Trueta y el Clínic reciben centenares de solicitudes para probar la vacuna de la catalana Hipra
Primero seleccionarán 30 voluntarios, y la mitad de estos recibirán el nuevo antídoto
GironaDespués de recibir el visto bueno de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitaros (Aemps), la farmacéutica gerundense Hipra ha empezado a seleccionar los 30 voluntarios que probarán su nueva vacuna contra el covid, con la colaboración de los hospitales Clínic de Barcelona y Josep Trueta de Girona. Según ha destacado el investigador principal del centro gerundense, Rafa Ramos, han recibido “centenares” de solicitudes de personas que se han ofrecido para participar en el ensayo clínico. “La respuesta ha superado nuestras expectativas, pero el hecho de que sea de una empresa gerundense ha jugado un papel importante. Y también muchos sienten que quieren contribuir a acabar con esta pandemia”, ha indicado.
Las 30 primeras personas que la probarán todavía no tienen nombre ni apellidos. Primero se tienen que hacer toda una serie de pruebas médicas a los voluntarios que se han ofrecido para confirmar que cumplen los criterios de inclusión y ninguno de los de exclusión. Entre otros, tienen que tener entre 18 y 39 años y no tienen que haber pasado el virus ni tampoco haber recibido ninguna otra vacuna. “Muchos pueden haber pasado el covid de manera asintomática, por eso les haremos pruebas a todos, porque si lo han pasado no pueden entrar en el proyecto”, ha puntualizado. El investigador principal del Josep Trueta ha expuesto que, en esta primera visita, se dedica mucho tiempo a explicar en qué consiste el ensayo y qué pruebas les harán, para que den su consentimiento tras haber recibido el máximo de información.
Participar en el ensayo “no solo es la administración del medicamento, también tendrán que pasar muchos controles a lo largo del procedimiento porque, en esta fase, sobre todo se evalúa la seguridad de la vacuna, además de su eficacia”, subraya Ramos, que también especifica que lo mejor es que sean personas que viven cerca de alguno de los dos centros hospitalarios, para facilitar que puedan asistir a todas las visitas previstas.
Todos los voluntarios recibirán una remuneración económica, que es “la comuna en todos los ensayos clínicos” –según Ramos– y que está prevista para compensar el tiempo y los desplazamientos. Ahora bien, los participantes podrán hacer vida normal y solo tendrán que seguir las recomendaciones médicas habituales como seguir una dieta equilibrada y hacer ejercicio físico.
Facilidades de transporte
La vacuna de Hipra también es de dos dosis, que se tienen que administrar con 21 días de diferencia. De los 30 voluntarios, la mitad recibirán la inyección con la solución de la farmacéutica gerundense, y los otros 15 una de las que hay aprobadas en el mercado. Ni investigadores ni participantes sabrán si han recibido la nueva vacuna o alguna de las existentes.
Si la vacuna catalana pasa todos los controles de seguridad y eficacia, los investigadores esperan que en octubre se pruebe en un número mucho más alto de personas y que se extienda a otros hospitales. Si se demuestra con ensayos clínicos que es segura y eficaz, Hipra calcula que podrá empezar a comercializarla el primero o segundo trimestre del año que viene. La nueva vacuna está basada en dos proteínas recombinantes, una que proviene de la variante alfa y otra de la variante beta, que se unen en una sola estructura que permite generar una respuesta inmunitaria contra la proteína Spike del covid. Una de las ventajas es que se puede conservar a una temperatura de entre dos y ocho grados –es decir, en una nevera normal–, lo que facilitará las tareas de transporte y logística.