Nos conocimos en...

La historia de amor que se repetía cada 13 de abril

Joan-Lluís Lluís, escritor

Selena Soro
2 min
Joan-Lluís Lluís fue el último ganador del premio Sant Jordi, con la novela  Yo soy aquel que mató Franco.

Recordad esta fecha porque será importante: 13 de abril. Un 13 de abril de hace una docena de años, Joan-Lluís Lluís conoció a una mujer durante la presentación del nuevo libro de Matthew Tree en Perpiñán. Enseguida conectaron y decidieron volverse a ver, pero su historia no tardó en complicarse. “Ella estaba en una relación que se estaba acabando y pensamos que teníamos que ser pacientes. Un par de meses después, no había pasado nada entre nosotros y la situación era la misma. De forma tácita, sin ni siquiera expresarlo verbalmente, abandonamos la posibilidad de que pasara algo”, explica el escritor. 

No se volvieron a ver hasta el año siguiente, cuando se encontraron por azar en un teatro. “Era un 13 de abril, un año después de la primera vez que nos habíamos visto”, detalla Joan-Lluís Lluís. Entonces la situación se había cambiado: ella estaba soltera, pero él había empezado una relación. “Decidimos que no pasaba nada y que podíamos ser amigos. Al cabo de poco tiempo de vernos nos dimos cuenta de que nuestra amistad era un poco demasiado ambigua, que había algo debajo que palpitaba”. Todo ello les pareció demasiado complicado y lo dejaron correr. 

Tuvo que pasar otro año para que se toparan de nuevo por azar en una calle de Perpiñán. “Entonces los dos éramos libres y nos dijimos que quizás teníamos que descubrir si podíamos vivir una historia sin intermitencias”, explica el escritor. Ella apenas se marchaba de viaje y quedaron para verse dos semanas después: “El día que finalmente nos encontramos y empezamos una relación era un 13 de abril”. 

El azar que marcó su historia, reflexiona Lluís, fue extraño. “En Perpiñán, si te interesas por la cultura catalana, necesariamente te encuentras siempre con la misma gente. Era extraño que no nos coincidiéramos más a menudo. Incluso había épocas en las que yo pensaba que me había marchado lejos. Después, cuando te volvías a ver era muy normal y muy lógico, pero cada vez era sorpresivo”. 

A partir de aquel 13 de abril, la historia de amor que vivieron fue una mezcla de paseos y de lectura. “Recuerdo que le leí en voz alta una de mis novelas, El dia de l'ós, y fue un experimento muy bonito encararme con ella de esta forma”. “Por circunstancias ajenas a los dos, la relación no acabó de funcionar y no llegamos al siguiente 13 de abril”, lamenta el escritor. Su historia quedó para siempre encapsulada en una marca en el calendario, como uno de aquellos capítulos que pocas veces leemos en voz alta.

stats