Tecnología

Dos de cada tres adolescentes tienen perfiles duplicados en las redes para esquivar el control parental

Un 42% han recibido mensajes de contenido erótico o sexual y un tercio está enganchado a internet

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Joves enganchados en la tecnología: impulsivos y con poca autoestima

BarcelonaCasi todos los adolescentes están registrados en alguna red social, pero casi dos de cada tres tienen perfiles duplicados: el 61,5% explican que han abierto más de una cuenta en una misma plataforma. Los perfiles no se utilizan igual, porque uno se usa sabiendo que la familia lo puede supervisar y el otro se dedica más a “socializar”. El porcentaje sale de un informe de Unicef que ha analizado el uso de la tecnología en los jóvenes de entre 11 y 18 años en España. El director científico del informe, el profesor de psicología Antonio Rial, explica que este perfil “blanco” que tienen los adolescentes en las redes también puede comportar una falsa sensación de control a las familias, que pueden creer que los hijos no tienen ninguna otra cuenta.

El documento también alerta de que el 42% de los adolescentes han recibido mensajes de contenido erótico o sexual en internet y que a uno de cada diez le ha llegado una proposición sexual de un adulto. Rial añade que otra “preocupación” es el sexting, el envío de imágenes de contenido sexual. Uno de los participantes en el estudio, Josué, de 16 años, considera que el anonimato que permiten las redes agrava el ciberacoso porque “no hay ningún filtro”: avisa de que cuando te registras no se puede saber si realmente tu edad es la que dices, y puedes abrir una cuenta nueva aunque te acaben de bloquear una, o tener varias. Según él, en las redes, como la gente no se ve “frente a frente”, hay menos respeto y se difunden mensajes “que hacen daño”, y opina que pueden repercutir en la salud mental.

Rial advierte de que la tasa de ciberacoso es “más alta” de lo que se cree porque afecta al 22,5% de los adolescentes. “Esto tiene que movilizar a las instituciones”, considera el autor del estudio, que destaca que más de la mitad de los que lo sufren en las redes también lo experimentan en la vida real. Además, apunta que el acoso que reciben los que no son heterosexuales es cinco veces mayor. En cuanto a los otros riesgos del uso de la tecnología, el informe concluye que uno de cada tres jóvenes hace un uso problemático de internet y que uno de cada cinco está enganchado a los videojuegos. El uso problemático, según el documento, es tanto por conectarse con mucha frecuencia –días y horas– como por una alta interferencia en las rutinas.

En cuanto a los resultados, la directora de políticas de infancia de Unicef en España, Carmen Molina, piensa que las familias se tendrían que poner “en alerta” porque permite darse cuenta de los peligros a los que se enfrentan sus hijos. “Es fundamental que se actúe desde varios ámbitos: en las familias, en el sistema educativo con espíritu crítico y en la industria tecnológica con políticas que tengan valentía”. Molina admite que es “muy difícil” desprenderse del móvil, pero pide que “se pongan medidas”. El estudio revela que el 91% de los adolescentes se conecta cada día a internet, que seis de cada diez duermen con el móvil en la habitación y que uno de cada cinco usa el aparato después de medianoche. La mitad utilizan internet cinco horas al día los fines de semana y el 31% también entre semana.

Conflictos familiares cada semana

Rial cree que se tiene que impulsar “una buena higiene digital”, en la que las familias tienen que ser un modelo para que los hijos lo apliquen. De hecho, el informe explica que un 25% de los adolescentes tienen discusiones en casa al menos una vez a la semana por el uso que hacen de la tecnología. Rial asegura que el motivo principal de disputa de los jóvenes con las familias ya no es por salir, sino por el móvil, lo cual también se vincula con la violencia filioparental. Por eso defiende que el “mejor” control parental es la educación. Marta, de 15 años, que es miembro del grupo asesor de Unicef en España, reconoce que su vida “depende del móvil”, que fue “la única manera” de poderse comunicar con otras personas durante el confinamiento. Desde entonces ve que tiene “más adicción”.

Según Marta, el móvil comporta que cada cual esté dentro de su “propia burbuja”: “Estás en tu mundo y te aíslas del exterior”. Aun así, el director tecnológico del estudio, Fernando Suárez, del Consejo General del Colegio de Ingeniería Informática, también reivindica que la tecnología cambia los hábitos y que el hecho de estar con el móvil “no quiere decir que se tenga adicción”. Suárez apuesta por “implicarse más” en la formación y en el acompañamiento de los jóvenes en el uso de los aparatos “para saber qué están haciendo”.

Casi la mitad de los participantes en el estudio de Unicef en España son adolescentes de entre 13 y 14 años, el 30% tienen entre 15 y 16 años, el 19% entre 11 y 12 años y el 2% entre 17 y 18 años. Se ha hablado con más de 50.000 alumnos –368 de ellos catalanes–, de los cuales al final han participado 41.500 de 265 centros.

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