“Aquel primer día juntos no follábamos, hacíamos el amor”

La historia de amor de la sexóloga y ginecóloga Raquel Tulleuda

Raquel y Adrià
22/08/2025
2 min

La sexóloga Raquel Tulleuda siempre ha encontrado bastante inexplicable la química que comparte con su marido, Adrià. "Después de veintidós años le miro y le veo esos ojos que aún no sé de qué color son, me sonríe, y me fundo", asegura. Se conocieron porque Tulleuda acudió un par de veces a su restaurante, en Sant Pere Pescador, y ya entonces "hubo algunas miraditas". Un 23 de abril, recibió un SMS de un número que no conocía: "Soy Adrià", y el emoticono de una rosa.

Volvieron a coincidir en una cena que organizó el abuelo del hostelero, con la que Tulleuda tenía algunos amigos en común. Aquella noche Adrià le dijo: "Quizá no hace falta que se vayas, que aquí hay habitaciones". "No había habitaciones –dice la sexóloga–, solo la suya, pero, a pesar de sospecharlo, me quedé encantada. Aquel primer día tuve mucho la sensación de que hacíamos el amor. No follábamos, hacíamos el amor".

Unos días después, se encontraron solos en el restaurante. En la radio sonaba Que tengamos suerte, de Lluís Llach, y con los versos "Si vienes conmigo, no pidas un camino llano", ambos se echaron a llorar. "Fue una sensación premonitoria; para mí era como si supiera que con esa persona haría camino, y que sería algo muy mágico, visceral y poco racional". "Fue la canción que sonó en la boda y, esta mañana, antes de realizar la entrevista la he puesto mientras éramos abrazados a la cama y nos ha vuelto a caer la lagrimita", dice Tulleuda.

El camino, explica, no ha sido llano porque la vida no lo es. "Siempre hemos pedaleado para salir adelante, hemos tenido tres hijos a pesar de un proceso de esterilidad y hemos tenido problemas económicos y familiares. Adrià viene de un lugar difícil; es hijo único de una familia en la que el padre se suicidó. Esto hace que sea una persona muy compleja, a la vez que enigmática y patria, con mucha gente, con mucha gente. Hemos tenido que hablar mucho por entendernos". "Creo que las parejas más jóvenes han perdido un poco la capacidad de aguantar la tormenta. Otra cosa es que tu pareja sea un cabrón, pero si tienes fe en la esencia de la relación y en la persona, la tormenta pasa e incluso puedes construir la relación desde un sitio diferente, más rico". O, como dice la canción: "Si vienes conmigo, no pidas un camino llano, ni estrellas de plata, ni un mañana lleno de promesas, sólo un poco de suerte, y que la vida nos dé un largo camino".

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