Cómo nos conocimos

Enamorarse en un hospital después de un accidente grave

Txell Miras, diseñadora

Selena Soro
2 min
Txell Miras y su compañero Ivan

Durante buena parte de su adolescencia y primera juventud la diseñadora Txell Miras había sido una gran groupie del grupo de rock Supergrass. Miras estaba cautivada por su líder, Gaz Coombes, había ido a unos cuantos conciertos e incluso tenía algún autógrafo. Por eso se quedó boquiabierta cuando, con 18 o 19 años, se encontró con Ivan en la discoteca Cannonball de Terrassa. “Me recordó a Gaz Coombes: fue un flechazo. Si no podía tener al original, tendría la copia”, bromea la diseñadora. 

Ivan era el hermano de un compañero de clase de Miras y aquella noche empezaron a hablar. Al poco del primer encuentro, Ivan tuvo un accidente de coche grave y se rompió la espalda. Lo tuvieron que ingresar en la Clínica Guttmann y la diseñadora cogió la costumbre de irlo a visitar. “Nuestra relación nació en un hospital: de alguna manera fuimos puestos a prueba. Primero fuimos amigos y al cabeza de dos años éramos pareja”, explica Miras. Ahora están casados y tienen una hija de 12 años.

En aquella temporada larga en el hospital, la diseñadora conoció a la persona que estaba detrás del doble de Gaz Coombes. “La primera atracción había sido por una cuestión física, pero después conectamos a través de la cultura. Yo estudiaba bellas artes y él era un gran cinéfilo. Además, descubrí que me gustaba mucho su carácter: era y es una buena persona”. 

En seguida se nutrieron el uno de las pasiones del otro, que también compartían con un grupo de amigos que estaba muy unido. “Fue una época muy chula, de descubrimientos culturales, de salir con el grupo de amigos…”, rememora Miras. 

Esta forma de crecer juntos ha continuado con los años: “Somos un matrimonio y además trabajamos juntos”, explica la diseñadora, que detalla que él se encarga de las relaciones públicas y las redes y ella gestiona la parte más creativa de la marca que capitanea. Trabajar con su pareja, asegura, tiene cosas buenas y malas: “Puede ser duro porque la confianza da asco, pero también es cierto que es una cosa nuestra y los dos nos volcamos al 100%, cada cual a su manera y en su ámbito”. “Es bonito que podamos aportar cosas diferentes”, añade. 

Cuando hace tantos años que compartes la vida con una persona, reflexiona la diseñadora, pasas por todo tipo de momentos, algunos de mejores y otros no tanto. “Que haya una buena base te ayuda a superar las épocas difíciles. No creo que haya ninguna fórmula mágica para un matrimonio feliz, pero sí que sé que se trata de un trabajo constante”, concluye.

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