algo habitual que relatan los testigos.
El segundo día fue a más. Él propuso hacer una postura de tantra y ella de nuevo lo detuvo. A la salida de la consulta, la paciente se cruzó con su mujer, embarazada. El choque fue brutal. Pena, culpa, malestar. A los pocos días, E. propuso una tercera cita, pero la chica cortó de inmediato cualquier contacto: "Fui a un fisio porque me dolía la espalda y salí con un diagnóstico sexual, emocional, espiritual, con una relación sexoafectiva totalmente confusa y con dolor de espalda", resume ella.
A otra mujer en el 2018 le pasó lo mismo. Después de que él la intentara besar y ella lo detuviera, E. se justificó: "Es parte de la terapia". La mujer lo denunció en el Colegio de Fisioterapeutas, pero no prosperó porque era la palabra de uno contra la del otro y, según la entidad, se instó a la paciente a denunciar por la vía penal.
Patrón continuado
El patrón se repitió durante más de una década. A una de las denunciantes le hizo esperar antes del masaje mientras él se duchaba desnudo frente a ella. En otra sesión se desnudó, la abrazó y le dio un beso rápido en los labios cuando llamaron al timbre. Durante el masaje ella estaba totalmente desnuda. "No me atreví a decirle que no. No sé por qué. Es como si sintiera que, si decía que no, significaba que no confiaba en él, y me sentía ridícula, porque él lo planteaba como si fuera la cosa más normal del mundo", reflexiona ahora, con perspectiva.
En otro caso dio un masaje en los senos de una chica que acudía por dolor de espalda, mientras le decía "tienes un cuerpo precioso", sugería que había "conexión" entre ellos y le insistía en que se quitara las bragas y se soltara. Con otra paciente joven se "recreó" con los senos e intentaba tocar la zona vaginal, frotando todo lo que podía con las manos. "¿Me intentaba excitar?", se pregunta ella. El último caso es de hace unas semanas, de agosto. Al margen de que la paciente notó que él se extralimitaba en los masajes, tocando los senos cuando iba por un dolor de cervicales, ella llevaba una compresa porque le acababa de venir la menstruación y él, sin aviso, la sacó y le tocó los pelos púbicos. La mujer, que iba desnuda, se quedó paralizada, en choque. La situación no fue a más, pero al acabar, ella le advirtió de que no podía tocar a una mujer así.
E. es mucho más que un osteópata. Tiraba las cartas, leía la carta astral, hacía constelaciones familiares. Tocaba muchas disciplinas, y muchas veces lo llevaba al terreno sexual. Sabía mover la energía, hacía remover cosas. Muchos testigos relatan que se rompían, empezaban a hiperventilar y llorar desconsoladamente durante las sesiones. Estaban bloqueadas, superadas, disociadas en algún caso. Aprovechando esos momentos de vulnerabilidad, él acabó teniendo sexo con algunas pacientes. Entonces lo vieron como una aventura, como sexo. Hoy, conscientes de la manipulación que hubo, de todo el discurso sobre el bloqueo sexual y después de enterarse de que hay muchos más casos, lo ven radicalmente distinto.
El acusado ha declinado hacer declaraciones al respecto. Por su parte, la alcaldesa de Sant Pol de Mar, Montserrat Garrido, ha explicado al ARA que desde que ella está al frente del consistorio no han recibido ninguna queja de forma oficial sobre este caso, aunque siempre ha habido "rumores" al respecto. "Ya sabemos qué pasa en los pueblos, yo le conozco y nunca he visto ninguna actitud extraña", ha añadido Garrido, quien considera que es una problemática que la sociedad debe abordar con determinación.