Aumenta la presión sobre Mazón, que mantiene, por ahora, el apoyo de Feijóo y Vox

ValenciaNuevos testigos que apuntan a que el presidente valenciano no acudió al Palau de la Generalitat hasta casi las 20 h el día de la dana; una instrucción de la magistrada Nuria Ruiz Tobarra que cada vez acerca más la investigación a Carlos Mazón ahora que la jueza ha recibido la orden de la Audiencia Provincial de citar como testigo a la periodista Maribel Vilaplana y analizar las comunicaciones del jefe del Consell con la ex consellera Salomé Pradas, y unas encuestas que explican que, lejos de remontar, la impopularidad de la figura del político alicantino se mantiene también entre los votantes del Partido Popular. A las puertas de la conmemoración del primer cumpleaños de la catástrofe, la presión sobre Mazón no deja de aumentar. Aumenta, sin embargo, sin debilitar los pilares en los que se sustenta su continuidad, el apoyo, por ahora, de Alberto Núñez Feijóo y el de Vox.

Como es habitual, los más diáfanos fueron los representantes del partido de Santiago Abascal, que este lunes aclararon que no llegó la hora de "dejar caer" al presidente valenciano. "No es el momento de provocar cambios institucionales o provocar elecciones anticipadas", resumió el portavoz ultra, José Antonio Fúster. "Lo que hagan el PP y Mazón es algo de PP y Mazón", se limitó a señalar en relación a los cambios de versión del jefe del Consell. Mucho menos contundente ha sido Feijóo, que ha encontrado en el primer aniversario de la catástrofe la coartada necesaria para no hablar de ello. "Yo, esta semana, no tengo más objetivo que rendir homenaje a los familiares ya las personas que lamentablemente han perdido la vida", resumió en un acto en el que presentó un plan para autónomos. Sin embargo, la ambigüedad del político gallego no es nueva, dado que durante el último año el presidente del PP se ha visto forzado a aceptar la permanencia de Mazón aunque en noviembre no descartaba que me marchés. "Está dando la cara", aseguró en enero; "No estuvo a la altura", retrocedió en marzo, para volver a apoyar al dirigente valenciano en junio, cuando defendió que había hecho "un buen trabajo".

Las que quizás obligarán a Feijóo a repensárselo son las encuestas, dado que el 75% de los valencianos consideran que el jefe del Consell debería dimitir. Así lo dice una encuesta publicada por los periódicos Las Provincias y Abc. Uno de los datos más destacados es que el rechazo a la gestión de Mazón es también mayoritario entre los votantes populares. En total, un 61% de los ciudadanos que eligieron a los conservadores en las urnas creen que debería dejar el cargo.

En la misma línea, el 52% de los valencianos que votaron al PP en las pasadas elecciones autonómicas consideran que el presidente debería convocar elecciones anticipadas; más incluso que los que eligieron Vox, de los que un 46% son favorables a ese anticipo de los comicios. En cuanto a que Mazón vuelva a ser candidato, el sondeo refleja que sólo el 15% de los votantes populares aprueba esta opción; menos incluso que los que prefirieron a Vox, un 28% de los que desean que vuelva a presentarse.

El presidente valenciano pide "evitar el ruido"

La encuesta se ha dado a conocer en un momento especialmente delicado para el presidente después de las novedades conocidas este fin de semana. En concreto, a raíz de la aparición de testigos que explican que, después de comer con la periodista Maribel Vilaplana el día de la catástrofe, el dirigente del PP se fue a casa y no al Palau de la Generalitat, donde habría acudido a las 20 hy no inmediatamente después del encuentro con la comunicadora.

Como Feijóo, en un acto en Alicante este lunes, Mazón rechazó contestar a las preguntas de los medios de comunicación sobre estas novedades y se limitó a detallar que hoy no haría declaraciones. Las palabras del jefe del Consell se han producido minutos antes de que se hiciera público que la juez de la dana ha pedido a Les Corts el listado de llamadas telefónicas del 29 de octubre del presidente que aportó la Generalitat a la comisión de investigación sobre la gestión de la catástrofe del Parlament.