Vivienda

Tres familias se niegan a abandonar el edificio en "estado ruinoso" de Esplugues: "No son maneras"

El Ayuntamiento presiona a los vecinos cortándoles los suministros y alega motivos de seguridad

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Mossos controlando el edificio conocido como El Barco de Esplugues, desalojado por el Ayuntamiento.

BarcelonaHasta tres familias siguen negándose a abandonar el edificio El Barco pese a que el lunes el Ayuntamiento de Esplugues ordenó su desalojo "inmediato" por su "estado ruinoso". El primer teniente de alcaldía y concejal de Urbanismo, Eduard Sanz, ha pedido este martes la salida inmediata a las familias que permanecen en el edificio, con algún menor de edad a cargo. Sanz apeló a su "seña" y "responsabilidad", y les avisó de que "están poniendo en riesgo su seguridad" porque el edificio "podría entrar en colapso y caer" en cualquier momento. De hecho, los informes técnicos apuntaban a que las patologías que acumulaba el inmueble son "una amenaza de riesgo estructural".

Los Servicios Sociales han estado mediando todo el día con las familias que continúan en el edificio para convencerlas de abandonar el espacio. Para precipitar su marcha, el Ayuntamiento les cortó el suministro de gas y solicitó que también se les corte el agua y la luz. "Esta es una situación que no se puede mantener", ha alertado el concejal de Urbanismo, quien ha explicado que el Ayuntamiento ha pedido al juzgado de Esplugues una orden judicial por si el reducido grupo de familias persiste y considera que es necesario ejecutar el desalojo a través de la justicia. Por ahora, los Mossos d'Esquadra han acordonado la zona y sólo permiten la entrada en el edificio para recoger pertenencias.

Mientras las tres familias resisten en el interior, durante toda la tarde el resto de vecinos que acataron la orden han continuado vaciando sus viviendas. Pese a que todos explican que conocían que la finca tenía los días contados, denuncian "las maneras" de obligarles a dejar toda una vida entera en tan sólo "una hora de margen", explica Maite Rubio, que reside en un piso de 'El Barco desde que nació hace 62 años, como su madre y sus abuelos. "Soy la quinta generación", explica acurrucada de frío en el exterior de la finca, una de las más antiguas de Esplugues.

Entre 300 y 550 euros mensuales

Como ella hasta una cuarentena de personas vivían en las tres plantas del edificio, de propiedad municipal desde 2023, cuando el Ayuntamiento se vio forzado a expropiarlo, dado que se encuentra en el Parc dels Torrents, en terrenos calificados de zona verde según el plan general metropolitano (PGM) de 1976. En 2006, treinta años después, la propiedad original solicitó su expropiación. Desde entonces, los vecinos conocían que su continuidad peligraba porque la finca presenta deficiencias estructurales y, de hecho, desde el exterior son visibles los pilares que apuntalan la estructura. "Pero cada uno ha invertido y ha ido arreglando sus pisos", apunta Rubio. La mayoría de los residentes viven allí desde hace más de una década y pagan un alquiler de entre 300 y 550 euros. "No somos okupas", subraya July Caldera, mientras carga bolsas llenas de ropa de su pareja y sus dos hijos de 22 y 12 años.

Los vecinos denuncian que, pese a que llevan años a la espera de los desalojos, el consistorio haya actuado sin avisar y sin disponer de viviendas sociales para reubicarlos. "Nos avisaron a las 12 del mediodía de que a la una teníamos una reunión con el Ayuntamiento", explica Abdellali Chaui, que tuvo que salir del trabajo corriendo. En casa estaban sus tres hijos, entre ellos una menor y un joven con gran discapacidad, que le llamaron asustados porque "la policía estaba golpeando la puerta" para que salieran. "No nos quejamos porque hayamos tenido que irnos, porque ya lo sabíamos, pero son las maneras", lamenta Rubio. Tres de las familias aprovecharon el permiso para entrar para quedarse y resistir en el interior.

A raíz de la expulsión, el Ayuntamiento buscó soluciones de emergencia para las primeras 48 horas, y ayer lunes derivó a un grupo de vecinos sin alternativa alguna a un albergue del barrio de Poblenou de Barcelona –el Centro de 'Urgencias y Emergencias Sociales de Barcelona–, del que deben estar fuera durante todo el día. "Llegamos a las 12 de la noche, sin haber comido, ya las 8 de la mañana nos han echado", denuncia Chaui, que como otros vecinos pasarán esta noche en casa de familiares. En otros casos, el Ayuntamiento ha encontrado plazas de hoteles o apartamentos por la zona del Baix Llobregat, pero los afectados cuestionan que sean lugares adecuados para niños y familias.

Manifestación a las 17 h

La tensión entre vecinos y Ayuntamiento se ha trasladado también al Espai Baronda, donde se ubican las oficinas de los Servicios Sociales, junto al Barco. Los manifestantes subieron el tono a medida que avanzaba la mañana hasta el punto de que entraron en las dependencias municipales, lo que motivó la irrupción de varias unidades de la policía local de Esplugues y de los agentes antidisturbios de los Mossos d'Esquadra. La policía ha acordonado el edificio y ha mediado para que los manifestantes abandonaran las instalaciones. El miércoles, a las 17 horas, se ha convocado una manifestación en Esplugues en solidaridad con los afectados.

El desalojo de Esplugues llega tras el derrumbe parcial de un edificio en Badalona a principios de febrero que causó tres muertes y que ha provocado el posterior desalojo de un centenar de familias que vivían en ese mismo bloque o en otros de la misma calle. También en Santa Coloma de Gramenet se desalojaron familias en la calle Pirineus del municipio, entre el 27 y el 29 de febrero, por las grietas y deficiencias detectadas en la finca, formada por 31 viviendas.

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