La primera prueba piloto de la T-Mobilitat llegará a finales de junio

BarcelonaLa puesta en marcha de la T-Mobilitat, el proyecto que prometía transformar todo el funcionamiento del transporte público en Catalunya, ha encadenado varios aplazamientos. Si nada se tuerce, la primera prueba piloto que permitirá el pago con contactless a los viajeros del transporte público se pondrá en marcha a finales de junio con la intención de que se generalice en toda la región metropolitana de Barcelona en enero de 2022. A partir de aquí se tendrá que extender al resto del país en unos plazos que el Govern todavía no ha concretado. El conseller de Territorio y Sostenibilidad, Damià Calvet, ha ratificado estas previsiones en una entrevista en Catalunya Ràdio y ha dicho que la hoja de ruta de la T-Mobilitat "está clarísima" pese a los atrasos acumulados que lleva, el último de los cuales, ha dicho, por la pandemia.

La T-Mobilitat supondrá, de entrada, que el título integrado de plástico y contactless sustituya finalmente los actuales de cartón –como ya pasa en la mayoría de ciudades europeas– y, cuando esté totalmente desplegado en el país, dejar atrás la tarifación por zonas actual para pasar a calcular el precio en función de las distancias, la auténtica "revolución tarifaria" que anunciaba el proyecto que, inicialmente, tenía que entrar en funcionamiento a finales de 2015 pero que se ha ido posponiendo por modificaciones en el mismo proyecto y algunas trabas.

Un tren cada cinco minutos en el Vallès

Calvet se ha referido a la T-Mobilitat durante una rueda de prensa este jueves en las cocheras de FGC en Rubí coincidiendo con la presentación del primero de los 15 nuevos trenes que circularán por las líneas del Vallès. La llegada de los convoyes es clave para convertir las dos rutas –que van de Terrassa y Sabadell a Barcelona, respectivamente– en unas líneas que funcionarán como lo hacen las del Metro, es decir, con una frecuencia de paso tan alta que desaparecerá la parrilla de horarios fija. Con los nuevos convoyes en circulación a partir del 2022, en hora punta se garantizará el paso de un tren cada 5 minutos en las líneas del Vallès –cada 2,5 minutos a partir de la estación de Sant Cugat, por donde pasan las dos líneas– y cada 10 minutos en hora valle, por ejemplo, el fin de semana.

El proyecto de ampliar las frecuencias de paso dejará las líneas de Sabadell y Terrassa al límite de su capacidad para absorber tránsito ferroviario y la oferta pasará de los 80 millones de viajes al año ahora a los 110 millones cuando los nuevos trenes se incorporen a la flota. Antes de que la pandemia truncara las cifras de movilidad con transporte público, las líneas del Vallès registraban 70 millones de viajes (validaciones de tickets de transporte) al año, una cifra que las acercaba al máximo de capacidad de plazas que tiene la flota actual de 46 trenes y que crecerá hasta los 61 con la llegada de los nuevos.

El nuevo tren que ya ha llegado a las cocheras de Rubí circulará en pruebas durante tres meses y, si todo va bien, de manera progresiva irán sumándose los 14 restantes. La ampliación de frecuencias de paso, sin embargo, no llegará hasta el año que viene.

Con esta actuación, según los planes de FGC, culminarán las principales actuaciones que se han hecho en el Vallès en los últimos años (alargamiento de las líneas y otras mejoras) y el foco de los próximos planes serán las líneas del Baix Llobregat - Anoia. Entre los proyectos previstos, está la conexión entre la estación de Gràcia y plaza España para enlazar justamente las líneas del Vallès y las del Baix Llobregat - Anoia, como también doblar la oferta de trenes de las rutas del Llobregat-Anoia y mejorar los ramales de Manresa y de Igualada.